Los restos mortales del cardenal Ayuso no llegarán a Sevilla hasta el sábado
Se suspende la capilla ardiente del jueves en la hermandad del Baratillo, mientras que la misa funeral en la Catedral se realizará el viernes sin el cuerpo del prelado
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Los restos mortales del cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot no podrán ser trasladados a Sevilla hasta el sábado, pese a que la intención inicial era que llegaran a la capital hispalense desde el jueves. Problemas logísticos a los que ha tenido que hacer frente la familia del prelado, fallecido el pasado lunes 25 de noviembre en el Policlínico Gemelli de Roma víctima de un cáncer, han retrasado el viaje dos días, lo que cambia la agenda prevista en la ciudad.
No habrá capilla ardiente este jueves en el Baratillo, hermandad a la que pertenecía el cardenal Ayuso, como estaba planeado que ocurriese. Sí que se mantiene la celebración de la misa funeral por su alma presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, el viernes a las 17:30 horas, aunque se realizará sin el féretro del prelado.
En función de cuándo se produzca su llegada a Sevilla en la jornada del sábado, la hoja de ruta será un a u otra. Si los restos del cardenal Ayuso llegan por la mañana, serán trasladados directamente al panteón familiar en el cementerio de San Fernando, donde descansarán a partir de ese momento. Si llegasen por la tarde, se realizaría la capilla ardiente en el Baratillo hasta que, ya el domingo, se llevase el cuerpo hasta el camposanto.
La hermandad del Baratillo, a la que estaba muy vinculado el cardenal, ha permanecido en estrecho contacto con su familia durante las últimas horas para facilitar los preparativos de su capilla ardiente. Las imágenes titulares de la corporación del Arenal se han vestido de negro en señal de luto este mismo miércoles. La corporación comunicó así su fallecimiento: «Una gran persona y baratillero que ha dejado una huella muy profunda en la vida de nuestra hermandad. Lo tendremos siempre muy presente entre nosotros. Rogamos una oración por su alma. Descanse en paz junto a su gran devoción, Nuestra Madre bendita de la Piedad y el Santísimo Cristo de la Misericordia».
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