Sánchez entierra sus viejas promesas y asume su primera fotografía con Bildu cuatro años después
El socialista se reúne por primera vez con los de Otegi en la ronda de contactos para la investidura
Las portadas de 'Egin' que siempre van a perseguir a Aizpurua
Editorial: La foto de la vergüenza

El secretario general del PSOE, candidato a la investidura y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, cierra este viernes su ronda de contactos con una fotografía inédita en su álbum de contradicciones. Por primera vez, cuatro años después de prometer que ... no tenía nada que acordar con EH Bildu, se ha reunido con su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua, para negociar su apoyo.
De facto la línea roja ya la quebrantó tras la repetición electoral del año 2019, cuando meses después de rechazar citarse con los 'abertzales', delegó en su entonces número dos en el PSOE, Adriana Lastra, para regalar una imagen de legitimidad a Bildu que le sirviese para justificar el hecho de facilitar la investidura de Sánchez. En 2020 la relación se transformó para siempre, cuando Pablo Iglesias (Podemos) presionó para dejar en la estacada a Ciudadanos e introducir en la «dirección del Estado» tanto a ERC como a Bildu. Desde entonces, los 'abertzales' han sido claves para aprobar prórrogas del primer estado de alarma por el Covid-19, presupuestos y leyes de marcado contenido ideológico, como la Ley de Memoria Democrática.
Sánchez, como hizo el popular Alberto Núñez Feijóo en su investidura fallida, siempre se había negado a reunirse con Bildu hasta noviembre del 2019. Entonces encargó a Lastra la primera imagen con los 'abertzales', hoy la asume él en primera persona.
Bildu, coalición independentista, integra a Sortu, partido heredero de la ilegalizada Batasuna, que fue el brazo político de la disuelta banda terrorista ETA, derrotada por el Estado. Su coordinador general, Arnaldo Otegi, fue condenado por secuestro y pertenencia a organización terrorista. Aizpurua, con quien Sánchez se ha reunido este viernes, por enaltecimiento del terrorismo tras el secuestro de José Antonio Ortega Lara. En las elecciones municipales de mayo, la coalición incluía en sus listas a 44 etarras condenados, entre ellos siete por asesinato.
Una larga hemeroteca
La hemeroteca de Sánchez no le deja en buen lugar. Quizás el ejemplo más evidente sea su ya célebre entrevista de abril del 2015 en Navarra Televisión, donde en un tono incluso desafiante insistió hasta el hartazgo en que con Bildu, en el marco de las elecciones autonómicas que se celebraban al mes siguiente, no iban a pactar: «Le estoy diciendo que con Bildu no vamos a pactar. Si quiere, se lo digo cinco veces, o veinte durante la entrevista, con Bildu no vamos a pactar. Con Bildu no vamos a pactar. Si quiere, se lo digo otra vez».
En enero del 2016, en la Carrera de San Jerónimo, a las puertas del Congreso, le preguntaron si estaba dispuesto a negociar con quienes no condenaban los asesinatos de ETA. «Creo que esa pregunta ofende», respondió Sánchez. Un mes después, de cara a su intento de investidura tras las elecciones del anterior diciembre, aseguró: «No, yo con Bildu no me voy a reunir».
Tras pasar de nuevo por las urnas en junio, en septiembre de aquel año se mantenía en la misma posición: «El único partido con el que les anuncio que no vamos a hablar y no vamos a entablar diálogo es con Bildu».
El Gobierno de Navarra, el origen
Ya en julio del 2019, con el Gobierno foral de Navarra aún sin constituir, Sánchez, que ya era presidente y negociaba para repetir en el cargo tras los comicios de abril, fue claro: «El Partido Socialista de Navarra y el Partido Socialista Obrero Español tenemos la misma posición. Y es que con Bildu no se acuerda nada». La socialista María Chivite, pese a la victoria de Navarra Suma (Unión del Pueblo Navarro, PP y Ciudadanos), fue investida presidenta gracias a la abstención de cinco de los siete diputados autonómicos de Bildu.
Este viernes, Sánchez se ha reunido por primera vez con Bildu, tras cuatro años gobernando gracias a su apoyo. Después de recibir el encargo del Rey para intentar formar Gobierno, el candidato socialista solo vetó a una formación: a Vox, por considerarla de extrema derecha. El cordón sanitario que antaño le aplicaba a Bildu, hoy lo ejerce sobre la tercera fuerza nacional del país.
Bildu es el único partido que confirmó ya su apoyo a la investidura de Sánchez, sin condiciones, antes incluso de la intentona de Núñez Feijóo. En la cita de este viernes, que ha durado una hora y diez minutos, han participado también su portavoz en el Senado, Gorka Elejabarrieta, así como el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Aizpurua es la única representante que no ha ofrecido una rueda de prensa en el Congreso tras su encuentro con el candidato socialista.
En una nota de prensa, Bildu ha querido «poner en valor la imagen» de Sánchez con sus parlamentarios y la ha definido como «otro hito que permite construir un marco de confianza» hacia futuros acuerdos. En cualquier caso, la coalición independentista ha reiterado su compromiso de votar a favor de la investidura para «frenar a la ultraderecha»; algo que, según ella, es «un mandato democrático» resultante de los comicios del 23J.
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