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El rechazo de la propia familia cuando sales y ellos siguen siendo Testigos: «Es como pensar que tu madre está muerta»

Pueden ser tus padres, hermanos o amigos de toda la vida: no volverán a hablarte si te vas de la congregación y eso es muy duro

Especial pódcast | Los expulsados del paraíso. Sobrevivir a los Testigos de Jehová

La vida después de ser expulsado de los Testigos de Jehová: «Volver a nacer es trumático»

Temporal de lluvias en Murcia, Valencia y resto de España, en directo: carreteras cortadas, avisos de la Aemet por la borrasca Laurence y última hora hoy

El rechazo de la propia familia cuando sales y ellos siguen siendo Testigos es uno de los momentos más dolorosos FP
María Carbajo

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«Su fundamentación teológica, religiosa, es 'nosotros somos los elegidos por Dios'. Entonces pues lógicamente te tienes que relacionar con los elegidos de Dios. Los que se van a salvar, no con los que no se van a salvar». Así explica brevemente José Ramón Navarro Pareja, especialista en religión de ABC, el motivo principal del aislamiento que se ejerce sobre los Testigos de Jehová con respecto al resto de la sociedad.

Esa intención y casi norma de que las relaciones deben labrarse únicamente con otros testigos no afecta sólo a los amigos que puedas hacer, sino a tu propia familia.

Tal es la convicción que, si un testigo abandona y su familia sigue dentro, rara vez volverá a tener contacto con ella.

Así lo cuentan los extestigos de Jehová que han prestado su voz a ABC para el pódcast de investigación 'Los expulsados del paraíso. Sobrevivir a los Testigos de Jehová', que en su quinto episodio, 'El nuevo mundo', aborda la vida después de la congregación.

«Para mí una de las cosas más fuertes y más duras fue perder a mi madre. Eso para mí fue lo peor. Yo estaba muy, muy unido a ella», cuenta en el episodio Yehosua. Y no, su madre no había fallecido, pero ella seguía siendo testigo cuando él salió.

«Es como pensar que tu madre está muerta aunque esté viva, porque no la tienes, porque no la puedes llamar, porque no la puedes enviar un whatsapp, no está ahí para nada», relata.

Se acaba la vida, se acaba la familia. Da igual el amor y el lazo de sangre, no puedes relacionarte con alguien que haya salido de la congregación aunque sea tu propio hijo.

«Comienzas a recibir mensajes y de WhatsApp de amigos, de familia diciéndote que te quieren muchísimo, que eres una persona muy importante para ellos, pero que te van a dejar de hablar, que te estarán esperando con los brazos abiertos para el día que vuelvas a Jehová», cuenta.

Ese rechazo total de la propia familia llevó incluso a Yehosua a querer quitarse la vida, en un contexto en el que se vio completamente solo: no tenía a sus padres y tampoco sabía cómo relacionarse con el nuevo mundo que se le abría ante sus ojos.

Esa esfera hermética que son los Testigos cae como un jarro de agua fría sobre aquellos que abandonan o son expulsados. La cierta liberación que pueden llegar a sentir tras dar un paso al lado es difícil de saborear cuando estás solo y sientes en lo más profundo de ti las secuelas del aislamiento de la sociedad que has vivido desde niño.

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