Trump, escaso de huevos, pide a los países europeos que exporten más a Estados Unidos

La Asociación de Agricultores Alemanes, por ejemplo, registra aumentos de un 16,6 por ciento en febrero en comparación con enero. A escala europea, calcula un aumento promedio del 31,1 por ciento en ese mismo mes. Pero esta situación no es comparable a la de Estados Unidos, donde los brotes de gripe aviar H5N1 han sido bastante más violentos y han obligado a sacrificar a millones de gallinas ponedoras, lo que a su vez ha tenido como consecuencia no solamente precios significativamente más altos, sino también severos cuellos de botella en el suministro y un mercado bloqueado.

Ante la escasez de huevos, la Administración Trump ha hecho una excepción en su agresiva política de aranceles comerciales y está solicitando a varios países europeos que aumenten su exportación de huevos a Estados Unidos.

Esta petición de huevos ha sido recibida con cierta frialdad en Dinamarca, país al que Trump amenaza casi semanalmente con hacerse con la isla de Groenlandia. El representante de los productores daneses, Jørgen Nyberg Larsen, ha confirmado a la revista especializada AgriWatch que Estados Unidos formulado la petición, al igual que ha hecho a los sectores de Finlandia, Países Bajos y Suecia. La respuesta de Jørgen Nyberg Larsen ha sido que, lamentablemente, no será posible.

Alega que Dinamarca carece de capacidad para el necesario proceso de lavado de los huevos adicionales para exportación, que debe efectuarse en territorio europeo y que, por tanto, no se ajustaría a la normativa comunitaria. El ministro de Agricultura danés, Jacob Jensen, no ha desaprovechado la ocasión de recordar que las solicitudes de Estados Unidos son un buen ejemplo de que el país de Donald Trump sigue en una situación de interdependencia respecto a Europa para el comercio.

El director general del proveedor sueco de huevos Kronägg, Markus Lindström, también ha confirmado a Göteborgs-Posten que las autoridades estadounidenses le han pedido huevos e igualmente ha rebajado las expectativas de que su país pueda aliviar la falta de huevos de cara a consumidores estadounidenses, «Las exportaciones suecas a Estados Unidos son poco probables», ha adelantado, debido a que «no sólo las regulaciones de exportación hablan en contra, sino que el transporte a través del Atlántico también es difícil». El único país que hasta el momento se ha comprometido a aumentar significativamente sus exportaciones de huevos a Estados Unidos es Turquía, hasta los 420 millones de unidades este mismo año.

La Asociación Alemana del Huevo, por su parte, informa que ya se están exportando pequeñas cantidades a los EE.UU. a través del mercado al contado, pero en un volumen muy bajo debido a que el actual grado de autosuficiencia es de en torno al 73 por ciento. En 2024, 13.700 millones de huevos consumidos en este país procedieron de gallinas ponedoras en granjas avícolas de Alemania, unos 500 millones más que el año anterior. Así lo demuestra el resultado de una evaluación realizada por la Oficina Federal de Estadística. Esto da como resultado un promedio anual de 302 huevos por gallina.

En Alemania hay alrededor de 45 millones de gallinas ponedoras y, aún así, los productores advierten de una posible escasez y, en consecuencia, de precios más altos antes de Pascua fecha en la que la tradición aumenta la compra de huevos para la decoración. En las semanas previas a la Pascua, los huevos blancos teñibles tienen una demanda particular, reconoce la Granja Estatal de Agricultura de Hesse (LLH).

Los huevos procedentes de la cría ecológica y de corral siguen siendo escasos, y el suministro de huevos de gallinas de granja es suficiente por ahora, advierte la autoridad regional, pero avanza que el mercado se tensará antes de Semana Santa, que en Alemania termia para los niños con la llegada de Osterhase, una liebre que reparte huevos. «A pesar del alto rendimiento de colocación, la oferta es menor que la demanda. Hay escasez de gallinas ponedoras en toda Europa», confirma la LLH. «Esto significa que hay dependencias de países como los Países Bajos, que actualmente están reduciendo deliberadamente sus poblaciones de animales debido a las necesidades políticas», añade.