Francia, en una crisis sin precedentes

Tras las catastróficas elecciones anticipadas de 30 de junio y el 7 de julio pasados, Macron decidió la dimisión forzada de todo su gobierno, que ha seguido funcionando como gobierno «técnico», limitándose forzosamente a gestionar los asuntos corrientes, sin poder tomar decisiones económicas, políticas o diplomáticas de relieve.

El paréntesis de los Juegos Olímpicos (JJ OO) permitió 'ocultar' que Francia estaba y sigue estando fuera de juego, cuando crecen las amenazas: baños de sangre en Nueva Caledonia, agravación de la violencia en la «banlieue» / suburbios de las grandes ciudades, inquietud de la UE ante una Francia «ausente» con las cuentas públicas por los suelos…

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Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal en París

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Macron es la primera víctima de una crisis nacional sin precedentes desde 1958, cuando Charles de Gaulle fundó la V República, para sacar a Francia del marasmo de un régimen víctima de un modelo electoral relativamente semejante al modelo español de hoy. Pero todas las fuerzas políticas parlamentarias sufren de la misma crisis nacional.

Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen, es el primer partido francés, con más votos y electores que todas las izquierdas juntas. Sin embargo, Le Pen no tiene la fuerza necesaria para imponer un gobierno propio, a la espera de futuras elecciones, dentro de un año, dentro de varios años: nadie sabe cuándo podrán convocarse, anticipadas o no.

El Nuevo Frente Popular (NFP) unión a todas las izquierdas electoralmente. Tras el éxito electoral, La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), el partido de Jean-Luc Mélenchon, el PS, el PCF y los Ecologistas, han vuelto a dividirse en la Asamblea Nacional. LFI pide la «destitución» de Macron: proyecto que rechazan socialistas y comunistas, considerándolo «irrealista», como quizá lo sea.

Los Republicanos (LR, derecha tradicional), la familia política que fundó la V República y gobernó durante muchas décadas, se ha transformado en un partido minoritario y dividido, entre partidarios y adversarios de un hipotético proyecto de gobierno con Macron.

Renacimiento, el partido de Macron, y varios grupúsculos centristas próximos al presidente, son minoritarios en la Asamblea Nacional. Y, al día de hoy, no han conseguido negociar una eventual alianza parlamentaria, a la izquierda (socialista) o la derecha, para poder gobernar en minoría.

Ante esa fragmentación sin precedentes de los partidos y la clase política francesa, Macron lleva cuarenta días «refugiado» en el palacio del Elíseo, solo, sin gobierno, ausente de la escena nacional; esperando encontrar un eventual primer ministro que le permita, cuando aparezca, formar un eventual gobierno en previsible minutaría parlamentaria.

El bloqueo político, y sin precedentes, coincide con una agravación de varias crisis graves.

En Nueva Caledonia, territorio francés de ultramar, se han multiplicado los enfrentamientos a tiros entre las fuerzas del orden y los independentistas, cobrándose varios muertos.

En Marsella, Grenoble y varias capitales de provincias, han vuelto a estallar enfrentamientos violentos entre bandas pluriculturales y fuerzas del orden. El tráfico de drogas se ha transformado en un cáncer suburbano creciente. Gabriel Saborit, especialista, comenta: «Está creciendo el riesgo de aparición de nuevos movimientos mafiosos. El tráfico de armas, en el norte de Marsella, las guerras de bandas, en Grenoble, se han agravado y nadie parece ser consciente, con Francia sin gobierno».

La «expulsión» de Francia del corazón de África, en Malí, en particular, es muy anterior a la actual crisis nacional. Sin embargo, las más altas jerarquías militares acusan, en silencio, la agravación del problema de fondo: París tiene acuerdos de cooperación militar con sus antiguos colonias africanas; pero Francia no se encuentra en situación de poder cumplir esos compromisos, cuando los riesgos de desestabilización son bien elocuentes.

En un terreno menos «heroico», pero igualmente sensible, la Comisión europea sigue esperando «noticias» presupuestarias de una Francia aparentemente incapaz de cumplir sus compromisos de Estado con la zona euro.

Emmanuel Macron se propone iniciar el viernes un rosario de negociaciones con los representantes de todos los partidos parlamentarios, a la «busca y captura» de un posible primer ministro, jefe de gobierno. Vaya usted a saber.