Macron deja París a los turistas
El presidente francés deja la capital para pasar unos días en la residencia estival de los mandatarios galos
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Como millares de parisinos, con techo y sin techo, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte han dejado París a los turistas y periodistas que glosan los encantos de la capital, durante los Juegos Olímpicos, par huir y buscar refugio en el Fuerte de Brégançon, ... fortaleza medieval, en el Mediterráneo próximo a España, residencia estival de los jefes de Estado franceses.
Como el resto de la clase política y casi la totalidad de sus ministros, dimitidos, pero en funciones, Macron estuvo presente en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos (JJ OO), pero prefiere seguir el gran acontecimiento a través de la tv, como la inmensa mayoría de los parisinos.
Una gran mayoría de parisinos decidieron huir de la capital, días antes de los JJ.OO. La casi totalidad de los sin techo, sin domicilio fijo (SDF), en la terminología francesa, fueron púdicamente «desplazados», en autobuses, y «distribuidos» en un largo rosario de pequeñas localidades de «tránsito». Púdicamente, se trataba de «evitar» a los turistas la mala imagen de parisinos durmiendo por las calles, sin techo, durante el gran acontecimiento mundial.
Mientras incontables cadenas de tv glosan y ensalzan los «encantos» de la capital de Francia, sometida a un régimen policial muy estricto, que complica de manera vertiginosa las idas y venidas para los «currantes» de a pie, los Macron han preferido unas vacaciones «deportivas»: submarinismo, boxeo, paseos en bicicleta por Bormes-les-Mimosas (6.500 habitantes), la pequeña localidad más próxima al Fuerte de Brégançon, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul.
Con el país políticamente empantanado, sin gobierno y sin perspectivas de mayoría parlamentaria capaz de presentar un primer ministro «aceptable», Macron, siempre sensible a su imagen pública, se deja fotografiar, sonriente, con gafas de sol, tomando el sol, bien bronceado y aparentemente tranquilo y feliz, lejos de la villa olímpica parisina.
Los Macron volverán a París cuando terminen los JJ.OO, a la espera de seguir intentando formar una aleatoria mayoría parlamentaria que permita formar un gobierno más o menos estable, a lo largo del mes de septiembre u octubre. La oposición de izquierda, el Nuevo Frente Popular (NFP), ha anunciado una moción de censura a la totalidad de los presupuestos del Estad. Marine Le Pen ha declarado que se dice dispuesta a votar la censura.
Tras los días de gloria de los JJ OO quedará la dura faena de intentar negociar alguna fórmula que permita aprobar los presupuestos del Estado del año que viene. Trabajo entre olímpico y hercúleo, como olvidarlo.
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