ESPECIAL INFRAESTRUCTURAS
A la búsqueda de una nueva materia prima verde para apuntalar la sostenibilidad
La hoja de ruta del sector une el reciclaje, la reivindicación de las opciones naturales e investigación para mejorar las prestaciones de los materiales clásicos
El ladrillo de toda la vida se reconstruye con nuevos materiales
Una imagen de las obras en un enlace de la A-44 en Granada, en las que Acciona ha usado una tecnología de autorreparación del asfalto
El sector investiga con los materiales de siempre (acero, aluminio, fibra de carbono, cemento, hormigón…) para construir infraestructuras sostenibles. Pero en la búsqueda de productos alternativos de larga durabilidad y respetuosos con el medio ambiente se trabaja también con elementos naturales. Una de las soluciones más destacadas es la fabricación de materias primas con elementos procedentes de residuos y demolición.
Juan Manuel Medina del Río, doctor en Arquitectura, ingeniero de Edificación y profesor universitario en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), quiere precisar conceptos: «Es importante que los materiales sean sostenibles, pero también su cadena de producción. Un ejemplo, la madera, si la traigo de un bosque de Chile no vale, por todo lo que ha contaminado con el transporte».
Tres son los factores determinantes del material sostenible, según Medina: «Cercana localización, comprender que el producto es importante desde la cuna hasta su demolición y segunda vida, y que no se haga daño a la naturaleza en su extracción». Este experto ha desarrollado parte de su carrera profesional en Colombia. Allí conoció un material sostenible puntero, la guadua: «Es una especie de bambú que se extrae de la misma tierra, se produce fácilmente, captura CO2 antes de su puesta en obra y se manipula fácilmente. Sirve para edificios, pero también para infraestructuras como puentes».
En España, se están analizando materiales reciclados para darles una segunda vida en la construcción. «Estamos investigando en la UPM con yesos y con escayolas –indica– y les insertamos materiales triturados de caucho o de fibra textil. Así, los nuevos hormigones tendrán mejores prestaciones porque son mejores térmicamente, acústicamente y pesan menos. Precisa entonces menos gasto de energía».
Medina apuesta por materiales donde se inserten geles de cambio de fase que «produzcan inercia térmica», pero, sobre todo, por buscar «alternativas naturales como la guadua, como las investigaciones que hay sobre hongos encapsulados». «Hay que trabajar en una dirección que se salga del circuito del hormigón, del acero y la cerámica», añade.
El uso creciente de materiales sostenibles de construcción forma parte del Plan Director de Sostenibilidad 2025 de Acciona, que apuesta por la implantación de un modelo «cero carbono» en su política de compras corporativas. La durabilidad es uno de los desafíos en la construcción de las carreteras para así alargar su vida. La compañía utiliza una tecnología de autorreparación para limitar el daño del firme, como ha sido la ejecución en la provincia de Granada, en un enlace de la A-44 variante Santa Fe-Las Gabias. En esta obra se ha incorporado además asfalto recuperado y betún a baja temperatura para ayudar a que las pequeñas fisuras puedan 'cicatrizar'. El proceso se basa en la incorporación de unas cápsulas a la mezcla asfáltica. En su interior se halla un agente rejuvenecedor que cuando es liberado y entra en contacto con un ligante envejecido de una mezcla bituminosa aporta una serie de componentes que permite prolongar en el tiempo la pérdida de propiedades de la mezcla.
Otro ejemplo de uso del denominado 'hormigón verde' fue la construcción de un muelle para submarinos en el Arsenal Militar de Cartagena. La utilización de Acciona de 6.500 m3 de hormigón Ckleen, suministrado por Hormicruz, provocó un ahorro de emisiones de más de 615 toneladas de CO2 si se compara con los hormigones tradicionales, un 34% menos.
Acciona ha utilizado más de 48.000 toneladas de hormigón de baja huella de carbono en la fabricación de los cajones que amplían la nueva Terminal de Contenedores del Puerto de Cádiz. Este material mantiene las propiedades del producto convencional, pero requiere un menor consumo energético en su fabricación y además es más duradero. El cemento ECOPlanet, de Holcim España, es el protagonista de la obra en Cádiz. David Gómez Cuenca, responsable del Departamento de Construcción Sostenible, Asistencia Técnica y Prescripción en Holcim España, detalla que «el sistema constructivo de Acciona son cajones que funcionan como diques flotantes». «En esta infraestructura era clave la buena ejecución de la construcción, unas prestaciones mecánicas muy altas, la durabilidad y la reducción de huella de carbono», subraya. «La singularidad del proyecto reside en que ECOPlanet reduce un 30% las emisiones. Ahorramos casi ocho millones de kilos», sentencia Gómez.
Los cajones que amplían la nueva terminal de contenedores del Puerto de Cádiz han sido fabricados con un hormigón de baja huella de carbono
La compañía también ha participado en la construcción del Túnel de Albertia, en el tramo Legutiano-Escoriaza de alta velocidad del País Vasco, proyecto de ADIF liderado por Ferrovial. En estas obras se ha utilizado un hormigón de muy alta resistencia para un ambiente agresivo. «ECOPact tiene una alta contribución a la sostenibilidad –afirma–. Este producto mantiene las prestaciones mecánicas y de trabajabilidad que se suelen pedir en este tipo de aplicaciones, con una reducción de huella de carbono de más de un 30%». Más datos para la sostenibilidad: durante la ejecución de las obras se redujo la huella hídrica (se reutilizaron ocho millones de litros de agua evitando así consumo de nuevos recursos).
Tanto en Legutiano como en otros proyectos, Holcim realiza un esfuerzo en mejorar sus procesos para «construir mejor con menos promoviendo que se usen materiales de menor huella y nuevos sistemas constructivos». «La tecnología ECOCycle posibilita la segunda vida de los materiales de construcción y demolición», apunta.
Más madera
La madera sirve al hombre como material de construcción desde tiempos prehistóricos para crear refugios y estructuras básicas. El empleo de materiales naturales puede contribuir a frenar las emisiones de la construcción.
Este producto se ha convertido en opción para proyectos de infraestructuras entre arquitectos e ingenieros. Hay distintos escenarios por todo el planeta que combinan madera y otros materiales. En Quebec (Canadá) hay una terminal aérea regional del aeropuerto de Rouyn-Noranda formada por una estructura híbrida de madera y acero. En la estación de Angers-Saint-Laud, en Angers (Francia), se ha construido un puente con madera en toda su construcción.
Isabel Llorente, gerente de Maderea, la plataforma de la industria de la madera e ingeniera técnico forestal, explica que «se trata del único material que absorbe carbono en lugar de emitirlo en su fabricación; y por eso se dice que ayuda a mitigar el cambio climático». Otra de las virtudes sostenibles de la madera es «su reciclabilidad, la posibilidad que ofrece para ser reutilizada».
Son muchas sus propiedades: fácil de manipular sin que precise un gran consumo energético, gran durabilidad, recurso natural renovable, gran aislante térmico… Entre sus ventajas destacan también sus beneficios como material antiséptico y antiviral, afirma Llorente: «Existen diversos estudios que demuestran que la convivencia con la madera, al ser un material natural, ayuda a reducir el estrés». Señala además que su manejo en la construcción «es mucho más rápido, porque no hay que esperar a que los materiales fragüen o sequen; en su relación resistencia-peso es mucho más ligero, lo que requiere menos tiempo en la edificación».
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