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La triste despedida del general español que entregó el Sáhara a Marruecos: «No ha habido capitulación»

En 1976, pocos minutos antes de subirse al avión y dejar para siempre el Protectorado, su último gobernador general, Federico Gómez de Salazar, fue entrevistado por ABC sobre la cesión del territorio por parte de España, una semana antes de morir Franco, que generó el conflicto que Sánchez acabar de reavivar con su polémica decisión histórica

Imagen del general Federico Gómez de Salazar, en el Sáhara Occidenteal , justo antes de abandonarlo para siempre
Imagen del general Federico Gómez de Salazar, en el Sáhara Occidenteal , justo antes de abandonarlo para siempre - ABC
Israel Viana
MadridActualizado:

«Que quede aclarado que no considero que haya habido capitulación alguna de España ante Marruecos», aseguraba a ABC el gobernador general del Sáhara Occidental, Federico Gómez de Salazar, el 12 de enero de 1976. El militar ponía punto y final a la histórica presencia española en territorio africano con esta declaración que también podría haber sido pronunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este domingo, después de reconocer el plan de autonomía marroquí para la antigua colonia.

Entrevista a Gómez de Salazar , en 1976+ info
Entrevista a Gómez de Salazar , en 1976 - ABC

Sánchez parece haber claudicado finalmente ante el Rey de Marruecos, Mohamed VI, que hace cinco meses ya advirtió que «el Sahara Occidental no es negociable». Lo hizo durante un discurso transmitido por la televisión nacional con motivo del 46º aniversario de la ‘Marcha Verde’, en el que se refirió una vez más al conflicto que su país mantiene por este territorio con los independentistas saharauis, apoyados por Argelia, desde que España lo abandonó durante la Transición.

«La 'marroquinidad' del Sahara nunca estará en la agenda de ninguna transacción», subrayó.

El presidente español ha justificado que esta medida es «la base más sólida, realista y creíble para resolver este contencioso histórico», acabando de esta forma con el sueño saharaui de ser un día independiente con la celebración del prometido referéndum de autodeterminación que, organizado por la ONU, debía ofrecer una solución al proceso descolonizador iniciado en 1976 con la retirada de España. Y lo cierto es que, desde ese año en que Felipe González proclamó que los saharauis iban a «vencer en su lucha» y que el PSOE estaría de su lado «hasta la victoria final», este conflicto ha operado siempre como parte del imaginario de la izquierda.

Críticas a Sánchez

Esa es la razón de que esta decisión histórica de Sánchez de apoyar la postura marroquí esté siendo tan criticada no solo fuera del ámbito de su partido, sino también por parte de los aliados nacionalistas e independentistas y, peor aún, por parte de sus compañeros socialistas. La presidenta de Baleares, Francina Armengol, plasmaba así esa sensación: «El pueblo saharaui merece vivir en paz y libertad. Desde el corazón, todo mi apoyo a las familias y al pueblo saharaui». Y también se lamentaba el diputado vasco Odón Elorza: «Me duele el abandono de los socialistas de las causas justas».

Artículo sobre los últimos días del Protectorado español+ info
Artículo sobre los últimos días del Protectorado español - ABC

La opinión general es que Marruecos ha ganado la batalla y que Sánchez ha cedido en la disputa al ponerse del lado de Mohamed VI, comparándolo con lo que ya ocurrió en noviembre de 1975, cuando España renunció al Sáhara Occidental que había estado bajo su dominio desde 1884 y, como protectorado, desde 1912. Una cesión que tuvo lugar después de que se produjera la famosa ‘Marcha Verde’ que convocó el padre del actual monarca, Hasán II, quien movilizó a 350.000 marroquíes que cruzaron de la entonces una colonia española con el argumento de que le pertenecía.

En la entrevista exclusiva que ABC realizó en el Sáhara Occidental a Gómez de Salazar, antes de que este abandonara el protectorado para siempre, insistía en la misma idea: «Quienes piensan que España ha capitulado ante Marruecos están equivocados. No deben olvidar que se ha evitado mucha sangre y el luto de muchas familias españolas en una horrible contienda armada». El militar que presidiría seis años después el Consejo de Guerra contra los golpistas del 23-F, explicaba así una salida precipitada que llevó a ceder la administración de la colonia no solo a los marroquíes, sino también a los mauritanos.

Un militar del Frente Polisario reza durante una parada militar, durante la guerra contra Marruecos+ info
Un militar del Frente Polisario reza durante una parada militar, durante la guerra contra Marruecos - ABC

Arriar la bandera

«A las 11 de esta mañana ha cesado definitivamente la presencia militar de España en el Sáhara Occidental, después de 62 días de evacuación. Los últimos del Sáhara han sido un grupo de diez militares españoles, últimos representantes de nuestro Ejército, que ha iniciado el vuelo desde el aeropuerto de Villa Cisneros hacia Las Palmas, a bordo de un Aviocar T-12 tripulado por el coronel Torres, jefe del sector aéreo del Sáhara [...]. A bordo llevaban el mástil de la última bandera española arriada en el Sáhara, la de Aviación», contaba nuestro corresponsal en la edición del 13 de enero de 1976.

Los presentes describieron como «emotivo e inolvidable» el momento de arriar la bandera de España cuando anochecía en Villa Cisneros. El coronel Torres dijo a los escasos hombres con que contaba en ese momento: «Ante la imposibilidad del toque de oración, guardaremos un minuto de silencio por los compañeros que en este territorio rindieron el último servicio a la Patria’». El titular de este artículo de despedida no podía ser más explícito: ‘Los últimos soldados españoles abandonan el Sáhara’.

La retirada se había iniciado tras la Marcha Verde y la firma de los Acuerdos tripartitos de Madrid el 14 de noviembre de 1975, tan solo una semana antes de la muerte de Franco. Gómez de Salazar tuvo que soportar la enorme presión ejercida por Marruecos mientras Franco agonizaba y, también, después de su muerte, así como la situación crítica a la que se exponía al pueblo saharaui. Fueron más de dos meses de evacuación en la llamada ‘Operación golondrina’.

«Salvaguardar la paz»

La más que previsible ausencia de Franco, cuando le faltaban pocos días de vida, fue la que precipitó a las autoridades del régimen a cerrar cualquier posibilidad de conflicto armado. No estaban dispuestas a vivir la experiencia de Portugal tras las guerras coloniales de Angola, que había ocasionado al Gobierno luso la revuelta de sus militares y la gestación de las ideas que habían desembocado en la Revolución de los Claveles un año antes. «De haber llegado a la conflagración armada, el resultado para España habría sido brillante, pero las consecuencias, muy graves», defendía Gómez de Salazar en sus palabras de despedida.

Marroquíes esperan la señal para iniciar la Marcha Verde hacia el Sáhara Occidental+ info
Marroquíes esperan la señal para iniciar la Marcha Verde hacia el Sáhara Occidental - ABC

Este argumento había sido ya expresado por el gobernador general tres días después de la firma de los Acuerdos de Madrid: «En una conflagración armada puedo asegurarles que habríamos obtenido una gran victoria sobre Marruecos en menos de 24 o 48 horas, pero por no provocar una matanza (durante la Marcha Verde) y por salvaguardar la paz, desistimos de la violencia». También opinó sobre los planes de descolonización acordados con la ONU mediante un referéndum que nunca se celebró: «España tiene la conciencia tranquila por haber hecho todo lo posible por concederles la autodeterminación, pero las constantes acciones del Frente Polisario nos han obligado a aceptar esta postura tripartita».

La retirada, por lo tanto, dejó sin resolver el futuro del territorio desde el punto de vista de la legalidad internacional. La guerra que se desencadenó a continuación entre Marruecos y Mauritania, por un lado, y el Frente Polisario apoyado por Argelia, por otro, duró 15 años y provocó la dispersión de la población saharaui y daños incontables en la economía de las partes contendientes, así como miles de víctimas inocentes. Desde el alto el fuego firmado en 1991, los secretarios generales de la ONU han tratado de solucionar el conflicto por un territorio que Hassan II y su hijo bautizaron oficialmente como las «provincias del sur».

Esos intentos se plasmaron en el Plan Baker, que tuvo hasta dos versiones diferentes: una en el año 2000 y otra en 2004. Pero Marruecos siempre se ha negado a aceptarlos, porque contenían la opción de la «independencia» en el mencionado referéndum. Con su polémica aceptación del plan de autonomía marroquí, Sánchez ha avivado un fuego que nunca se había apagado. «Este Gobierno reconoce los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable», ha asegurado el presidente español. Mientras, la Comisión Europea le ha recordado que la solución para el Sáhara debe respetar las antiguas resoluciones de la ONU.

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