Suscríbete
Pásate a Premium

QUEMAR LOS DÍAS

Que pare ya

Sin agua no somos nada, pero sin sol, los sevillanos, tampoco

Daniel Ruiz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Era verano la primera vez que viajé a La Coruña, para participar en su Feria del Libro. El tiempo era esplendoroso, con un sol rutilante y una luz que no tenía nada que envidiar a la de Andalucía. Me recordó mucho, de hecho, a Cádiz: ... una ciudad alegre, recoleta, manejable, encantadora. El escritor Fernando Ontañón, a quien conocí en aquella visita y que se ha acabado convirtiendo en un buen amigo, me previno: esto no es lo normal, no es nuestro clima. Dos o tres años después me invitaron a presentar un nuevo libro en la ciudad, y esa vez hacía un tiempo de perros: viento, lluvia, ambiente de fin del mundo. Volví a compartir velada con Fernando y entonces me lo aclaró: esto ya sí es La Coruña. Sin embargo, lo asumía sin una pizca de queja, como si apreciara incluso, de algún modo, aquel clima tan desapacible.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación