el contrapunto
Nosotros, perdedores vascos y catalanes
Nos arrolla el separatismo, agraciado con la traición de este PSOE devenido en sanchismo tras renegar de sus principios
Tanta infamia para esto, Sánchez
El 11-M ganó el terror
Si las encuestas aciertan, está claro que la defensa de la Constitución, la valentía, la coherencia o la honestidad no son valores apreciados por la mayoría de los electores vascos y catalanes. Lo digo con dolor, porque formo parte de la minoría abocada a ser ... arrollada por quienes siempre combatieron esos ideales democráticos, agraciados con la traición de este PSOE devenido en sanchismo tras renegar de sus principios. A tenor de los sondeos, tanto en una autonomía como en la otra perdemos por goleada los partidarios de la igualdad entre ciudadanos, la libertad, la solidaridad y la unidad de España, frente al nacionalismo supremacista, divisor y convencido de merecer privilegios de toda índole. Un independentismo echado al monte, desprendido de toda careta, que ha obtenido la rendición de un presidente dispuesto a pasar a la historia como el Gran Felón. Claro que la vida da muchas vueltas y la de esos socios de fortuna podría sufrir grandes vuelcos en cuanto las urnas otorguen derechos de primogenitura y empiece la lucha a muerte por ver quién cosecha más.
En el territorio que ETA 'limpió' a conciencia durante más de cuatro décadas, con centenares de asesinatos y la expulsión de doscientos mil constitucionalistas, el original manchado de sangre está a punto de imponerse sobre la versión edulcorada. O, dicho de otro modo, los que sacudieron el árbol en beneficio de otros ven llegada la hora de ser quienes recojan las nueces. Tras el meticuloso proceso de blanqueamiento llevado a cabo por Zapatero y su discípulo, Bildu está en condiciones de vencer al PNV y, si finalmente no lo consigue, será porque el PP frene su avance en Álava. En cualquier caso, el socialismo jibarizado deberá decidir el nombre del nuevo 'lehendakari', con la consiguiente afrenta para el relegado. ¿Cómo compensará a los de Otegui si su candidato no resulta escogido? Entregándoles Navarra e impunidad para sus asesinos. La amnistía a los golpistas parecerá un burdo ensayo cuando empiecen a desfilar los peores matarifes etarras hacia los actos de homenaje organizados por su brazo político con el gentil beneplácito de Pedro Sánchez.
En Cataluña las cosas no están menos reñidas. Gane quien gane, el protagonista indiscutible de la contienda va a ser Carles Puigdemont. Ya lo es, de hecho, y ya ha puesto precio a su apoyo: el referéndum de autodeterminación. En el supuesto de que Illa sobreviva al caso Koldo y rentabilice en las urnas la cobardía de ceder a las exigencias separatistas, tendrá que entenderse con él o hacerlo con Aragonès y atenerse a su venganza en Madrid. Si es ERC la llamada a formar gobierno y pretende reeditar algún acuerdo con Junts, el fugado exigirá el pago por adelantado. Sea como sea, el espectáculo está servido. Desde el suelo, derrotados, nos quedará el consuelo de ver cómo los vencedores se despedazan entre sí.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete