Arranca el juicio por la muerte del conductor de autobús en Verín

En el banquillo de los acusados se sientan su esposa, su hija y su novio, y un sicario de Chaves (Portugal)

10/02/2014
Actualizado a las 08:30h.

La Audiencia Provincial de Orense ha reservado cinco días para el juicio por el asesinato del conductor de autobús Bernardino Pousa Rodríguez, en el que los acusados son su esposa, su hija y su novio, y un sicario de Chaves (Portugal). En este juicio, el jurado deberá dictaminar sobre su culpabilidad tras escuchar al fiscal, a las defensas, a los abogados en nombre de otros familiares que se presentan como acusación y medio centenar de testimonios incluidos agentes policiales y peritos.

En este juicio, cuya primera sesión será el lunes día 10 de febrero a las 9,30, se espera que se conozcan datos como que la esposa y el fallecido estaban separados y tenían una mala relación, o que el sicario fue conducido en varias ocasiones a lugares frecuentados por Bernardino Pousa para matarle, y luego devuelto a su casa por no conseguirlo.

El fiscal califica los hechos como asesinato con ensañamiento y considera autor a Ilidio M. e inductores y cooperadores necesarios a Dolores A.A., exesposa de la víctima; María Ángeles P., hija; Alberto V.L., novia de esta última. Pide penas de prisión de 22 años y medio para el autor, 20 años para exesposa e hija por la agravante de parentesco y 17 años para el novia de ella.

Las defensas solicitan la libre absolución

Las acusaciones ejercidas por un hermano del conductor asesinado, dos nietos y un exyerno, piden penas de prisión de 25 años para el autor material, 20 años para Dolores y María Ángeles y 17 años y medio para Alberto V., además de indemnizaciones de 120.000 euros para cada nieto, prohibición de residencia para los acusados en el municipio de Verín durante 30 años y prohibición de acercarse a cada uno de los denunciantes a menos de 500 metros, residan donde residan.

Las defensas coinciden en solicitar la libre absolución para el sicario, la exesposa y la hija de la víctima. En el caso del primero arguyen que es toxicómano y, en el caso de madre e hija, por negar totalmente su participación en el asesinato de Bernardino Pousa. Por su parte, el novio de la hija reconoció su impliación mismo desde la primera declaración en sede policial. Todos están en prisión provisional, por lo que llegarán al edificio judicial de Orense desde la prisión provincial situada en Pereiro de Aguiar (Orense), en el caso de los familiares de la víctima, y de A Lama (Pontevedra), en el caso del sicario portugués.

Discusiones por la separación

Según la acusación, la víctima y su esposa comenzaron a tramitar su separación, lo que provocó varias situaciones de discusiones y cuando Bernardino Pousa presentó demanda de divorcio pocos días antes de su muerte, ya había surgido la idea de «hacerle desaparecer» entre su esposa, hija y yerno.

El acusado Alberto V., sería el encargado de contactar con el sicario, al que mostró los lugares en los que solía estar Bernardino, como la estación de buses de Verín, la cochera en el cercano pueblo de Queizás o una finca de su pueblo natal, en el Ayuntamiento de Trasmiras.

El acusado también se encargó de recoger al sicario y volver a llevarlo a su casa en los intentos fallidos de asesinato, previos al definitivo, según el relato de la acusación. Al regreso de un viaje como conductor de autobús a Samil, en Vigo, el sicario, que estaría contratado por 5.000 euros, le esperó en la cochera de Queizás donde lo habría degollado y golpeado hasta 16 veces con una barra de hierro para rematarle. Después, habría sido conducido por Alberto V. hasta una cafetería para cobrar lo pactado, según el texto de la acusación.