¿Qué se sabe de la periodista Alsu Kurmasheva, detenida por Rusia acusada de ser un 'agente extranjero'?
La mujer, con pasaporte ruso y estadounidense, ha sido arrestada al regresar al país por motivos familiares
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Apenas un mes después del inicio de la invasión de Ucrania por parte de Moscú, la periodista Marina Ovsiánnikova agitó una pancarta contra el conflicto detrás de la presentadora del principal telediario de la televisión rusa. Este octubre, la autora de la protesta fue condenada a ocho años de prisión. En todos estos meses, la represión del Kremlin a los profesionales de la información ha sido constante: la última es la detención de la redactora de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) Alsu Kurmasheva.
La arrestada, de 47 años y casada y con dos hijos, estudió en la universidad en Reino Unido y en Turquía, es redactora de la Radio Free Europe/Radio Liberty desde 1998 y reside en Praga (República Checa). Tiene tanto pasaporte estadounidense como ruso y, precisamente de esta duplicidad, surgió el motivo de su detención: las autoridades rusas afirman que no llegó a registrar el norteamericano como «agente extranjero», según la agencia de noticias rusa Tatar-Inform.
«Kurmasheva es una periodista consumada que ha cubierto durante mucho tiempo las comunidades étnicas minoritarias de Tatarstán y Bashkortostán, en la región rusa del Volga-Ural. Ha informado sobre las iniciativas para proteger y preservar la lengua y la cultura tártaras frente a las autoridades rusas, que han ejercido una creciente presión sobre ellos en los últimos años», la define RFE/RL.
El problema, según un comunicado del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), se produjo durante un viaje a Rusia de Kurmasheva por una emergencia familiar. La periodista llegó al país el 20 de mayo y, mientras esperaba su vuelo de regreso el 2 de junio fue detenida temporalmente. En el aeropuerto ruso de Kazán le confiscaron los dos pasaportes y la multaron por no registrar el estadounidense ante las autoridades rusas.
Con este pretexto, la redactora fue sancionada con 10.000 rublos (97,69 euros) el 11 de octubre de 2023 y, una semana después, fue acusada formalmente de no registrarse como agente extranjero, de acuerdo con Reuters. Podría ser condenada a cinco años de prisión, de acuerdo con el artícle 330.1, Part 3, Código Penal ruso. «Kurmasheva no ha podido salir del país desde junio y estaba esperando la devolución de sus pasaportes cuando se anunció la nueva acusación el día 18», explica RFE/RL en un comunicado.
Las autoridades, según Tatar-Inform, acusan a Kurmasheva de haber «llevado a cabo deliberadamente una recogida selectiva de información militar sobre actividades rusas a través de Internet para transmitir información a fuentes extranjeras» en septiembre de 2022. También la culpan de utilizar información sobre profesores universitarios de Tatarstán reclutados por el Ejército para preparar «materiales analíticos alternativos» para «autoridades internacionales relevantes y de llevar a cabo campañas de información que desacreditan a Rusia».
¿Qué es un agente extranjero?
El término, que tiene connotaciones de espionaje propias de la Guerra Fría, se utiliza en Rusia para etiquetar a organizaciones, periodistas, activistas e incluso estrellas del pop y escritores que se considera que participan en actividades políticas con apoyo extranjero.
De conformidad con la legislación rusa, las personas y organizaciones beneficiarias de financiación procedente del exterior pueden ser declaradas 'agentes extranjeros', lo que puede socavar su credibilidad ante la opinión pública del país. Las personas con esta consideración deben incluir en sus publicaciones una cláusula de exención de responsabilidad en la que conste su condición.
¿Cuáles han sido las reacciones?
Rusia no se ha pronunciado sobre el tema, pero sí lo ha hecho RFE/RL. «Alsu es una colega muy respetada, esposa devota y madre dedicada a sus dos hijos», ha afirmado el presidente en funciones de la radio, Jeffrey Gedmin. «Debe ser liberada para que pueda regresar con su familia inmediatamente», ha añadido.
El Comité para la Protección de los Periodistas también se ha pronunciado y se ha dicho «profundamente preocupado por la detención de la periodista ruso-estadounidense Alsu Kurmasheva por cargos criminales espurios». Por eso, ha hecho un llamamiento a las autoridades rusas para que la liberen inmediatamente y retiren todos los imputaciones contra ella.
«El periodismo no es un delito y la detención de Kurmasheva es una prueba más de que Rusia está decidida a reprimir la información independiente», ha denunciado Gulnoza Said, coordinador del programa de Europa y Asia Central del CPJ.
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