Los franceses piensan que los políticos y el Gobierno está hundiendo Francia
Durante la presidencia de Emmanuel Macron, la deuda pública ha crecido en un billón de euros
Los franceses temen que París esté retrocediendo en la escena internacional víctima de sus políticos
Una gran mayoría de franceses temen que los partidos políticos, el Gobierno y el jefe del Estado están agravando la crisis social, política e institucional más grave de la historia de la V República.
El matutino conservador 'Le Figaro' publica este viernes un estudio ... sociológico devastador sobre el divorcio muy profundo entre los franceses, la sociedad francesa, sus políticos y gobernantes. Los franceses temen que los políticos están hundiendo Francia, víctima de su incompetencia, su demagogia, sus rivalidades cainitas, sospechosos de corrupción.
Según el estudio publicado por 'Le Figaro', el 81 % de los franceses piensan que todos sus políticos, de la extrema izquierda a la extrema derecha, pasando por el socialismo, el centro y la derecha, son incapaces de resolver los más graves problemas pendientes: deudas astronómicas, déficits catastróficos. Durante la presidencia de Emmanuel Macron, la deuda pública ha crecido en un billón de euros.
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Según el mismo estudio, el 90 % de los franceses piensa que los políticos son deshonestos, otro 85 % estima que la clase política no es nada creíble, y un 79 % piensa que políticos y gobierno solo ponen en evidencia malas o muy malas ideas para solventar los más urgentes problemas pendientes.
El descrédito de los políticos coincide con un descrédito profundo del funcionamiento político del Estado.
Durante los dos últimos años, los franceses han sido invitados a votar en cuatro ocasiones, agravando una insatisfacción social muy profunda. Apenas un 23 % se consideran satisfechos con el resultado de todas las elecciones. Y solo un 15 % estiman que políticos y sucesivos gobiernos han «escuchado» los resultados electorales.
El estudio sociológico publicado por 'Le Figaro' se inscribe en la realidad política más cruda, con unas perspectivas catastróficas.
En las elecciones presidenciales y legislativas del 2022, Emmanuel Macron fue reelegido presidente, sin mayoría clara para poder gobernar. Tras dos años de crisis, el jefe del Estado convocó elecciones legislativas anticipadas la primavera pasada. Los resultados agravaron todas las crisis de fondo.
En las elecciones legislativas de mayo y junio pasados, las grandes coaliciones ganadoras fueron el Nuevo Frente Popular (NFP), que agrupa a todas las izquierdas, y Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen. Pero no tenían mayoría para gobernar. Francia estuvo sin gobierno entre junio y septiembre, cuando Macron nombró a Michel Barnier jefe de un Gobierno formado de varias minorías de centro y derecha que perdieron las elecciones pero ahora intentan gobernar, sin llegar a entenderse completamente.
Antes de poder aprobar los presupuestos del Estado para el 2025, han aparecido grietas en la -minoritaria- coalición gubernamental. Y Marine Le Pen amenaza con precipitar la censura y unas nuevas elecciones los próximos meses.
En la historia de la V República, fundada por Charles de Gaulle, entre 1958 y 1962, hubo grandes crisis históricas. Pero existían grandes partidos de izquierda y derecha, que evitaban la crisis institucional. Esos grandes partidos, socialistas y conservadores, están hoy hundidos, convertidos en partidos minoritarios, fantasmas de lo que fueron, cuando las fuerzas muy mayoritarias son la extrema izquierda de La Francia Insumisa (LFI), liderada por Jean-Luc Mélenchon, y la extrema derecha de Marine Le Pen, perseguida judicialmente por el Parlamento Europeo por presuntos delitos de extorsión de fondos públicos europeos.
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