Suscríbete a
ABC Premium

Temporal

Lo que dicen los psicólogos del efecto de tantos días de lluvia en Córdoba: «A mayores y niños les afecta más»

La meteorología adversa que ha imperado durante más de tres semanas deja, además de pantanos llenos, alteraciones en el estado de ánimo

La desesperación de un cordobés tras once días seguidos de lluvia: «Yo es que quiero que salga ya el sol...»

Cordobeses se refugian de la lluvia bajo sus paraguas Valerio Merino

Juan Palma

Córdoba

Las incesantes lluvias que llevan azotando Córdoba desde el pasado puente de Andalucía han transformado tanto el paisaje como el ánimo de sus habitantes. Las precipitaciones, bienvenidas los primeros días tras varios años de sequía han pasado a ser denostadas por muchos, que han llegado a ver afectado su estado emocional después de tantas jornadas sin ver el sol.

El efecto del clima sobre la salud mental comparte similitudes con el confinamiento vivido en marzo de 2020, cuando el aislamiento prolongado, por ejemplo, agudizó trastornos ya existentes a quienes no lograron adaptarse e incluso sembró la semilla de otros nuevos.

En psicología se piensa que los cambios temporales y el ánimo de las personas van en cierto modo de la mano, pero se cuestiona cómo la falta de luz solar o las constantes precipitaciones influyen exactamente. ABC ha hablado con dos expertos en salud mental sobre el tema: los psicólogos Vicente Sánchez e Inmaculada Carranza.

Sánchez, quien ha estado al frente durante décadas de la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil del Hospital Reina Sofía hasta su jubilación, destaca la importancia de las relaciones interpersonales, que se ven afectadas en meses como este marzo lluvioso: «En ellas está parte de nuestra alegría, de nuestra estima personal», apunta.

Al salir menos se produce una especie de situación ambiental parecida a la que se vivió durante la pandemia del coronavirus hace cinco años, pero a menor escala. Por ejemplo, las personas mayores (sobre todo, las que presentan problemas de movilidad) tienen más problemas para seguir con su rutina. «A muchas les cambia un poco su modo de vida. Sobre todo a los mayores, que tienen más dificultades para salir de casa y relacionarse, a diferencia de la gente joven».

«Al principio la lluvia es bienvenida, pero nos vamos restringiendo y se traduce en tristeza, manía y desgana»

Vicente Sánchez

Psicólogo Clínico

En un primer momento «y, sobre todo, para nosotros que significa tanto la lluvia en Andalucía, es bienvenida; produce mucha alegría; pero cuando se prolonga en el tiempo nos vamos restringiendo y eso se traduce en tristeza, manía y desgana», afirma Sánchez.

Los más vulnerables

Las personas de la tercera edad no son únicamente el colectivo más afectado: los niños pequeños también ven recortadas sus opciones de reunirse con sus amigos, jugar al aire libre o desarrollar actividades extraescolares. Comenta el experto que, a pesar de convivir con situaciones más incómodas por la lluvia, como los atascos, «a los adultos de edad media no les afecta de igual manera, aunque en general pueden tener un poquito de peor humor de lo habitual».

También ha querido dar un consejo para intentar curar a los más allegados estas pequeñas heridas emocionales, como «dar más apoyo, duplicar las visitas a este tipo de familiares» o, por ejemplo, en el caso de las residencias, «que regulen las actividades estimulativas y socioculturales que puedan hacer dentro de ellas».

Cuesta paliar la soledad

El cambio drástico de condiciones meteorológicas provoca un trastorno emocional. «Los seres humanos somos parte de la naturaleza y nuestra capacidad de adaptación a las distintas estaciones del año es un proceso que hacemos sin más problemas», aclara, por su parte, Inmaculada Carranza.

La psicóloga perteneciente a la Unidad de Salud Mental del Hospital Reina Sofía ha atendido a ABC para hablar sobre cómo «hay ciertas estaciones que motivan a desplazarnos hacia dentro, hacia la soledad, a saber también disfrutar de los momentos de estar solo». Pero hay un problema: desgraciadamente, no toda la sociedad pilota bien dicho aislamiento con la costumbre de hacer planes con otras personas.

«Lo que nos causa sufrimiento en la vida la mayoría de las veces es querer que las cosas sean distintas a lo que son»

Inmaculada Carranza

Psicóloga en la Unidad de Salud Mental del Hospital Reina Sofía

Hace hincapié la experta en que «en ningún momento esto es causa de ningún problema de salud mental. Lo que nos causa sufrimiento en la vida la mayoría de las veces es querer que las cosas sean distintas a lo que son». Algo usual durante lo vivido este mes de marzo, porque «queremos disfrutar de cierta actividad y nos es imposible».

La falta de entretenimiento parece que «agudiza más en las emociones, pero simplemente porque sentimos más que en otros momentos que estamos distraídos». Estamos entretenidos constantemente en un mundo digital y social que nunca duerme. Por ello, Carranza, ante circunstancias en las que debamos permanecer mayor tiempo en nuestro hogar, anima a «desarrollar dentro de casa actividades que nos sienten bien; que podamos disfrutar de estos días de lluvia»; buscar la gratificación de nuestro día a día «para llevar a cabo cosas distintas que no solemos hacer cuando estamos más tiempo fuera».

Caras totalmente opuestas son el calor y la lluvia. La especialista utiliza la presente estación para compararla con el verano, cuando las temperaturas son muy elevadas, asegurando que «ocurre lo mismo» y es necesario adaptarse.

En definitiva, aunque todos somos seres sociales e incluso convivamos bajo el mismo techo, resulta evidente la facilidad de unos ante la dificultad de otros para convivir y superar esta pequeña crisis meteorológica emocional. «A ver si para ya de llover» o «estoy cansado de que llueva tanto» son comentarios que casi con total seguridad o hemos dicho o hemos escuchado en nuestra rutina durante las últimas tres semanas. Pero para Inmaculada Carranza «puede haber más cuestiones personales detrás de estos comentarios».

Tras la tormenta, llega la calma

Tras la tormenta llega la calma y son numerosos los estudios que respaldan los beneficios que reporta pasar tiempo al aire libre y la exposición a la luz solar, como la reducción del estrés, de la ansiedad y la sensación de bienestar. Sobre todo, después de un tiempo prolongado entre cuatro paredes.

A pesar de lo relajante que puede ser para muchos el sonido de la lluvia o el olor a pavimento mojado, los continuados días con tanta agua pueden agotar el ánimo, por lo que es necesario «aplicar estrategias que nos adapten a cada momento del clima, porque no lo podemos cambiar», concluye Carranza.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación