Las crecidas de los ríos ponen en jaque a media Andalucía
El tren de borrascas vuelve a poner a prueba el sistema de emergencias la región con desalojos, rescates y cierre de colegios
Doña Ana, pedanía de Cártama, bajo las aguas tras la crecida del Guadalhorce
Atrapados por las riadas en Andalucía: «Crees que te ahogas en tu propia casa»

El tren de borrascas que sacude Andalucía desde hace dos semanas, y que seguirá con un nuevo frente bautizado como Martinho, volvió a poner este pasado martes a prueba al sistema de Emergencias en Andalucía, ahora concentrado en la EMA (agencia que concentra todos ... los recursos disponibles). Primero la prevención y al bajar el nivel de las aguas la limpieza con el personal de Infoca. Solo en Málaga se desplegaron 140 bomberos forestales con once autobombas provistas de bombas de alta y ultra alta presión para baldeos, además de motobombas y turbobombas para achiques de agua.
Jana, Konrad y ahora Laurence han sido una nueva piedra de coche contra un sistema que ya funcionó en las DANA de final de año. Desde la noche del lunes, se comenzaron a tomar medidas de prevención y a elevar los niveles de alerta, que era naranja por precipitaciones. La situación se podía convertir en crítica en muchos puntos de Andalucía. Y así fue. Los pantanos comenzaron a desembalsar para aligerar la presión sobre las presas por estar llenos y las crecidas en los ríos que recibían ese caudal. Éstos se convertían en un peligro para la población.
En Málaga, la Junta de Andalucía todavía en la noche del lunes ordenó desalojar casi a 400 familias de toda la ribera del río Campanillas. Unas 1.200 personas. La apertura de la presa de Casasola podía crear una riada que arrasara sus viviendas. Ante esa previsión se habilitó el pabellón de Ciudad Jardín en Málaga capital y se comenzó a remitir allí a todos los vecinos que abandonaban sus domicilios en medio de la noche. Esos vecinos regresaron en la tarde del martes cuando bajó el caudal del río Campanillas.
Al mismo tiempo saltaron las alarmas en el río Guadalhorce. Otro desembalse hacía prever una nueva crecida. Dos colegios en la zona del río Campanillas y ocho en la parte del Guadalhorce suspendieron sus clases por orden de la Junta de Andalucía. La situación en el cauce era crítica y se desbordó. «Llevamos desde antes de las cinco de la mañana sacando agua de la casa. Han sido seis horas, que no acababan nunca. Nos veíamos superados. Se pasa muy mal. Ya nos había pasado antes. Crees que te vas a ahogar en tu propia casa», apuntó Rihanna Muñoz a ABC después de ser rescatada por el GEAS de la Guardia Civil junto toda su familia.
La madrugada en la barriada de Doña Ana de Cártama fue una pesadilla. «El agua salía por las arquetas, se filtraba por las paredes, salía por los grifos de la cocina y hasta por la ducha. Pensábamos que no salíamos de allí», aseguraba la joven, que atendía a su abuela con un ataque de ansiedad sentada en un escalón de acceso a una vivienda acompañada por un agente de la Guardia Civil.
Hubo quien se quedó en la segunda planta rezando para que los resillones que habían puesto en la puerta para tapiarla sirvieran de dique de contención. No le funcionó a Aurora Cunquero, a la que tuvo que sacar la Guardia Civil otra vez. La segunda este año. Al igual que Campanillas y otras zonas cercanas a estos ríos se vieron anegadas en la pasada DANA.

«Escuchas caer cuatro gotas y ya estás temblando»
Aurora Cunquero
Afectada por las riadas
«Escuchas caer cuatro gotas y ya estás temblando. No me voy de aquí porque no puedo. Tengo la hipoteca y no puedo irme», añadió esta segunda mujer desesperada, recordando cómo ya tuvo que salir de su casa en octubre por los mismo motivos. «Mi abuela lo perdió todo, tuvo que comprar muebles nuevos. Ahora que los tenía pasa esto otra vez», apuntó Rihanna Muñoz.
Hacía tiempo que Doña Ana no tenía estos problemas, pero este año la DANA primero y el tren de borrascas después han hecho que los vecinos se vean con el agua al cuello. «Es nuestra casa. No nos vamos a ir. El problema tiene solución. Lo primero que tienen que hacer es limpiar los cauces y luego buscar encauzar y otras obras», apostilló Nuria Luque.
No hubo que lamentar casos como el de la pareja desaparecida en Constantina (Sevilla). Se halló el coche y luego un cadáver que, al cierre de esta edición, estaba siendo analizado para la identificación. Pese a la altura de más de un piso de un edificio que alcanzó el agua no se lamentaron víctimas en Málaga. Los rescates se sucedieron sin incidentes. El Guadalquivir subió sus niveles hasta el punto de generar alarma en poblaciones como Lora del Río, pero también la propia Sevilla, donde se cerraron las compuertas del muro de defensa para evitar inundaciones.



Atentos al cauce estuvieron en Córdoba toda la noche. Durante la madrugada una decena de familias tuvo que ser desalojada por al crecida del Guadalquivir. El desembalse del pantano de San Rafael de Navallana hacía prever problemas, pero durante la jornada se descartó que fuese a afectar al casco urbano de la capital.
Hubo problemas puntuales y la evacuación de un asentamiento en el arroyo Pedroches, pero con una 'calma tensa' la situación se fue solventando conforme fue bajando el nivel río. «Mantenemos vigilancia en la Ribera Baja, y en otros puntos, porque el río va más fuerte», aseguró el alcalde José María Bellido, informa Baltasar López.
Al mismo tiempo, una treintena de carreteras se vieron afectadas en este último temporal. Algunas de ellas ya estaban cortadas desde borrascas anteriores. En total, desde que comenzó a llover con primera borrascas el 112 ya ha coordinado más de 1.500 incidencias de diferente índole en toda Andalucía. Para ello se ha dispuesto un servicio de emergencias integral con casi 5.000 efectivos preparados.
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