Sociedad
El Casco Histórico de Córdoba recupera población tras la pérdida demográfica durante la pandemia
El número de residentes en este distrito se redujo un 3,5% durante los años de la pandemia hasta los 44.969; en 2022 la curva se invirtió al alza
El Plan de Gestión del Casco de Córdoba: un documento pionero que no se limita a prohibir

El distrito Casco Histórico-Centro de la capital cordobesa, que agrupa a un total de 14 barrios, está logrando recuperar músculo poblacional después de registrar, desde 2018, un descenso paulatino y constante en el número de vecinos censados, que se aceleró durante ... los años de la pandemia del coronavirus, según los datos estadísticos publicados por el Ayuntamiento de la ciudad.
Así, en el ejercicio 2018 residían en esta zona de Córdoba un total de 46.955 personas. Doce meses después, se constató una leve bajada hasta los 46.620, que se acentuaría con el inicio de la crisis sanitaria del Covid: al cierre de 2020 vivían en el Casco Histórico-Centro 45.780 habitantes, que pasaron al mínimo de la serie en 2021:44.969. En un año, el azote del virus de Wuhan, principalmente, provocó que los barrios de esta área de la ciudad perdieran un 3,5 por ciento de su población. No obstante, 2022 dio un giro de 180 grados a la situación: ese ejercicio, los domiciliados en los barrios más céntricos volvieron a aumentar hasta los 45.122.
Junto a la irrupción del SARS-CoV-2, que motivó un éxodo a zonas periféricas menos pobladas, además de decesos, se pueden argüir otros motivos para explicar la reducción demográfica durante los citados ejercicios. Por un lado, gana enteros el fenómeno de la 'mercantilización', por la proliferación de viviendas turísticas y negocios, sobre todo, en los espacios más cercanos al principal monumento de la capital, la Mezquita-Catedral.
Además, como sucede en otras ciudades, también está presente la denominada 'gentrificación': los inmuebles, o son muy antiguos y grandes, o de lujo, de ahí los precios. El último informe de Idealista situaba el coste del metro cuadrado en la zona a 1.722 euros, bastante por debajo de la media (1.464 euros).
Igualmente, las nuevas promociones inmobiliarias proliferan en las áreas de Poniente y Levante, concentrando a un mayor número de población en estas zonas ante las ventajas de los residenciales (mayores espacios y servicios, y mejores accesos a las vías de comunicación) frente a los hogares instalados en el Casco.
Principal factor de cambio
No obstante, el cambio de tendencia en los números a 31 de diciembre de 2022, con un leve aumento en el total de residentes (153 más) hace pensar que fue principalmente el fin de la pandemia lo que pudo reavivar la vuelta al Casco y Centro. Cabe recordar que fue ese ejercicio cuando se dio carpetazo a las medidas sanitarias preventivas:el uso de la mascarilla en exteriores -la única restricción que se impuso en la Navidad de 2021- decayó en febrero de 2022 y a partir del 20 de abril dejó de ser obligatoria en interiores.
¿Qué barrios son los que han recuperado vecinos? El curso que han seguido es dispar. El área que más habitantes ganó en 2022 con respecto al año anterior fue la zona de San Lorenzo, que pasó de 5.599 a 5.726 (+127). Le siguió Tejares, donde 76 personas se empadronaron el citado ejercicio, elevando el total de residentes hasta los 4.326; y el tercer enclave que más se pobló fue La Magdalena, que pasó de 3.134 a 3.208 habitantes (74 más).
La zona que más domiciliados suma del Casco Histórico-Centro, el denominado como 'Centro Comercial', que engloba las calles que concentran el mayor número de negocios, como son Cruz Conde, Gondomar, Jesús y María y Concepción, entre otras, también vio crecer su masa poblacional: aquí se pasó de 7.410 a 7.465 habitantes.
A mayor distancia, con crecidas poco abultadas, figuran el barrio de San Pablo-San Andrés, donde se registraron 12 residentes más hasta sumar 2.584; y San Basilio (pasó de 837 a 845). Prácticamente igual se mantuvo la Ribera, que ganó un habitante hasta los 1.258.
En el otro lado de la balanza figuran el resto de áreas, con San Cayetano a la cabeza: en 2022 perdió 103 residentes, al pasar de 3.592 a 3.489.
Entre 2018 y 2022, la zona del Centro Comercial y la Catedral son las que más vecinos han perdido, con un total de 565
San Pedro-San Francisco, así como las zonas de Santa Marina, Molinos Altas y Vallellano vieron reducidos en una veintena de habitantes cada uno su censo, según los datos de la estadística municipal.
Pese a la reversión de la tendencia de pérdida de vecinos en las áreas más céntricas de la ciudad, el análisis de los datos de 2018 a 2022 hablan de un descenso global de los residentes del Casco y del Centro de casi un cuatro por ciento: a 1 de enero de 2023 había en estas zonas 1.833 pobladores menos, al pasar de 46.955 a 45.122.
Por barrios, la zona del Centro Comercial y la Catedral figuran a la cabeza, con 296 y 269 habitantes menos, respectivamente, en 2022 frente a los que había registrados en 2018. En estos casos sí que cobran peso la proliferación de viviendas con fines turísticos que desplazan a los residentes originarios.
De hecho, el propio alcalde, José María Bellido, ha llegado a reconocer que existe y es un problema en el Casco, «sin llegar a ser un drama», y que «hay que intentar que convivan el legítimo desarrollo de alojamientos y viviendas para los visitantes que llegan a la ciudad por parte de los propietarios, con el legítimo interés público de la ciudad de que no se convierta el Casco Histórico en un gran alojamiento turístico sólo». Precisamente, este es uno de los objetivos del Plan de Gestión del Casco, que piensa en una repoblación, atraer a personas jóvenes para que tengan su primera vivienda en el Casco.
La lista de barrios de estas zonas que más vecinos han visto marcharse han sido San Cayetano (en 2018 tenía 3.680 residentes, que pasaron a 3.489 en 2022, 191 menos); Santa María (de 4.136 a 3.960); San Pedro-San Francisco, con 143 menos); el Cerro de la Golondrina (que al cierre de 2022 tenía 135 censados menos -2.709 en total); Vallellano (-132);San Pablo-San Andrés (-129); San Lorenzo, con 112 pobladores menos;o el barrio de San Basilio, cuyas viviendas han perdido un centenar de moradores entre 2018 y 2022.
Por contra, aunque también con menos residentes pero con descensos mucho más moderados figuran la Ribera, que sólo ha perdido una treintena; La Magdalena (26 menos) o Tejares, con apenas 20 menos.
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