tribunales
Los acusados del expolio de la leona ibera de Montoro recurren el auto de procesamiento ante la Audiencia de Córdoba
El juez instructor concluía la investigación con cuatro acusados en un auto que ahora debe confirmar o no el tribunal de segunda instancia
'Operación Leona': Así se blanquea una obra de arte de 2.600 años

El caso del expolio de varias piezas íberas como una leona, figuras zoomórficas, de más de 2.600 años en una finca de la Campiña cordobesa en 2016 está a punto de concluir su fase de instrucción y que dará paso al juicio si la Audiencia Provincial confirma el auto de procesamiento de los cuatro investigados en esta causa, una de las de mayor calado por lo valioso de estas piezas únicas en el mundo.
El auto dictado por el Juzgado de Instrucción de Montoro número 2 contra los cuatro investigados por delitos contra el patrimonio histórico y por blanqueo de capitales ha sido recurrido ante esta segunda instancia que deberá ahora decidir sobre si lo confirma o no, según han confirmado a ABC fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Esta pieza judicial se enmarca dentro de una trama de compra y venta de arte a gran escala desmarañada por la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional que se sigue en un Juzgado de Barcelona con el resto de investigados, en su mayoría anticuarios que iban a vender las piezas a coleccionistas.
La investigación judicial continuó en el Juzgado de Montoro apuntando a estos cuatro investigados por delitos contra el patrimonio histórico y blanqueo de capital que podrían haber cometido tras expoliar las piezas -considerando por tanto que el lugar de donde se extrajeron es un yacimiento arqueológico-, y de otro lado, venderla en el mercado negro obteniendo una importante cantidad de dinero que intentarían introducir en el circuito legal por medio de operaciones económicas no legítimas.
La instrucción del caso que se inició en Jaén a punto de concluir está en su fase previa a la apertura de juicio aún no ha concluido y se mantiene abierta con los cuatro imputados, según informaron a ABC fuentes de Fiscalía y del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Esta pieza no tiene que ver con la colocación de las piezas a los clientes finales sino con su extracción ilegítima en el término municipal de Montoro y su salida del territorio sin los permisos correspondientes.
Tal y como ha publicado ABC, el presunto expolio se produjo durante unas labores agrícolas en 2016. El agricultor contrató a dos trabajadores, uno manejaba un bulldozer y el otro se encargaba de transportar los materiales.
De repente, entre los terrones apareció una leona íbera de piedra. El trabajador que movía la maquinaria pesada, según el relato de jefa de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional, Montserrat de Pedro, se da cuenta del calibre del hallazgo y «urdió un plan para vender por su cuenta una escultura que, como después se supo, tiene 2.600 años de antigüedad».
Tras el descubrimiento, uno de los trabajadores contratados sigue excavando en busca de más piezas. Halla una segunda leona y ese mismo día las saca de la finca sin conocimiento del propietario ni dar aviso a las autoridades. En los días sucesivos trabajará en la misma zona remozando las tierras con la esperanza de hallar aún más tesoros.
En ese momento, comienza a discutir con el segundo trabajador, que se da cuenta de que la faena no avanza ya que el conductor del bulldozer no se mueve del sitio. Para continuar con las excavaciones ilícitas, el primer empleado urde una artimaña: le cuenta al propietario que la maquinaria se calienta demasiado durante el día y que es mejor seguir la contrata por la noche. Lo que en realidad quiere el cazatesoros es mantener su búsqueda sin ningún estorbo.
Valioso conjunto
El agricultor accedió, pero el vigilante de la finca sorprendió una noche al operario con un detector de metales. El empleado dejó de trabajar en la finca por motivos que la Policía no ha determinado. Puede que terminara la tarea o que el propietario sospechara acerca de sus actividades ilícitas. El relato de la Policía revela cómo la mujer y la hija del trabajador coaccionaron al propietario de la finca para que aceptara el negocio ilícito. No lo consiguieron, pero para entonces ya habían sacado de la tierra objetos muy valiosos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete