dopaje
El abogado exciclista que se doctoró en sospechosos de dopaje
José Rodríguez ha defendido a Marta Domínguez, Valverde, Paquillo o Sevilla y ha alterado el sistema antidopaje con la sentencia del pasaporte biológico
Antidopaje clama contra los jueces

La primera reacción de José Rodríguez García (Madrid, 56 años) ante su protagonismo en un reportaje es la reticencia. «Yo no soy noticia», dice el abogado que ha alterado el sistema antidopaje en España al imponer el criterio de su defendido, el ciclista Ibai Salas, ... respecto la vigencia del pasaporte biológico como método sancionador. Pero a Rodríguez le avala una doble licenciatura, es doctor en Derecho por la Universidad madrileña Carlos III y fue ciclista en los años de plomo de este deporte, los noventa.
Ese conocimiento por duplicado del deporte y la jurisprudencia lo ha convertido en el asesor de referencia de los atletas españoles en problemas. Fue abogado de Marta Domínguez, Alejandro Valverde, Paquillo Fernández, Óscar Sevilla y otras decenas de investigados que pasaron el trance de los controles positivos o las investigaciones con dopaje de por medio.
José Rodríguez fue un velocista reconvertido al trabajo gregario que disputó 14 grandes carreras (8 Vueltas, 4 Giros y 2 Tours), consiguió seis victorias en diez temporadas y ayudó a Fernando Escartín a escalar a los podios de la Vuelta en 1997 y 98. Fue pasajero del Seur y del Kelme, el equipo de las avispas de Vicente Belda en el que trabajó como asesor principal el dichoso médico de las operaciones Puerto y Galgo Eufemiano Fuentes.
«Yo empecé a estudiar Políticas, pero lo dejé, y durante mi etapa como ciclista me matriculé en Derecho», manifiesta a ABC.
Su relación con el ciclismo y con otros deportistas le transportó hacia una especialización que parecía consecuencia natural de sus andanzas. El dopaje. Al protagonista no le gusta esa segmentación y recuerda que no solo vive de los positivos y los temas escabrosos de farmacia.
«No me he dedicado solo a eso. He asesorado a Carolina Marín y las gentes del bádminton sobre los derechos de imagen, he ayudado a muchos futbolistas en los despidos laborales, fui el primero que consiguió indemnizaciones para estos profesionales. No solo llevo casos de dopaje», puntualiza.
Presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales nada más abandonar el pelotón, se percató pronto que la abogacía y el derecho a la defensa de los deportistas le resultaría más rentable. Asumió el caso de Alejandro Valverde, el ciclista fetiche del Movistar durante la última década que fue sancionado con dos años (de 2010 a 2012) por su relación con Eufemiano Fuentes en la lista de clientes de la operación Puerto. «Cuando cogí el caso de Valverde ya no era presidente de la asociación de ciclistas», rememora. Ambos perdieron el litigio. El TAS confirmó el castigo al ciclista murciano.
Los arrepentidos
A Valverde le siguieron los episodios más violentos emocionalmente del deporte español. El proceso de la operación Galgo contra Marta Domínguez en su vinculación con Eufemiano Fuentes, la operación Grial que destapó al marchador Paquillo Fernández en posesión de sustancias prohibidas, la confesión del ciclista Moisés Dueñas apartado del Tour por un positivo de EPO, la defensa de Santi Pérez por transfusión de sangre en la Vuelta 2004...
«¿Por qué voy a tener mala conciencia? -se pregunta José Rodríguez-. Aquí hay un error de concepto. Todo ciudadano tiene derecho a una defensa. Yo defiendo al deportista, pero no siempre persigo que se declare inocente. En muchas ocasiones ya se ve de antemano que le van a sancionar y mi trabajo consiste en que sea le menor sanción posible».
José Rodríguez preserva su ética profesional. «Hay muchas maneras de ver esto. A muchos deportistas les dije que no les defendía porque al analizar el caso no vi ninguna línea de defensa. No engaño. No defiendo a todo el mundo».
El abogado no quiere ser el malo de la película y recuerda otro tipo de situaciones. «Gracias a mi trabajo, algunos casos han servido a las autoridades para investigaciones penales de redes de dopaje, con médicos, farmacéuticos y almacenaje de sustancias prohibidas. Los deportistas han colaborado. Es un ángulo que no se suele ver. Dueñas, por ejemplo, colaboró, aunque obtuvo muy poco rendimiento del arrepentimiento».
Colaborar
En la visión periférica de los submundos del dopaje, el abogado madrileño asegura que los culpables no son solo los deportistas que se dopan. «No son los únicos responsables, pero sí los únicos sancionados. Muchas son víctimas que colaboran para reducir la sanción, pero siempre se aprovechan de la situación médicos, farmacéuticos y demás».
«Recuerdo un caso de un ciclista famoso, Óscar Sevilla -cuenta Rodríguez-. Tuvo un accidente en carrera, lo llevaron a urgencias al hospital, le pusieron un tratamiento, hizo un control al día siguiente y ya hubo caso. No se tuvieron en cuenta las circunstancias».
En la pregunta crucial (usted fue ciclista, ¿qué es para usted el dopaje?), el abogado ofrece una respuesta difusa. «La situación ha mejorado mucho. Hay mucha más información y ha cambiado la conciencia del deportista y de su entorno. Dopados, como tramposos en la sociedad, va a haber siempre. Pero ha habido una evolución clara hacia la profesionalización, la nutrición, la metodología, la tecnología... ¿Las bolsas de sangre de Eufemiano? Estamos en otra época, yo creo que mejor. El ciclismo de ahora no tiene nada que ver con el ciclismo que yo conocí. No podemos criminalizar siempre a los mismos deportes. Mira el tema de los exfutbolistas italianos...».
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