CRÍTICA DE:
'Los vivos', de Emiliano Monge: el drama de los desaparecidos en Latinoamérica
NARRATIVA
Esta novela es un ejercicio fascinante de los recursos del lenguaje que solo un escritor de la talla del autor mexicano podía asumir
Otras críticas del autor
Esta novela es una excepción dentro de la narrativa de Emiliano Monge (Ciudad de México, 1978) y a la que ha debido dar cierta importancia pues su estilo, hasta ahora hecho de frases largas y tiempos lentos, se acorta aquí hasta el punto de ... semejar líneas de poemas, a veces, otras, un a modo de greguerías y las más de las veces, párrafos cortos, fragmentados e ideados con suma intensidad.
Incluso los personajes tienen nombre, muchos de ellos, de abstracción deliberada: Hincapié, Vestigia, Endometría, Cienvenida, Herencia, el Niño … junto a otros, Lucía, Justo, concretos y con un registro de voz distinto, dotando a esta novela de una inquietante atmósfera que creo es lo más conseguido de ella, pues la ilumina.
NOVELA
'Los vivos'

- Autor Emiliano Monge
- Editorial Random House
- Año 2024
- Páginas 248
- Precio 17,90 euros
La narración se muestra, así, como el único modo de abordar un tema un tanto escalofriante, la de los más de cien mil desaparecidos, y algunos que terminan apareciendo, los menos, en el continente latinoamericano, considerada la cosa como una plaga siniestra de casi irresoluble solución. De ahí que el autor termine dejando un límite que la literatura no debe, ni puede, traspasar: «No queda, por lo tanto, en esta historia ninguna situación que aún haya que seguir. Acaso, lo que queda, es un rumor, algo que fue y ya no es, una huella. Y eso, una marca así, no puede ser tocada por la literatura».
Monge, un autor que viene de un país célebre por su culto a los muertos, refleja en 'Los vivos', las dos caras del asunto: lo indeterminado y lo que corresponde a lo que nosotros entendemos por la vida, lo concreto, lo iluminado. De ese contraste surgen estas páginas de rara e intensa escritura que muchas veces alcanzan categoría de poema.
Esta novela tiene una inquietante atmósfera que es lo más conseguido de ella, pues la ilumina
Lo que une a los desaparecidos con los dejados atrás es el lenguaje, que conecta el pasado y el futuro y así hace que el tiempo parezca detenerse. «Las palabras vueltas cosas o nudo entre cosas; las palabras como puentes entre el antes y el después, dándole forma al tiempo». De ahí que este libro pueda ser entendido solo si atendemos que es el lenguaje mismo el que es capaz de hacerse con la realidad y que ésta solo pueda ser entendida a través de la literatura, capaz de convocar a los desaparecidos, a los muertos y dotarles, a través del lenguaje, de su realidad. Es, por tanto, un libro sobre la soledad y la locura, la memoria y el olvido.
La historia de Hincapié y Vestigia es la de aquellos que se aferran al pasado como tabla de salvación porque creen que la memoria terminará volviendo, por eso el presente no termina de manifestarse en su cruda realidad. De ahí que se agarren a la esperanza y por eso mismo desesperan. Con estas aparentes paradojas, Emiliano Monge ha escrito un libro en cierto sentido único porque así lo requería la dureza de lo que se expresa: el dolor, la angustia, el contacto cotidiano con la droga, la esperanza, el amor, incluso, solo puede darse mediante este subterfugio que acaba con la linealidad del lenguaje que empleamos normalmente y que se muestra ineficaz para dar cuenta de la realidad del otro lado. 'Los vivos' es un ejercicio fascinante de los recursos del lenguaje y desde luego solo un escritor de la talla de Monge podía asumir ese riesgo.
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