125 ANIVERSARIO
Las primeras huellas de la creación femenina en la SGAE
Las mujeres entraron con cuentagotas en la entidad, que celebra el 125º aniversario de su creación el 16 de junio, y hoy hay casi 30.000 socias
La SGAE apela al espíritu de 'La Barraca' en su 125 aniversario

El 16 de junio de 1899, en unos días se cumplirán ciento veinticinco años, un grupo de autores y compositores se reunieron para firmar ante el notario Antonio Turón la escritura que daba nacimiento a la Sociedad de Autores Españoles (SAE) -origen de ... la Sociedad General de Autores de España, la SGAE-. Eran Vital Aza, Carlos Arniches, Ruperto Chapí, Sinesio Delgado, José Francos Rodríguez, José López Silva, Tomás López Torregrosa, Miguel Ramos Carrión, Eugenio Sellés, Eusebio Sierra y Joaquín Valverde y Sanjuán. La primera junta directiva tuvo a Vital Aza como presidente, a Sinesio Delgado como secretario, y a Ruperto Chapí, Miguel Ramos Carrión, Carlos Arniches, Serafín Álvarez Quintero y Joaquín Valverde y Sanjuán como vocales. Poco después se asociarían también Tomás Bretón, los hermanos Álvarez Quintero, Federico Chueca...
Durante un par de años, por el número 8 de la calle del Florín, en Madrid -primera sede de la SAE- no se vieron más que levitas, chisteras y pantalones. Hasta 1901 no apareció la primera falda; fue la de Casilda Antón del Olmet y López de Haro, una poetisa, dramaturga y periodista onubense, nacida en 1871, que fue la primera socia de la entidad. Registró una comedia dramática en tres actos y en prosa titulada 'En conciencia', que fue al cabo su única aventura teatral; estrenara en el Teatro Español de Madrid el 20 de abril de 1901, resultó un absoluto fracaso. Mariluz González Peña, directora del Centro de Documentación y Archivo (Cedoa) de la SGAE, cuenta que «en la Carta-Prólogo al Duque de Tamames que aparece en la publicación de la obra, la propia Casilda habla de prejuicios contra las autoras y se queja de la poca competencia que podía hacer su obra a la 'Electra' de Galdós, representada inmediatamente antes que la suya en el Español». El fracaso le hizo abandonar el teatro y dedicarse a la poesía y el ensayo. Con motivo precisamente del 125ºaniversario de la entidad, se ha presentado la página web del Archivo SGAE, desde la que se pondrá a disposición del público el catálogo en línea de sus colecciones; aproximadamente un diez por ciento de los más de 130.000 registros del Cedoa serán accesibles digitalmente.
Casilda Antón del Olmet y López de Haro abrió una lista de mujeres que fue creciendo con cuentagotas -«hubo un incremento grande en 1932, con la República, cuando se cambió de Sociedad de Autores a SGAE», revela Mariluz González Peña- hasta alcanzar, en la actualidad, las 28.619 socias, que representan el 20,7 por ciento del corpus autoral, según datos de la entidad. Tras su fracaso teatral, Casilda encontró refugio en otros estilos literarios. Entre sus trabajos figura un ensayo de curioso título: 'El servicio doméstico: memoria sobre la necesidad de fundar una sociedad de señoras para la protección y moralidad de la sirviente, como medio de evitar un contingente a la trata de blancas', en el que dejó constancia de la situación de abandono de muchas mujeres dedicadas al servicio doméstico en la España de la época.
En 1905, cuatro años después de la autora onubense, se hizo socia una de las figuras femeninas más importantes de la historia de la literatura española: Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 16 de septiembre de 1851-Madrid, 12 de mayo de 1921). El presidente de la SAE era, en aquel momento, Benito Pérez Galdós, con quien es sabido que mantenía una relación muy especial. «Supongo que aprovechó la coyuntura», apunta González Peña. Doña Emilia ingresó con su obra 'Cuesta abajo', una 'comedia dramática en cinco actos y en prosa' que estrenaría en enero de 1906. La autora ya había escrito otras obras que se conservan en el archivo de la SGAE, como 'La suerte' (1905) o el monólogo 'El vestido de boda' (1898), escrito para Balbina Valverde. «Era la suegra de Sinesio Delgado, el impulsor de la SAE, así que todo estaba relacionado», dice la directora del Cedoa.
Benito Pérez Galdós también tuvo que ver, seguramente, con el ingreso en la Sociedad de Autores Españoles de Sofía Casanova (Almeiras, La Coruña, 30 de septiembre de 1861-Pozna, Polonia, 16 de enero de 1958) , la primera mujer corresponsal de guerra en nuestro país, que cubrió para ABC la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa -es célebre su entrevista a León Trotski-. El autor de los 'Episodios Nacionales' dirigía entonces el Teatro Español, donde Sofía Casanova estrenó su única obra teatral: 'La madeja', que define como «comedia frívola en tres actos y en prosa». «Galdós dio bastantes oportunidades a mujeres», dice Mariluz González Peña, que añade. «Sofía era una mujer increíble... Bueno, todas estas mujeres de esta época lo son; era muy complicado hacerse un nombre en un medio que era muy de hombres. En todas encontramos muchísimo interés por la educación de la mujer, porque eran conscientes de que sin eso no tenían ninguna oportunidad».
Pioneras
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Casilda Antón del Olmet
Poetisa, dramaturga y periodista, fue la primera socia de la SAE. Ingresó con su obra teatral 'En conciencia', cuyo estreno fue todo un fracaso

Sofía Casanova
La primera corresponsal de guerra española, que cubrió para ABC la I guerra mundial, se hizo socia con su único texto teatral, 'La madeja', estrenado en el Teatro Español

Emilia Pardo Bazán
Ingresó en la SAE en 1905 de la mano de su entonces presidente, Benito Pérez Galdós. Su primera obra registrada se titulaba 'Cuesta abajo'
De la dificultad para hacerse un hueco en el mundo de los autores da fe el hecho de que son varios los casos de mujeres que publicaban sus obras bajo seudónimo. Una de ellas era Palmira Ventós (Barcelona, 6 de febrero de 1858 - Barcelona, 11 de noviembre de 1916), que escribía bajo el seudónimo de Felip Palma. También se refiere Mariluz González Peña a Pastora Echegaray (Murcia, 28 de septiembre de 1850 - ? 1898), hermana del premio Nobel de Literatura José Echegaray y de Miguel Echegaray, libretista de zarzuelas como 'El dúo de la Africana' o 'Gigantes y cabezudos'. Pastora escribió con el seudónimo Jorge Lacosta obras como 'Morir dos veces'; el ejemplar que se conserva en el Cedoa recoge el nombre real de la autora y debajo el seudónimo con el que se obtuvo «el diploma de socio de mérito en el certamen verificado en la ciudad de Barcelona en el año 1882, en honor del ilustre autor don Julián Romea, por la sociedad del mismo nombre».
Un caso curioso es el de Adela Pérez Méndez (Tragacete, Cuenca 1914- Madrid2013). «Hace un tiempo -relata Mariluz Gómez Peña- me escribió el archivero del Conservatorio de Amberes; les había llegado una partitura que no podían catalogar porque no sabía nada del autor: Emilio Mascaraque. A mí tampoco me sonaba de nada, pero entré en nuestra base de datos y me apareció el nombre de Adela Pérez, que utilizó aquel nombre masculino como seudónimo». Como Adela Mascaraque trabajó como pianista en el Ballet Nacional de España entre 1978 y 1992; trabajó con artistas como Pilar López, Alicia Alonso o Raphael. «A raíz de la llamada de Amberes contacté con los herederos, sus dos hijos, y hemos recuperado varias obras suyas. Tiene un catálogo de mas de doscientas obras registradas en la SGAE con ballets, un poema sinfónico, comedias musicales y canciones (algunas de ellas escritas junto a Gloria Fuertes).
De todas las mujeres que escribieron con seudónimo masculino, el caso más notable es el de María Lejárraga (San Millán de la Cogolla, La Rioja, 28 de diciembre de 1874 - Buenos Aires, 28 de junio de 1974). «Es la autora en la sombra de obras como 'El amor brujo', 'El sombrero de tres picos', 'Las golondrinas'... -cuenta la directora del Cedoa-. Tenemos aquí muchas obras teatrales suyas firmadas por su marido, Gregorio Martínez Sierra». Era un secreto a voces que era ella quien escribía los textos; el propio Martínez Sierra reconoció en 1930 por escrito la coautoría de su mujer. «Cuando se exilió en Buenos Aires -relata Mariluz González Peña-, tras la guerra civil habló de lo difícil que hubiera resultado estrenar sin la figura de su marido. Martínez Sierra tenía mucha habilidad para vender sus obras, para hablar con unos y con otros. Es posible que al principio, hasta que él dedicó sus mayores esfuerzos a la empresa -fue incluso presidente de la SGAE-, las ideas fueran de los dos, pero la que se sentaba a escribir y buscaba las situaciones era ella. Hay una fotografía muy conocida de ambos en la que se ve a María sentada escribiendo y a Gregorio mirándola por encima de su hombro».
«María -sigue- era una mujer asombrosa, que combinó la autoría teatral con su faceta de pedagoga, con su faceta de política -fue diputada con la república-, con su faceta de propagandista -en las elecciones de 1933 recorrió toda Andalucía y fue elegida diputada por Granada en la candidatura de Fernando de los Ríos, del Partido Socialista Obrero Español».
Pioneras

María Rodrigo
Fue la primera mujer que estrenó, en 1914, en el Teatro de la Zarzuela, una ópera, dirigida por ella misma: 'Becqueriana', con libro de los hermanos Álvarez Quintero

María Lejárraga
Durante años estuvo a la sombra de su marido, Gregorio Martínez Sierra, que firmaba los textos, que en realidad escribió ella, muchos de ellos para obras líricas

Pilar Millán Astray
Hermana del fundador de la legión, fue una dramaturga muy popular durante los años 20 y 30; 'La tonta del bote'. fue su obra más conocida. Tras la guerra siguió su actividad
En el epistolario familiar publicado recientemente, sigue González Peña, María escribió desde su exilio de Buenos Aires a su familia en Madrid y dejaba entrever en ocasiones que ya estaba un poco harta de su 'anonimato'. Dejó muy claro que las obras musicales eran completamente suyas, y que Gregorio Martínez Sierra ni pinchaba ni cortaba nada. «En la correspondencia que mantuvo con Manuel de Falla se ve claramente que con quien trata todo es con María y no con Gregorio; después, para la puesta en escena, sí era él con quien había que contar».
Dolors Monserdà de Macià (Barcelona, 1845-Barcelona, 1919) fue junto a Carmen Carr y María Josefa Masasanes una de las pioneras del feminismo en Cataluña, y la primera mujer en presidir unos Juegos Florales, en 1909. En la sede del Cedoa se conservan, por ejemplo, 'Sembrad y recogeréis', una comedia en tres actos que se estrenó en 1874 en el Teatro Romea de Barcelona, y también una obra en catalán, 'Aplech a les Astunes', una «jira campestre» para voces solas de la que escribió la letra. La música era de Cándido.
Natividad de Rojas (Antequera, Málaga), cuenta Mariluz González Peña, «es la primera mujer, de la que se conserva una zarzuela estrenada en España: 'Una apuesta en la velada de San Juan', que vio la luz en el Teatro del Circo de Madrid el 24 de enero de 1865. Tanto el texto como la música eran suyas, aunque desgraciadamente la partitura no se conserva. Era muy habitual que las compositoras de esta época escribieran también el texto de sus obras, no sé si porque no encontraban ningún 'egregio' varón que quisiera colaborar con ellas. También era muy habitual que colaboraran con otras mujeres.



Una de esas mujeres es Narcisa Freixas (Sabadell, 13 de diciembre de 1859-Barcelona, 20 de diciembre de 1926) -la primera autora de la que se conserva en el Archivo de la SGAE, en este caso en su sede barcelonesa, una partitura-. «Trabajó con Palmira Ventós, con la que escribió una zarzuela».
Cuenta la directora del Cedoa que este centro ha emprendido desde hace un año o año y medio «la tarea de ir recuperando partituras de estas mujeres para que estén disponibles y puedan ser interpretadas». Y habla de María Rodrigo (Madrid, 20 de marzo de 1888-Puerto Rico, 8 de diciembre de 1967), «una compositora importantísima. Fue la primera mujer que estrenó una ópera en el Teatro de la Zarzuela, 'Bequeriana', que se ha recuperado incluso en disco. Aquí tenemos también una zarzuela, 'Diana cazadora, o pena de muerte al amor', con texto de los hermanos Álvarez Quintero, que tiene también edición de canto y piano. Pero hemos copiado la partitura entera, así que si alguien la quiere representar, ya puede hacerlo perfectamente». A raíz de los conciertos que la SGAE organiza desde hace un par de años por el Día de la Mujer «se han ido copiando cosillas, añade González Peña; vamos poquito a poco». Otra de las partituras que se conserva es la de 'Los Ayes', «una de las piezas de María Rodrigo más interpretada. El texto, supuestamente, es de Gregorio Martínez Sierra; o sea, que realmente lo escribió María Lejárraga.
Más pioneras que destaca la directora del Cedoa: Adela Anaya (Madrid, 1899-Madrid, 1970). En el arhivo de la SGAE se conserva la partitura de su zarzuela 'La tirolesa' -«desgraciadamente, no tenemos el libreto»-, que estrenó el barítono Marcos Redondo en 1927 en el Teatro Circo de Cartagena. «Adela conoció a María Rodrigo y a María Lejárraga, e incluso existe una película pequeña de ella dirigiendo con mucha energía a la Banda Municipal de Madrid en la plaza de Toros, con un coro enorme -revela Mariluz González Peña-; Adela es la autora de uno de los himnos oficiosos de la República: '14 de abril', con letra de su hermano, Francisco Anaya.
Remedios de Selva y Torre (Bilbao, 1877 - Madrid ¿?) era sobrina de Vicenta Selva, la mujer de Ruperto Chapí. Escribió varias zarzuelas infantiles y también para adultos -tanto el texto como la música-; Mercedes Ubach, «de la que solamente sabemos que estrenó una zarzuela, 'La gran turca', y conservamos algún número musical más; pero no hay forma de conseguir un solo dato suyo, es un misterio. Me he puesto incluso en contacto con los socios que se apellidan Ubach, para ver si alguno tiene que ver con ella». Luisa Casagemas (Barcelona, 12 de diciembre de 1863 - Madrid, ¿?) fue la primera mujer que estrenó una ópera en España, 'Schiava e Regina'; que fue premiada, dice González Peña, «en la Exposición Universal de Chicago de 1893, y se iba a estrenar en el Liceo de Barcelona cuando se produjo el atentado anarquista y lo frustró. La escribió con 17 o 18 años, fue un prodigio de precocidad».
La lista de ejemplos se completa con Elena Arcediano, «una mujer misteriosa de la que solo conocemos la fecha de su nacimiento, 31 de marzo de 1903, y su número de socia, 902; su obra teatral 'Mujeres solas', era algo 'revolucionaria' para la época por el papel de la protagonista: presenta a una mujer muy independiente que quiere vivir de su trabajo... Igual era demasiado para entonces».
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