La SGAE apela al espíritu de 'La Barraca' en su 125 aniversario
La entidad programa unas escuelas sociales y un congreso sobre IA en su cumpleaños
Ya no es ciencia ficción: la inteligencia artificial, un terremoto en la cultura

Antes que internet y la inteligencia artificial fue la televisión, y antes el cine, y la radio, y los gramófonos, y antes incluso fue la avaricia de los empresarios teatrales. El concepto de derechos de autor, desde que existe, siempre ha estado amenazado. Estamos ... a finales del siglo XIX, principios del XX, cuando España perdió Cuba y Filipinas. El país estaba en crisis, pero los teatros se llenaban. A Benito Pérez Galdós, tras el estreno de 'Electra', una multitud quiso llevarlo a hombros hasta su casa. «Pero a la vez, los autores y compositores no tenían quien los defendiera, no había en España una sociedad como sí existía en Francia», recuerda Antonio Onetti, presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Siguiendo el ejemplo francés, Sinesio Delgado y Ruperto Chapí, «de los pocos que podían permitirse plantar cara a los empresarios teatrales», dieron forma a la Sociedad de Autores Españoles (SAE), la actual SGAE, para recibir una remuneración justa por su trabajo.
De esto hace 125 años, que se cumplirán el 17 de junio, la fecha de la primera reunión de la Junta Directiva. «Así empezó todo, con once autores», según Onetti, entre ellos Vital Aza o Carlos Arniches. «Hoy somos 132.000 los que estamos afiliados a SGAE, pero SGAE sigue haciendo lo mismo: defender a los autores intentando que tengan una remuneración justa». Por eso, el primero de los actos que ha organizado la primera entidad de España en gestión de derechos de autor para celebrar su aniversario es un concierto gratuito en el Palau de la Música el próximo 15 de enero en homenaje a sus fundadores. Es el pistoletazo de salida de un amplio programa de actividades que incluye la puesta en marcha de unas escuelas sociales, siguiendo el espíritu de 'La Barraca' que en los años 30 impulsó Federico García Lorca, y la organización de dos congresos internacionales: uno dedicado al impacto de la inteligencia artificial y otro sobre la gestión colectiva de la propiedad intelectual.
«Con 'La Barraca 21' vamos a poner en marcha siete pequeñas escuelas sociales para clases extraescolares en Madrid, en Barcelona, en Valencia, en Bilbao, en Sevilla, en Las Palmas y en Santiago de Compostela. Hemos elegido siete barrios vulnerables, donde las enseñanzas artísticas muchas veces no llegan, y es una forma de intentar seguir trabajando por la inclusión social. Nuestros autores van a dar esas clases y es una iniciativa que hemos planificado para que dure dos años, de momento», señaló Onetti. Para los próximos meses la SGAE ha organizado también un concierto-festival de seis horas de duración dedicado a la música urbana, con «artistas de primer nivel» aún por desvelar, y homenajes a la bailaora Carmen Amaya o al músico de jazz Pedro Iturralde. Para finalizar, el día 17 de junio, coincidiendo con aquel día de 1899 en que la SGAE empezó a dar sus primeros pasos, se entregarán las medallas del 125 aniversario a una decena de autores por su contribución a la cultura española.
«No queremos que esto sea solo una mirada al pasado. Nuestro objetivo es seguir otros 125 años más, como mínimo», señaló Onetti, que después de esa década maldita que pasó la SGAE en los primeros años de los 2000, con varios escándalos judiciales, espera sacudirse por fin esa época convulsa. «Hace cinco años la SGAE estaba en la peor crisis de las últimas décadas. Hubo un apercibimiento de retirada de licencia por parte del Ministerio de Cultura. Eso habría supuesto cerrar. Cinco años después, la casa está normalizada. No solo se retiró el apercibimiento, sino que la CISAC nos readmitió tras expulsarnos por no cumplir una serie de estándares internacionales». Flecos judiciales quedan: aún no se ha abierto juicio oral por el caso Rueda y el propio Onetti ha sido citado este mes a declarar por la querella por la supuesta falsificación de votos. «Estoy muy contento de por fin poder ir al juez y aclarar lo que se está generando, porque tenemos la conciencia tranquila. Lo que quiero es poder poner mi honestidad sobre la mesa y que se acabe esto ya», valoró el presidente de la SGAE.
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Onetti también se refirió al impacto de la inteligencia artificial, después de que Bruselas aprobara hace unas semanas una primera regulación. «Queda mucha tela por cortar. Todavía está por cerrar cómo se valora todo lo que sirve de entrenamiento a la IA, que son las obras de los autores. Luego también está el concepto de autoría, hay que poner límites», dijo el presidente de la SGAE. Espera que el Gobierno legisle cuanto antes sobre este asunto: «Para nosotros es importantísimo, porque ya estamos viendo todos los días cómo la IA aparece por todas las esquinas». El objetivo, igual que hace 125 años, es «encontrar el marco adecuado que proteja los intereses de los autores» ante este nuevo «terremoto».
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