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Muere Thomas Stafford, el astronauta que comandó el primer 'abrazo espacial' entre EE.UU. y la URSS en plena Guerra Fría

Comandó la misión Apolo 10, pero nunca pisó la Luna; aún así, fue reconocido con una nominación al Premio Nobel de la Paz por participar en la primera misión conjunta entre Estados Unidos y la URSS

50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna

El astronauta Thomas Stafford NASA
Patricia Biosca

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El astronauta Thomas Patten Stafford (Oklahoma, 17 de septiembre de 1930) fue el comandante del Apolo 10, la última misión del programa antes de los históricos alunizajes. Nunca pisó la Luna, pero su aportación fue decisiva para que los Estados Unidos lo consiguieran dos meses después, en julio del 69. No fue su única contribución a la carrera espacial: también voló al espacio hasta en dos ocasiones en el Programa Gemini, banco de pruebas de la era Apolo. Pero la historia le estaba reservando un lugar destacado y en medio de la Guerra Fría le encomendaron el objetivo de liderar la parte americana de la primera misión espacial conjunta con la URSS, precursora de proyectos como la Estación Espacial Internacional y que para muchos significó el comienzo del fin de la contienda. Por ello, le nominaron al Premio Nobel de la Paz.

«Uno de los grandes héroes americanos», según ha calificado Max Ary, director del Museo Stafford del Aire y el Espacio dedicado a su nombre en su ciudad natal, Weatherford. Él ha sido el encargado de hacer pública la triste noticia de su fallecimiento a los 93 años en un hospital de Florida tras una larga enfermedad. «Estamos muy conmocionados y entristecidos por su fallecimiento. Es difícil decirlo porque era más grande que la vida», ha señalado Ary a Space.Com.

No ha sido el único que ha lamentado su muerte: Bill Nelson, administrador de la NASA, también ha querido expresar sus condolencias. «Hoy el general Tom Stafford se fue a los cielos eternos que tan valientemente exploró como astronauta de Géminis y Apolo, así como pacificador en Apolo-Soyuz. Aquellos de nosotros que tuvimos el privilegio de conocerlo estamos muy tristes pero agradecidos de haber coincidido con un gigante», ha señalado Nelson en un comunicado a través de redes sociales.

Una misión histórica

Año 1975. Aunque la Guerra Fría seguía en pleno apogeo, las potencias comenzaron a hacer algunas concesiones de paz ante un clima mundial en contra de las armas. Entre los gestos de buena voluntad, se ideó una misión a medias entre las agencias de EE.UU. y la URSS, la Apolo-Soyuz, una suerte de 'abrazo espacial' que para muchos significó el comienzo del fin del conflicto.

De una parte, dos cosmonautas soviéticos, Alexei Leonov, una leyenda por haber sido el primer hombre en realizar un paseo espacial en 1965; y Valeri Kubasov, quien había sorteado a la muerte hasta en dos ocasiones. De otra, el astronauta del Programa Mercury Deke Slayton, el único astronauta original del Grupo de los Siete que nunca había podido volar debido a un problema del corazón, junto con Thomas Stafford, veterano participante en dos vuelos con el Programa Gemini y uno con el Apolo. Además, fue elegido del lado norteamericano Vance Brand, quien nunca había volado al espacio.

En julio de aquel año las míticas Apolo y Soyuz se acoplaron por primera vez en un 'beso' que duró 44 horas. «¡Captura!», anunció Stafford comandante de la parte americana tras el acoplamiento de ambas naves. «La Soyuz y el Apolo se están dando la mano ahora», respondió Alexei Leonov, contraparte de Sttaford de la tripulación soviética. Durante todo ese tiempo, ambas tripulaciones intercambiaron banderas, regalos, charlas y experimentos. Ese saludo significó el pistoletazo de salida a una colaboración que acabaría décadas después con la construcción de la Estación Espacial Internacional.

Thomas Stafford y Alexei Leonov son fotografiados juntos durante el proyecto de prueba conjunto Apollo-Soyuz en órbita terrestre nasa

«Creo que fue una continuación natural», dijo Stafford del Proyecto de Prueba Apolo-Soyuz en una entrevista posterior, como quitándole relevancia al asunto. «Habíamos volado en el Apolo. Eso estaba terminado. El Skylab había sido cancelado... y los rusos todavía estaban en funcionamiento. Así que era una extensión natural».

Sin embargo, hoy su memoria está de luto: con la muerte de Stafford, solo Vance Brand queda como el último testigo vivo de aquella gesta histórica.

Preparando a las nuevas generaciones de astronautas

Tras la misión Apolo 10, Stafford fue seleccionado por la NASA como jefe de la Oficina de Astronautas y luego se desempeñó como subdirector de Operaciones de Tripulación de Vuelo en el Centro Espacial Johnson, en Texas. Además, después de la misión Apolo-Soyuz, ocupó el cargo de director del Centro de Prueba en Vuelo de la Fuerza Aérea, supervisando las instalaciones en las que se probaban tanto diseños del ejército como de la NASA. Tras retirarse, asesoró a varias empresas y también asesoró a la agencia espacial estadounidense y al Gobierno de EE.UU. en varias ocasiones.

Thomas Stafford habla después de recibir el Premio General James E. Hill Lifetime Achievement Award en 2019 NASA/Aubrey Gemignani

En cuanto a su vida personal, Stafford se casó con Faye Shoemaker en 1935 y el matrimonio tuvo dos hijas, Dionne Kay y Karin Elain. Se divorciaron en 1985 (Shoemaker murió en 2009) y Stafford se casó más tarde con Linda Ann Dishman en 1988. Adoptaron dos hijos, Michael Thomas y Stanislav 'Stas' Patten.

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