En la imagen, uno de los puentes del Prinsengratch- pilar arcos
No hay duda de que Ámsterdam es la ciudad de los canales, mas de 160 que recorren unos 100 km. navegables y atravesados por 1.703 puentes. Construidos en un principio para defensa y suministro de agua, acaban de cumplir cuatro siglos de existencia.
Durante todo este año se están celebrando muchos actos conmemorativos del 400 aniversario de los canales. Uno de los más importantes es el denominado «Chambres des Canaux» en el que una selección de 15 artistas ligados a la ciudad muestran sus obras hasta el 17 de noviembre en un entorno único y abierto al público para la ocasión, como la residencia del alcalde o la casa Huis van Brienen.
El hilo conductor de las exposiciones de arte contemporáneo es la idea de tolerancia, que siempre ha estado unida a la ciudad. Los visitantes pueden adquirir el pase «Chambres des Canaux», que les franquea el acceso a todos los edificios de la exposición, en la Oficina de Información Turística de la Estación Central, Leidseplein, en el aeropuerto, o en esta web.
Empezamos nuestro recorrido por los canales...
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Hoteles de diseño y confortables
Una habitación del hotel Andaz- pilar arcos
El recorrido puede hacerse en uno, dos o tres días. Lo primero será elegir un buen hotel que nos sirva de «campamento base». La oferta hotelera de la ciudad cubre cualquier necesidad. Desde las grandes cadenas internacionales como Hilton (en el Hilton de Ámsterdam tuvo lugar la famosa «encamada por la paz» de John Lennon en 1969) hasta hostels y pensiones para mochileros.
En un término medio-alto se han desarrollado últimamente los llamados hoteles boutique. Uno de ellos es el Andaz, de la cadena Hyatt (Prinsengracht 587). Dada su ubicación en el barrio de Jordaan, es perfecto para nuestras excursiones por los canales.
Diseñado por el vanguardista artista holandés Marcel Wanders, une en difícil equilibrio el diseño y el confort. Los aperitivos y las bebidas no alcohólicas del minibar, así como las llamadas locales y una excelente conexión wifi en todo el edificio son gratuitos.
Tarjeta «I Amsterdam»
La «I Amsterdam City Card» es algo imprescindible para este viaje. Con ella podemos acceder al transporte público GVB (Compañía de Transporte Municipal): tranvías, metro, trenes... ferrys por los canales, museos y exposiciones. También se pueden obtener descuentos en algunos restaurantes.
Una tarjeta de 24 horas cuesta 42 euros. Si compras un pase de transportes GVB para un día te costará 7,50 euros. Un crucero por los canales, 15. Una entrada al Museo Van Gogh, 15. Una entrada al Rijksmuseum, 30. Ya te habrás gastado 67,5, es decir, con la «I Amsterdam City Card» te habrías ahorrado 25,5 euros.
También hay tarjetas de 48 horas, 52 euros, y 72 horas, 62.
Se pueden adquirir online, en muchas tiendas y quioscos de la ciudad y en las Oficinas de Turismo.
Casi un millón de bicicletas
Para moverse libremente por Ámsterdam es imprescindible un calzado cómodo y/o una bicicleta. Aquí, el vehículo de dos ruedas no es un medio de transporte, es una forma de vida. Dicen que hay más bicicletas que habitantes, y de estos hay censados 780.000.
Desde los años 70 hay marcados carriles-bici por toda la ciudad, mucho más frecuentados que las calzadas para automóviles. Pero hay que tener cierta experiencia para ir sobre dos ruedas en Amsterdam sin causar accidentes ya que lo peatones, sobre todo los turistas no acostumbrados, se cruzan por todas partes.
La Estación Central es un buen lugar para alquilarlas. Junto al aparcamiento con capacidad para 7.000 bicis está «MacBike». Sus bicicletas se reconocen por unos llamativos sillines de color rojo que gritan: «¡Aquí va un turista!». Si quieres algo más discreto está «Bike City», en el barrio de Jordaan. Solo tienen las llamadas «bicicletas holandesas» o fixies, es decir, con una sola marcha y sin frenos. Para detenernos tenemos que pedalear hacia atrás. No es tan difícil como pudiera parecer.
Pero hay muchos puntos de alquiler por toda la ciudad. Otro puede ser Damstraat Rent-a-Bike, en la calle Damstraat 20, donde encontraremos «bakfiets», triciclos de transporte con una caja ideal para llevar niños o paquetes, y también los tandems, bicicletas vintage para dos.
En todas las Oficinas de Turismo VVV hay mapas con las rutas para bicis y toda la información necesaria para moverse sobre dos ruedas por la ciudad.
La tumba de Rembrandt
Uno de los principales lugares en los que se celebran los actos de las «Chambres des Canaux» es la Westerkerk (Iglesia del Oeste), Prinsengracht 281. Es fácil dar con ella en el canal Prinsengracht, pues se ve desde muchos puntos de la ciudad gracias a su torre campanario (Westertoren) de 85 metros de altura, uno de los edificios más altos de Amsterdam. Desde su galería superior se tiene una de las mejores vistas del conjunto de los canales.
De estilo renacentista (s. XVII), es la primera iglesia protestante abierta en la ciudad. Se cree que aquí están enterrados Rembrandt y otros pintores, quizá por ello es frecuentada por artistas que tienen un lugar reservado dentro de la nave para crear sus obras y exponerlas al público.
En su austero interior destaca un órgano rodeado por decoraciones de mármol y escayola con unas curiosas puertas de madera pintadas por Gerard de Lairesse (en la imagen). Y un gran pebetero llamado la Zarza Ardiendo, inaugurado en 2007 con la idea de unir a cristianos, judíos y musulmanes ya que el pasaje de la zarza que ardía sin quemarse aparece en los libros sagrados de las tres religiones.
A la salida se puede visitar la cercana Casa de Ana Frank, uno de los lugares turísticos más concurridos de Amsterdam.
Museo Bíblico
La «I amsterdam City Card» da derecho a visitar las Cromhouthuizen, cuatro casas típicas pegadas y con tejados a dos aguas, construidas en 1662 junto al canal Herengracht. Dos de ellas reciben el apodo de «El padre y la Madre» y las otras dos el de «Los hermanos gemelos».
Aquí vivió el rico comerciante Jacob Cromhout, cuyo apellido significa literalmente «Madera retorcida», por eso en la fachada hay un tronco de piedra. Desde 1975 acoge al Museo Bíblico. Si su arquitectura exterior es un ejemplo característico de las mansiones amsterdanesas, su distribución y decoración interior refleja la opulencia de la época.
En las Cromhouthuizen se celebran regularmente exposiciones y conferencias. En la imagen Siebe Tettero, experto en arte, explica en uno de sus salones los pormenores de los actos programados para las «Chambres des Canaux».
Las Nueve Callejuelas
En la imagen, la calle Singel con rótulos de Alfons De Letter- pilar arcos
De Negen Straatjes, literalmente Las Nueve Callejuelas, es una de las zonas más interesantes de Ámsterdam. Se encuentra entre las calles Leidsestraat y Raadhuisstraat y los canales Prinsengracht y Herengracht, a un paso de nuestro hotel. Y aunque no es de las más turísticas, puede que sea de las más representativas de la ciudad. Aquí encontraremos muchas de las tiendas más bonitas, cafés, pubs, restaurantes, boutiques, zapaterías, galerías de arte, floristerías... todas pequeñas, coquetas, con encanto... y bastante caras.
Pero si tengo que elegir una, me quedo con la tienda de rótulos y letreros Alfons De Letter, en la calle Singel 410, una tiendecita que hace esquina y que parece extraída directamente de otra época. Su especialidad son los rótulos esmaltados, y más concretamente, los números blancos sobre fondo añil de los portales de las casas. Muchos turistas compran el de la suya y se lo llevan a su país.
Zona ideal para pasear sin prisas, ver escaparates y observar a los amsterdaneses.
Quesería
Uno de los productos típicos holandeses más apreciados por propios y extraños son sus quesos. Sin salir del barrio de las Nueve Callejuelas, tenemos la que para muchos es la mejor quesería de Amsterdam, De Kaaskamer (literalmente El Salón del Queso), Runstraat 7 1016.
No hay pérdida, por fuera del escaparate, sobre la acera, colocan todos los días varios enormes quesos de Gouda que se ven desde lejos. Vale la pena entrar en la tienda aunque solo sea por su estimulante olor a caseína. Después de sentirlo, difícilmente se abandonará el establecimiento sin comprar nada.
Es verdad que hoy es fácil encontrar cualquier tipo de queso europeo en tiendas especializadas y grandes superficies de España, pero parece que el comprado en origen sabe mejor, ¿será porque es más fresco?
En De Kaaskamer están todos los holandeses (Gouda, Edam, Maasland, Texel, Leerdam, Old Amsterdam, Old Alkmaar...) pero también muchos otros quesos del resto de Europa, especialmente del Benelux y Francia. De España no encontramos ningún queso, pero sí jamón serrano etiquetado como «pata negra», cada vez más de moda en el extranjero.
Mejillones y puré de guisantes
La mayoría de los restaurantes de Amsterdam ofrecen comida internacional, muchos de ellos de gran calidad, comparable a la nueva cocina del norte de Europa, con influencias que han llegado desde Indonesia a Francia.
La gastronomía tradicional holandesa no ocupa lugares destacados en el ranking internacional, pero tiene platos interesantes. Destaca entre ellos la «erwtensoep», sopa de guisantes verdes, un puré que se toma con pan de centeno; los arenques, sobre todo ahumados; y los famosos mejillones de Zeeland, los mismos que se comen en Bélgica.
Uno de los mejores lugares donde hemos encontrado esa gastronomía local es el restaurante De Roode Leeuw, calle Damrak 93, junto a la Plaza Dam, el corazón de la ciudad. Se trata del restaurante del centenario Hotel Amsterdam, tiene el aspecto de una brasserie francesa con un interior bien decorado y una terraza cubierta que se puede utilizar todo el año. Buena comida, precios ajustados y servicio agradable aunque un poco lento.
Art Déco
El edificio De Bazel, Vijzelstraat 32, otra de las sedes de «Chambres des Canaux», toma el nombre de su arquitecto Karel de Bazel (1869-1923). Este curioso edificio de aspecto tan exótico como plúmbeo fue construido a principios del s. XX para la Nederlandsche Handelmaatschappij, la poderosa Compañía de Comercio de Holanda. Comprado por el Ayuntamiento en 1999, hoy alberga diferentes organizaciones como los Archivos de la Ciudad y la Oficina para los Monumentos y la Arqueología de Amsterdam.
Es un ejemplo claro de arquitectura art déco y en sus amplios salones se organizan diferentes exposiciones y conferencias. Es muy interesante la librería de venta al público de su planta baja, junto a la cafetería.
Residencia de artistas
Por la Rijksakademie van Beeldende Kunsten (Real Academia de Artes Visuales) Sarphatistraat 470, han pasado muchos de los artistas que ahora exponen en «Chambres des Canaux». Antiguo Cuartel de Caballería, es hoy una residencia de artistas financiada por el gobierno holandés, que alberga a muchos becarios de todo el mundo cuyos proyectos artísticos han merecido el aval de un jurado.
Cada año son admitidos como residentes unos treinta artistas de entre casi dos mil solicitudes. Uno de los actuales es Carlos Irijalba, un pamplonés de 34 años que trabaja en un insólito proyecto a base de infiltraciones de bismuto en sondeos que lleva a cabo en diferentes capas del subsuelo.
Otra es Karishma D'souza (en la imagen), nacida en Bombay aunque con ascendentes en Goa. Sus pinturas reflejan la vida cotidiana de la ascendente clase media india.
Esculturas de luz
Uno de los acontecimientos más destacados de todas las celebraciones que giran en torno a los canales de la ciudad será el Amsterdam Light Festival. Se inaugurará el próximo 6 de diciembre y durará hasta el 19 de enero. Cuarenta y cinco días en los que la luz será la protagonista durante buena parte del crepúsculo y la noche amsterdanesas. Proyecciones, instalaciones y montajes visuales aparecerán sobre los canales más céntricos y el río Amstel, impregnando a esos paisajes urbanos de por sí bellos con los colores de la paleta de un pintor electrónico.
Una de las obras más esperadas es la escultura aérea (en la imagen) que el Estudio Echelman desplegará junto a la Ópera de Amsterdam.