La Inteligencia Artificial, dice Fran Vaquer, ingeniero electrónico e industrial, no va a crear un nuevo mundo, pero “sí va a transformar éste”. No es un aviso baladí en momentos como estos. La suya, además, es la predicción de una de las mentes más punteras en IA y Turismo en España. Lo dice a sus 31 años, como socio fundador de una empresa puntera en juntar ambos sectores, Deepsense. Está en Benidorm y desde allí exporta sus ideas a todo el mundo: de guías robots a turismo predictivo. Son conceptos que pueden asustar. ¿Qué pasa con el trato personal? ¿Y con los empleos?

“No creo que los robots y la IA vayan a devorar a las personas, la tecnología viene a complementarnos. Podremos automatizar mucho más todos los procesos, pero siempre apoyados del componente principal que es la persona”, responde.

Mitad ingeniero, mitad humanista, no oculta los problemas que nos vienen, que ya están aquí: “Estamos viendo las deepfake, las imágenes generadas por IA que parecen totalmente reales...”. Cualquier tecnología, recuerda, siempre tiene un doble uso. Hecho el diagnóstico, aquí la receta: “Mucha responsabilidad”.

Fran Vaquer (Benidorm, 1992) es graduado en Ingeniería Electrónica e Industrial en la Universidad de Valencia con Mención de Honor a la mejor nota media de su promoción. Cuenta además con un Master en Big Data Analytics en la Universidad Politécnica de Valencia y otro de IA en la Universidad de Valencia.

Fundó su empresa en abril de 2021. Ese año dejó su anterior trabajo -en el que había creado y dirigido el Departamento de datos- porque “necesitaba nuevos retos”. Mientras se planteaba salir al extranjero - Edimburgo, en Escocia, y Oporto en Portugal eran sus destinos preferidos-, se encontró con un amigo de la Universidad, Quique García, en su misma situación vital. En algún momento, se dijeron, ya habían hablado de montar algo juntos y, eureka, ese era el momento. Así nació Deepsense, que hoy trabaja e investiga el futuro del Turismo con Invatur, el Instituto Valenciano de Turismo. Lejos de defender un turismo en el que la tecnología nos haga meros espectadores, apuesta por un turista más explorador, más activo y más conocedor del destino.

Dos años y medio después de aquel pistoletazo, Fran, relacionado con la ingeniería desde niño -su padre también está en el sector- se muestra más que orgulloso: “Siempre pensé que si algún día fundaba una empresa me gustaría que ayudara a la gente y que tuviera impacto en la sociedad. La IA y la tecnología enfocada al Turismo lo hacen”.

Entre lo que más aprecia de su trabajo, hijo de su generación, está la libertad de poder teletrabajar donde quiera y la libertad de horarios -no olvidemos que es su propio jefe-. “Sólo necesito mi ordenador y eso me permite viajar más y tener mucha más libertad de la que tendría en otros trabajos. Otra cosa que me gusta mucho es estar en el pico de la innovación. Tengo la suerte de estar en la cresta de la ola”. Así quiere seguir viviendo las próximas décadas. Disfrutando de su tiempo. Él le dedica mucho a la música: toca la trompeta en la Unión Musical de Benidorm. A los jóvenes les recomienda que, ante tanta red social adictiva, “toquen” más la vida real.

Así se extrae de su respuesta cuando le pedimos que les lance un consejo: “Que hagan actividades sin el móvil delante. Puede parecer hipócrita que yo lo diga, porque yo cuando tengo el móvil al lado me gusta mucho infórmame a través de Twitter, uso mucho LinkedIn por el trabajo, aunque cada vez uso menos Facebook o Instagram... Pero es verdad que es una pena que estemos tanto en las redes sociales porque nos perdemos parte de lo que es el mundo real. Sí, me dedico a esto y no soy el más crítico con las redes, pero hay que ir con cuidado en cuanto a su uso y las horas que le dedicamos”.