entrevista
«El ejercicio muscular y la dieta mediterránea son más eficaces que cualquier inyección o pastilla»
El investigador y experto en hepatitis C y cáncer de hígado, Manuel Romero, dice que hay que concienciar a maestros, políticos, profesionales sanitarios y el resto de población de que se pueden prevenir muchas enfermedades
«Las bebidas de zero azúcar tienen edulcorantes que pueden ser peores para la salud»
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El investigador sevillano Manuel Romero Gómez acaba de recibir el Premio Fama de la Universidad de Sevilla en reconocimiento a sus investigaciones sobre la hepatitis C y la Enfermedad Hepática Metabólica Grasa y su incidencia en el cáncer de hígado y hepatocarcinomas. Es el investigador ... responsable del grupo europeo 'Unidad de Hepatología«, ha publicado cientos de artículos científicos y dirigido más de 25 tesis doctorales.
¿De dónde procede su vena investigadora?
-Mi padre era un agricultor e investigaba mucho sobre los granos. Era un manitas y hacía de todo en casa, de electricista y de todo. Supongo que por ahí me vino la vena investigadora. Por esa curiosidad que él tenía por aprender y arreglar cosas. Cuando llegué en 1987 al Virgen del Rocío, me encontré con un ambiente muy propicio para la investigación y un hospital lleno de estudiantes a los que nos trataban muy bien. Las primeras prácticas las hice con el doctor Aguilar. Entonces ya me di cuenta de la importancia de este hospital y de su potencial investigador, más avanzado que en la mayoría de los hospitales. Yo me especialicé en el hígado y en la hepatitis C.
-¿Cómo logró situarse en la primera división de la investigación biomédica europea?
Por un proyecto europeo sobre el hígado graso. Había dos consorcios, uno del sur de Europa y otro del norte. La gente del norte tenía una reunión en Milán y pedí mi ingreso en ese club y al final me aceptaron porque quisieron contar con alguien del sur de Europa, que les aportara otra visión. Fui afortunado.
-Lo de ser de El Cuervo ayuda...
-Sí, me ayudó (risas). A partir de ahí nuestras investigaciones pasaron a ser de primera división y desde entonces hemos ido concatenando proyectos europeos. Y la gente que empezó conmigo o se ha ido incorporando posteriormente mi laboratorio ha ido progresando mucho, lo cual me llena de satisfacción.
-¿Cuáles son sus últimas investigaciones?
-Ahora estamos trabajando en medicina de precisión, lograr un cóctel con las terapias existentes y meterlo en el hígado para curar enfermedades. El 25 por ciento de la población tiene hígado graso, aunque muchos no lo saben. Algunos se morirán sin saberlo pero otros van a desarrollar enfermedades o van a ver agravados otras dolencias por culpa de esta patología.
-¿No debería ser la prevención de las enfermedades una apuesta estratégica del sistema sanitario cuando los recursos son limitados y la demanda asistencial, por el aumento de la esperanza de vida, no deja de crecer?
-La prevención evita muchas enfermedades y hay dos cosas que son básicas: la dieta y el ejercicio. Incluso una persona con una cirrosis hepática puede mejorar mucho si lo hace, o sea, que esas dos cosas curan y son mejores que muchas pastillas. Una persona con dieta mediterránea que evite a los enemigos del hígado como el alcohol, las bebidas azucaradas o los alimentos ultraprocesados tiene mucho ganado. El ejercicio y la dieta mediterránea son «polipíldoras», lo que pasa es que no están envasadas y no tiene una etiqueta de un laboratorio.
-¿Hasta qué punto pueden resultar también curativos?
-El ejercicio muscular puede revertir una cirrosis hepática. Nos ha llamado más la atención que las personas más enfermas son las que más pueden mejorar. Hemos regalado aceite de virgen extra a nuestros pacientes hepáticos. Con eso y el ejercicio se pueden salvar años de vida, es tan eficiente o más que cualquier pastilla o cualquier inyección. Nuestros últimos datos nos dicen que un 36 por ciento de los pacientes son capaces de revertir su fibrosis haciendo eso al menos un estadillo. Y eso son años de vida. Es una panacea de la salud.
-¿Y para los pacientes con enfermedades más avanzadas?
-Sabemos que todos nuestros pacientes no se van a curar con dieta sana y ejercicio y por eso tenemos que hacer medicina de precisión, un puzzle con ejercicio, dieta y algunas medicinas que le pueden ayudar para darle el mejor tratamiento. Tenemos dos moléculas que han demostrado que pueden revertir un estadillo de la enfermedad. Y hay un 50 por ciento de pacientes que necesitan esas terapias combinadas. Y estamos en eso.
-Usted es experto en hígado graso.
-El hígado graso es muy transversal y la antesala de patologías graves. También hace crecer el riesgo de accidente cerebrovascular y supone una ruta acelerada para cáncer de hígado y otras neoplasias de fuera del hígado, sobre todo cáncer digestivo.
¿Se puede prevenir el cáncer?
-En muchos casos, sí. Con ejercicio muscular y dieta mediterránea. Siempre me pregunto por qué no tenemos una unidad de rehabilitación hepática en nuestro hospital, cuando ya tenemos una cardiaca y otra respiratoria. Creo que nos daría un aumento de la supervivencia. El músculo es el principal aliado del hígado.
-¿Habría que poner un gimnasio en el Virgen del Rocío para sus pacientes?
-Ya tenemos salas de ese tipo en fisioterapia y en rehabilitación y en respiratorio y cardiología. Nos falta en nuestra unidad.
-¿Ha empeorado la salud de los pacientes que llegan a su consulta en los últimos años?
-Sí. Y en el hospital estamos muy preocupados sobre todo con la obesidad infantil. A mí me llegan chicos y chicas con 18 años con unos problemas metabólicos tremendos, obesidad, diabetes y sedentarismo. El sedentarismo es el peor enemigo del hígado y del corazón. El hígado es como el defensa central del organismo y si cae, ya va a caer a todo.
¿La tecnología está haciendo mucho daño a la salud de los adolescentes?
-Está haciendo daño a la salud de los adolescentes y de los niños porque ya no juegan en la calle y no se mueven. Si sumas sedentarismo con el contexto cultural tenemos un cóctel peligroso. Se ha promovido la play y el sedentarismo y eso está generando una pandemia.
-Dice su colega Salvador Morales que la obesidad es la pandemia del siglo XXI.
-Sí, lo es. Nosotros siempre vamos por detrás de EEUU y lo que pasa allí siempre llega a Europa y España unos años más tarde. Y allí la obesidad es algo tremendo. Es increíble la cantidad de asientos dobles que se están habilitando en los autobuses y trenes. Cada vez hay más porque la obesidad no deja de crecer y muchas personas no caben en los asientos individuales.
-¿Cree que esto acabará ocurriendo en España?
-Sí. Si no nos ponemos las pilas en serio y educamos a la población, a los niños, a los maestros, a los padres, políticos y profesionales de la salud. Y si no se legisla, tendremos un problema muy grave. La OMS calcula que el 70 por ciento del presupuesto de sanidad mundial se gastará en aspectos relacionados con la obesidad y diabetes en 2050 a causa del sedentarismo y los malos hábitos alimenticios.
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