Una astronauta que lleva más de 200 días atrapada en el espacio explica cómo le está afectando esta situación: «He tratado de...»
Una serie de fallos técnicos convirtieron una breve estancia de una semana en la EEI en más de siete meses
La NASA aplaza al menos hasta marzo el regreso de los astronautas atrapados en la Estación Espacial Internacional
Los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams tenían planeado regresar a la Tierra una semana después de despegar hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) en junio de 2024. Sin embargo, una serie de fallos técnicos en la cápsula Boeing Starliner, que debía traerlos de vuelta, convirtieron esa breve estancia en nada menos que 230 días.
El pasado mes de diciembre, cuando ya llevaban seis meses orbitando nuestro planeta, la NASA confirmó que la pareja no regresará hasta fines de marzo o posiblemente abril, lo que prolonga aún más su estancia en las incómodas condiciones que ofrece la instalación.
En una reciente videollamada con estudiantes de secundaria en Needham (Massachusetts), Suni Williams explicó lo difícil que resulta estar tanto tiempo sin experimentar la gravedad terrestre. «Ahora mismo estoy tratando de recordar cómo es caminar. No he caminado. No me he sentado. No me he tumbado desde que estoy aquí», relató la astronauta.
La NASA ha documentado en diversas ocasiones cómo la microgravedad afecta al cuerpo humano. Se estima que los astronautas pierden aproximadamente un 1% de densidad ósea por cada mes en el espacio, lo que aumenta el riesgo de fracturas y osteoporosis al regresar a la Tierra. Además, la musculatura se debilita debido a la ausencia de esfuerzo físico para sostener el cuerpo, lo que al regreso puede dificultar tareas tan sencillas como caminar o levantar objetos.
Desgaste mental
Pero más allá de los problemas físicos, la prolongada estancia de Williams y Wilmore supone una verdadera prueba mental. Pasar tantos meses en un entorno reducido y aislado, lejos de familiares y amigos, requiere una gran capacidad de adaptación psicológica. Aunque la EEI cuenta con actividades para mantener la salud mental de la tripulación, el factor emocional sigue siendo muy delicado en misiones de larga duración.
A pesar de todo, no es la primera vez que los astronautas deben pasar largos periodos en el espacio. La NASA y otras agencias espaciales han registrado casos anteriores de estancias prolongadas, como la del cosmonauta ruso Valeri Polyakov, quien pasó 437 días en órbita en la estación Mir. Estos casos han servido para estudiar los efectos de la microgravedad a largo plazo y mejorar las estrategias de adaptación para futuras misiones.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete