First Dates
Una soltera frena en seco a su cita, muy molesta ante sus ideas sobre el sexo: «Te has pasado tres pueblos»
Pau y Tomasa disfrutaron de una velada llena de complicidad en el restaurante del amor, aunque tuvieron algunas diferencias
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Una nueva tanda de solteros y solteras desembarcaron en 'First Dates' la velada del viernes 28 de marzo. Unas de las citas más exitosas de la noche fue la de Pau y Tomasa, dos solteros de 60 años que hicieron 'match' a pesar de que surgieron entre ellos algunas diferencias.
Primero llegó al restaurante de CuatroPau, un conductor de autobuses escolares que después de divorciarse de la que ha sido su mujer 35 años, le vuelve a abrir las puertas al amor. La soledad, confesó, no la lleva bien. «No soy una persona especial, me gusta el deporte, el senderismo, no pido más», se presentó. Buscaba a alguien activa y de aficiones similares a las suyas, «una mujer que se cuide como yo me cuido».
Y Tomasa lo era. Traductora y profesora, la soltera destacó de sí misma su carácter independiente, las ideas claras y un requisito indispensable en su futura pareja: a los hombres machirulos no los quiere cerca.
Una vez iniciada la cita, Pau y Tomasa conversaron animadamente. Cómplices y divertidos, la velada parecía ir viento en popa. Hasta que él descubrió que su pretendienta no es muy deportista. «Yo soy una persona que exijo que una mujer tenga las mismas aficiones que yo», aseveró el soltero, que consiguió que Tomasa se abriera a acompañarle a hacer senderismo.
Una discusión que acaba bien
Una diferencia que quedó en anécdota y no impidió que continuaran intimando y descubriendo que tenían muchos puntos en común. Excepto en el sexo. Al hablar de relaciones, la docente señalaba que no era romántica, sino cariñosa. «Me gustan los mimitos y los cariñitos». Pau aprovechó el momento. «¿Eres apasionada en el sexo?», quiso averiguar. Tomasa reaccionó con una sonrisa. Con el silencio por respuesta, el soltero le explicó que para él es una cuestión a la que le da el 80% de importancia en una relación.
«Uf, demasiado. Si echas el 80% al sexo, para la afectividad, el respeto, la convivencia, los hobbies compartidos y otro tipo de cosas solo te queda el 20, y eso es muy poco. Para mí, el sexo juega realmente el 40 por ciento. Los hombres valoráis muchísimo más el sexo en una relación», replicó Tomasa.
Pero Pau no estaba de acuerdo con tal afirmación. «Hay mujeres que también valoran mucho el sexo, incluso más que un hombre, otra cosa es que tengas a una persona que no te llena lo que te tiene que llenar, entonces el sexo es más secundario».

Lo que parecía un intercambio de opiniones acabó subiendo de intensidad hasta derivar en una discusión en toda regla. «Yo no te estoy diciendo que todos los días haya sexo, eso se hace cuando surge», contravino el soltero. Sin embargo, Tomasa lo frenaba en seco. «Te has pasado tres pueblos. Yo prefiero que me des 50/50, así se nivelan las cosas El 80% es mucho y yo ya tengo una edad, no me veo saltando del armario».
A pesar de ese pequeño momento de tensión, la cita no decayó. En la sala de intimidad volvieron acercar posturas con un baile y unas risas. Así las cosas, en la decisión final los dos aceptaban una segunda cita. «Creo que sería muy bonito conocernos y que surja el amor que tenga que surgir», manifestaba Pau. Algo con lo que Tomasa corroboró. «¿Por qué no? Ir conociéndonos poco a poco». Para empezar, se marcharon a tomarse algo por Madrid.
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