«Antidisturbios», el alma de la Policía y las tripas del sistema
Movistar estrena este viernes los seis episodios de la frenética serie de Rodrigo Sorogoyen

En un furgón de policía caben más gritos y tensiones que en un estadio de fútbol. Lo saben bien los seis «antidisturbios» a los que ponen voz, cuerpo y, sobre todo, mucha mala leche Raúl Arévalo, Álex García, Roberto Álamo, Hovik Keuchkerian, Raúl Prieto y Patrick Criado. Son los seis protagonistas de la primera serie que firman Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña , director y coguionistas de películas como «El reino» o «Que Dios nos perdone», y que este viernes estrena Movistar (los seis episodios disponibles bajo demanda).
La plataforma llevaba tiempo buscando el modo de colaborar con Sorogoyen, uno de los directores con más pulso y visión para retratar una realidad y presentarla a ritmo frenético. Tras dos conatos de serie que no cuajaron, a la tercera, como promete el refrán, fue la vencida. En cuanto el cineasta presentó la palabra del título, «Antidisturbios» , se pusieron a trabajar en los seis episodios -«una historia de seis horas»- que empiezan en el furgón policial camino a un desahucio que sale peor de lo pensado y que terminan por meter al espectador en ese mundo de las alcantarillas del poder, la corrupción y la baja política.
«A Rodrigo Sorogoyen le gusta contar historias dentro de un contexto social donde todo pasa en un marco que todos sabemos, que es el de un sistema corrupto», apunta el actor Raúl Prieto, cuyo personaje, el último en incorporarse a la unidad, se ve atrapado en una espiral de silencio, camaradería y testosterona que parece superarlo por momentos.
Frente a los seis policías, la verdadera protagonista de la historia es su antagonista, Vicky Luengo , que al lado de esos armarios empotrados parece incapaz de matar a una mosca. Pero ahí está la fuerza de su personaje: una agente de asuntos internos tan perfeccionista y silenciosa como ambiciosa y tenaz. En su caso, la investigación rutinaria de lo que pasó en el desahucio la acaba arrastrando al fango de las alcantarillas.
Un golpe realista
«Conseguí hablar con una persona que trabaja en asuntos internos, aunque me fue muy difícil conseguirlo porque están muy escondidas», explica Vicky Luengo. «Me puso un poco de luz sobre cómo era el día a día de esta gente y en qué ocupaban sus horas de jornada laboral, y eso me ayudó mucho. Luego el trabajo fue mano a mano con Rodrigo, intentando entender el personaje para crear esta aura de verdad, de intentar que todo lo que se viera por pantalla fuera creíble», presume la joven intérprete.
No solo ella. Todos los actores contaron con el apoyo de policías para preparar sus papeles, y tanto Rodrigo como Isabel fueron al centro de operaciones para ver cómo funcionaba ese mundo, además de entrevistar a verdaderos antidisturbios. «La obligación moral del guionista es tomarse muy en serio esa parte de la investigación», apunta Isabel Peña, que reconoce que goza con ese trabajo más «personal». «Hemos hablado con antidisturbios y descubrimos cosas muy jugosas y otras tan obvias como que son personas normales y corrientes. Nos pasó igual con los políticos cuando preparamos “El reino”: son gente normal », replica el propio Rodrigo Sorogoyen.
Les da la razón Raúl Arévalo , convertido en una especie de líder espiritual de la patrulla de la Unidad de Intervención Policial protagonista: «Trabajamos con unos antidisturbios reales que nos asesoraban y nos entrenaron. Teníamos un asesor en el set para cualquier tipo de cosa que quisiéramos preguntar», apunta. «Yo creo que la serie puede un poco abrir la mente a cosas que no te esperabas de gente sobre la que tenías más prejuicios», sentencia.
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