Sin papeles chinos inundan la frontera de México con EE.UU.
NUEVO ÉXODO MIGRATORIO
Las autoridades de Texas alertan de un aumento del 900% en los cruces ilegales de personas que huyen de la dictadura comunista
La Casa Blanca ha presentado un plan de procesamiento de solicitudes de asilo que incluye reubicación en España
México revienta la cooperación con EE.UU. contra el narcotráfico

Una familia de inmigrantes chinos en un punto de la ruta que les lleva a pie por Centroamérica a la frontera de México con EE.UU.
Preparados para atender a inmigrantes sin papeles que suelen proceder sobre todo de Centroamérica, Venezuela o Cuba, los agentes de la patrulla fronteriza de Estados Unidos han informado recientemente de una dramática alza en el cruce de ciudadanos chinos que han huido de su ... país después de que este haya levantado las restricciones de la pandemia.
Estos chinos, que llegan ahora a miles, han aterrizado como han podido en América Latina para cruzar en muchos casos el temido tapón de Darién a pie, teniendo que pagar sobornos y mordidas al crimen organizado antes de poder poner un pie en suelo norteamericano y pedir de ese modo asilo. En EE.UU. tienen más facilidades para recibir el asilo político que personas de otras nacionalidades que también huyen de dictaduras, como venezolanos, cubanos o nicaragüenses.
El instituto Migration Policy calcula que alrededor del 4% de los 11 millones de inmigrantes sin papeles que viven en EE.UU. proceden de China. Este reciente incremento migratorio coincide con un alza del desempleo juvenil en China y una relajación de las duras políticas de aislamiento del régimen durante la pandemia.
Según ha revelado recientemente el presidente de la subcomisión de Seguridad Nacional, Fronteras y Asuntos Exteriores de la cámara baja del Capitolio, Glenn Grothman, los chinos son una víctima fácil de los traficantes de personas. La Patrulla Fronteriza norteamericana cree que los cárteles mexicanos de la frontera cobran como mínimo 18.000 dólares [unos 16.000 euros] por persona a los chinos por cruzarles ilegalmente a EE.UU., cuando el precio por latinoamericanos suele estar entre 5.000 y 10.000. El estado de Texas asegura que esos precios por cruce de ciudadano chino pueden alcanzar en realidad los 50.000 dólares por persona, y que el precio más común son 35.000.
Crisis humanitaria
No son pocos los menores chinos que llegan en esos grupos, sujetos a enormes riesgos. Y según afirma el diputado Grothman, «una niña detalló que durante su viaje a la frontera suroeste varios miembros de su grupo fueron robados, atacados por miembros de bandas, decapitados o violados. La niña reveló que ella se encontraba entre las víctimas de violación». Según opina este republicano, esta es «una crisis humanitaria a lo largo de la frontera que esta Administración ha creado».
Con Joe Biden se han disparado los cruces ilegales, que aumentan con la llegada del buen tiempo. Entre enero y marzo de 2023, los meses de los cuales hay cifras, EE.UU. detectó 1,2 millones de cruces ilegales. En todo 2022 hubo 2,3 millones de cruces y en 2021, 1,7 millones. Según las cifras oficiales en EE.UU., tradicionalmente los chinos que hacen ese cruce son muy pocos: en 2021 apenas hubo 450. Este año ya alcanzan los 7.000. De ellos, se ha procesado a al menos ocho niños sin acompañar.
El estado de Texas, en plena frontera, afirma que en los primeros cinco meses del año fiscal 2023 [desde septiembre de 2022], ha habido más de 4.300 detenciones de ciudadanos chinos en la frontera suroeste, con más de 1.300 reportados sólo en febrero. Calcula la Policía de este estado que se trata de un aumento del 900% en las aprehensiones de ciudadanos chinos en la frontera sur desde el año pasado.
El teniente del departamento de Seguridad Pública de Texas Chris Olivares afirma que «los ciudadanos chinos especialmente cruzan en el sector del Valle del Río Grande, lo cual es inusual porque antes nunca habíamos visto tantos ciudadanos chinos cruzando esta área». Puede ser que se trate de la ruta elegida por el crimen organizado, ya que este «es un negocio muy lucrativo para los cárteles», añade Olivares.
Libertad de movimientos
Según el gobierno federal, a la gran mayoría de estos chinos se les permite entrar en EE.UU. y se les deja en libertad mientras se tramita su petición de asilo en los juzgados. No hay devoluciones en caliente a México o a sus países como las que se están practicando en naciones sujetas a violencia o regímenes dictatoriales, como son Haití, Cuba, Venezuela o Nicaragua.
Según las últimas cifras del departamento de Justicia, un 58% de chinos recibe el asilo, frente al 8% de cubanos, 11% de salvadoreños, 10% de guatemaltecos, 8% de haitianos, 9% de hondureños, 5% de mexicanos o 38% de venezolanos.
A pesar de la censura en internet en su país, y las restricciones al movimiento de personas, muchos de estos ciudadanos chinos hallan rutas aéreas por medio de redes sociales, como Instagram o TikTok. Recientemente Reuters publicó un informe, elaborado con una veintena de entrevistas a sin papeles chinos, que revelaba que estos lograban en muchos casos salir por Taliandia, a Turquía, siguiendo a Ecuador y de ahí a pie, al norte.
Esa ruta, practicada por muchos latinoamericanos, en los últimos días sobre todo venezolanos, supone cruzar el temido tapón de Darién, una selva tropical ubicada en la frontera entre Panamá y Colombia, remota y poco poblada, punto de paso para el tráfico de drogas y el contrabando de armas. Durante los primeros dos meses de este año, casi 2.200 ciudadanos chinos han cruzado a Panamá a través del Darién, según datos de migración del gobierno de ese país centroamericano.
Recientemente, la Casa Blanca anunció la apertura de centros de tramitación de permisos migratorios fuera de EE.UU. para que las personas que huyen de la violencia y la pobreza puedan solicitar la entrada legal y establecerse también en España o Canadá. Los primeros centros de tramitación se abrirán en Guatemala y Colombia.
Tramites rápidos
La administración también planea tramitar de manera rápida solicitudes de asilo en la propia frontera, deportar en caliente a los que se considere que no cumplen los requisitos y penalizar a las personas que crucen ilegalmente a EE.UU. o atraviesen ilegalmente otro país de camino a la frontera con México. Otras iniciativas similares no han dado los resultados deseados en el pasado.
El martes, EE.UU., Colombia y Panamá anunciaron también una operación de dos meses para frenar el tráfico de inmigrantes en el Darién mediante lo que la Casa Blanca describió como «nuevas vías legales y flexibles para decenas de miles de migrantes y refugiados como alternativa a la migración irregular», pero sin dar detalles concretos.