Meloni se refuerza tras la fulminante separación de su pareja
Justin Trudeau, Sanna Marin... La primera ministra italiana ha sido la última política en romper su relación amorosa. Cosas del poder.
Tras el escándalo causado por la difusión de unos vulgares comentarios sexistas del padre de su hija, la decisión tiene importantes repercusiones políticas y socioculturales en Italia
Giorgia Meloni se separa de su marido, el periodista Andrea Giambruno

La repentina separación de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de 46 años, de su pareja, el periodista Andrea Giambruno (42), tras la difusión pública de sus vulgares comentarios sexualmente explícitos a una colega de Mediaset (el imperio audiovisual fundado por el aliado ... de Meloni, el fallecido Silvio Berlusconi, ahora dirigido por sus herederos), se ha convertido en una de las noticias del año en Italia, con importantes repercusiones políticas, socioculturales e institucionales. «Mi relación con Andrea Giambruno, que ha durado casi diez años, termina aquí. Le doy las gracias por los maravillosos años que pasamos juntos, por las dificultades que atravesamos y por darme lo más importante de mi vida, que es nuestra hija Ginevra», anunció la semana pasada la líder de Hermanos de Italia en las redes sociales.
Solo habían pasado unas horas desde que el programa humorístico 'Striascia la noticia', en el Canale 5 de Mediaset, emitiera algunas imágenes y frases de Andrea Giambruno, grabadas durante una pausa de programa periodístico 'Diario del giorno', que la expareja de Meloni presentaba en Rete 4, canal también de Mediaset. Estas fueron algunas de las palabras de Giambruno a una compañera en el estudio televisivo: «¿Puedo tocar mi paquete mientras hablo contigo? ¿Estás comprometida?¿Sabes que yo y (XX, nombre censurado) estamos teniendo una historia? ¿Quieres unirte a nuestro grupo? Buscamos un tercer participante para hacer tríos, incluso cuartetos…».
Reacción fulminante
La reacción de Meloni fue fulminante, poniendo fin a «la historia de amor más bella que he vivido jamás», según recordó en su autobiografía 'Yo soy Giorgia': «Nuestros caminos han divergido desde hace algún tiempo y ha llegado el momento de reconocerlo –escribió Meloni–. Defenderé lo que fuimos, defenderé nuestra amistad y defenderé, a toda costa, a una niña de siete años que ama a su madre y ama a su padre, como yo no pude amar al mío». Meloni concluyó su mensaje con una posdata muy significativa: «Todos aquellos que esperaban debilitarme golpeándome en casa deben saber que por mucho que la gota espere excavar la piedra, la piedra sigue siendo piedra y la gota es sólo agua». En estas palabras había un claro mensaje político y una advertencia, porque Meloni vio un cierto complot de sus enemigos para golpearla.
La rápida decisión de la primera ministra desató una ola de simpatía entre las mujeres italianas de todo el espectro político y mensajes de solidaridad de la gran mayoría de los líderes políticos.
Según la última encuesta YouTrend para SkyTG24, Hermanos de Italia sube hasta 29,8% en intención de voto (ganó las elecciones generales con el 26%). «Giorgia Meloni sale fortalecida por cómo ha manejado la separación con su compañera Andrea Giambruno. Ella ha demostrado también que sabe cómo proteger su figura institucional», aseguró Alessandra Ghisleri, experta en sondeos, directora de Euromedia Research.
Muy comentada ha sido la opinión de Simonetta Sciandivasci, escritora y editorialista de 'La Stampa', de izquierdas, influencer feminista: «A un país dulcemente misógino como el nuestro, Meloni da una lección sueca, finlandesa, danesa, en definitiva nórdica y civilizada, firme y eficaz de esa vía de educación sentimental que desde hace años se espera, se pide y se grita que se establezca en las escuelas».
La rápida decisión de la primera ministra desató una ola de simpatía entre las mujeres italianas de todo el espectro político
Elena Tebano, del 'Corriere della Sera', escribió: «Giorgia Meloni hizo algo que nadie más en su lugar había hecho jamás. Su sentencia, tan clara e irrevocable ('Mi relación con Andrea Giambruno termina aquí'), marca un antes y un después en la política y probablemente también en la sociedad italiana. Meloni ha dado un mensaje social, cultural y también político. Cierto tipo de comportamiento machista, como el emitido en 'Striscia la notizia', ahora es inaceptable».
Conductas inapropiadas
Algunos de sus críticos elogiaron su ejemplo para las mujeres, sobre cómo defenderse y enfrentarse a conductas inapropiadas en un país machista como Italia. «Meloni ha mostrado una fuerte dignidad de mujer, de madre, de feminismo, un poco menos de cristiana…», dijo Massimo Giannini, editorialista de 'La Repubblica', de izquierdas. Feroz defensora de los valores familiares tradicionales, Meloni hizo del lema 'Dios, patria familia' su bandera electoral, siendo calificada de hipócrita por sus críticos al no ser muy ortodoxa en su vida privada, pues no se casó con Giambruno.
Se critica también a la primera ministra un error político por caer en un conflicto de intereses con su expareja. Con la llegada de Meloni al Palacio Chigi, sede de la jefatura del Gobierno, su expareja, un periodista más de Mediaset sin relevancia hasta entonces, se vio catapultado a presentador de un programa, ocasionando a la primera ministra algunos dolores de cabeza por algunos de desafortunados comentarios en su programa.
Cansada y enfurecida por el escándalo, según confesaron algunos de sus allegados, Meloni pasó al contraataque el pasado domingo, en un vídeo mensaje enviado a la fiesta de su partido, Hermanos de Italia, en la celebración de su primer año de Gobierno: «Estoy orgullosa de lo que he logrado, he caminado siempre con la frente alta, no descendí a concesiones. La maldad hacia nosotros, los métodos utilizados para intentar debilitarnos han alcanzado cotas nunca vistas. Siguen rodando en el fango, nosotros seguiremos volando alto. Somos el enemigo para batir porque somos el espejo de su mezquindad».
«Estoy orgullosa de lo que he logrado, he caminado siempre con la frente alta, no descendí a concesiones»
Giorgia Meloni
Primera ministra de Italia
Mediaset y los Berlusconi
Luego Meloni empleó un tono amenazador: «Tendrán que lidiar con su conciencia y les garantizo que lo harán». La primera ministra no indicó quiénes fueron los destinatarios de sus ataques. Su hermana Arianna en parte sí los señaló al referirse a la emisión de las imágenes de Giambruno: «Esto no es periodismo, es chismorrear». Más explícito fue el diputado Giovanni Donzelli, responsable de organización de Hermanos de Italia y brazo derecho de Meloni, que hizo esta advertencia a Mediaset y a Forza Italia, partido aliado con una deuda de casi 100 millones de euros garantizada por la familia Berlusconi: «No somos del agrado de los 'lobbies'. No tendremos ningún miramiento hacia Mediaset».

Pier Silvio Berlusconi, consejero delegado de Mediaset, se había apresurado a llamar a Giorgia Meloni para asegurarle que no tuvo conocimiento previo de la existencia de esas imágenes de su pareja y que su emisión fue una decisión autónoma del director del programa 'Striscia la noticia'. Nadie creyó esa versión, porque los vídeos con las frases explosivas fueron grabados en el mes julio y habrían sido informados los directivos de Mediaset. En los medios italianos han salido a relucir en estos días las divergencias entreMeloni y los Berlusconi ante algunas medidas del Gobierno. Por ejemplo, Marina Berlusconi, presidenta de Fininvest, mostró «gran perplejidad sobre el impuesto a los beneficios adicionales de los bancos», porque perjudicaba a la caja fuerte de la familia: La banca Mediolanum. Más recientemente, no ha gustado a los Berlusconi que en la ley de presupuestos se limite el canon obligatorio que pagan los italianos por la RAI, rebajándolo de 90 euros a 70 euros, lo que podría llevar a la Radiotelevisión pública a buscar más publicidad en perjuicio de Mediaset. La RAI tiene un límite del 6% para captar publicidad, pero ahora quiere elevarlo.
Tras los duros enfrentamientos de estos días, que perjudicaron especialmente a Mediaset (su cotización bajó en solo dos días casi un 10% en la Bolsa de Milán), llegó el ramo de olivo por mano de Marina Berlusconi, con este mensaje a Giorgia Meloni para rebajar la tensión, sosteniendo que la familia Berlusconi no intervino en la difusión del vídeo del escándalo: «Sólo hay una verdad: tengo mucho respeto por Giorgia Meloni. La encuentro capaz, coherente, concreta. La aprecio a nivel político y también la aprecio mucho como mujer, más aún estos días. Aprecio la cautela y el sentido de responsabilidad con el que este Ejecutivo está gestionando las finanzas públicas». En el fondo, Giorgia Meloni y Marina Berlusconi se necesitan. A Marina le interesa mantener en pie este Gobierno y a Meloni le sirve Forza Italia como aliado en su aspiración de construir en Italia el gran partido de la derecha republicana y moderna.
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