López Obrador pone trabas a la DEA para entrar en México y operar contra el narcotráfico
Responsables de la agencia antidrogas de EE.UU. denuncian el retraso en la aprobación de visados
López Obrador recibió dinero del Cártel de Sinaloa en 2006 a cambio de dejarle operar, según la DEA
Uno de los cerebros del narco mexicano queda puesto en libertad por un error policial

El enfrentamiento entre el Gobierno de México y la DEA suma un nuevo episodio, ahora ocasionado por los visados que la agencia antidrogas requiere para sus agentes que operan al sur del Río Bravo. Esta semana la titular de la DEA, Anne Milgram, señaló ... a la Administración de Andrés Manuel López Obrador de retrasar ocho meses la aprobación de trece visas para que sus agentes puedan trabajar en México, lo que, dijo, ha afectado la lucha antidrogas.
La respuesta no se ha hecho esperar. A través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México lamentó las declaraciones de Milgram y reiteró que existe «un procedimiento legal que debe cumplirse para la acreditación de agentes extranjeros en nuestro país». La canciller de México, Alicia Bárcena, dijo que en los últimos meses se aprobaron por lo menos quince visados para agentes de la DEA que fueron expedidos con celeridad. «México colabora con sus aliados norteamericanos en la lucha contra el tráfico de drogas de manera consistente, por lo que la declaración de la directora Milgram sobre la limitación que ha tenido su agencia en el combate al tráfico de drogas hacia su país también es infundada», expresó Bárcena.
Según explicó un portavoz de la cancillería (Ministerio de Exteriores) mexicana a ABC, EE.UU. comienza a enviar agentes que no trabajan tanto en el territorio o las operaciones especiales de captura de narcos, sino que hacen una labor más enfocada en el análisis y la inteligencia para golpear al narcotráfico en aspectos de negocio referidos al lavado de dinero, la evasión impositiva o la ciberseguridad.
También señala que la demora es proporcional con el tiempo que tarda EE.UU. en dar visados a agentes mexicanos que requieren operar en dicho país para combatir el tráfico de armas hacia México.
Rentabilidad de los cárteles
Ambos países se necesitan de modo inevitable. EE.UU. requiere que México desmantele a los grupos criminales en su fase de producción y tráfico de drogas hacia el norte. Mientras tanto, México demanda el apoyo de Washington para atacar la rentabilidad que los cárteles generan en territorio estadounidense y evitar que parte de esas ganancias se vayan a la compra de armas pesadas que luego llegan a México y son utilizadas contra soldados y policías de este país.
El trasfondo del contrapunto por las visas es la liberación, la semana pasada, de un hermano de Nemesio Oseguera Cervantes, alias 'El Mencho', jefe del cártel Jalisco Nueva Generación (CNJG), la organización criminal más poderosa de México.
Para Washington era un arresto clave porque, según dijo el fiscal general Merrick Garland, el CNJG es el segundo introductor de fentanilo en EE.UU. después del cártel de Sinaloa. Cada año mueren en dicho país más personas por la adicción a esta droga que en accidentes automovilísticos. Hasta hace solo algunos meses, López Obrador negaba que en México se producía fentanilo.
Abraham Oseguera, mejor conocido como 'Don Rodo', fue liberado por un juez después de que la Guardia Nacional, que ejecutó el operativo para la captura, cometiera un error en los procedimientos. Se trata de una figura clave porque estaría a cargo de todas las cuestiones más administrativas del cártel y el manejo del dinero; precisamente, un perfil que a la agencia antidrogas le interesa más en estos momentos.
Golpe contra el CJNG
Esta semana, Milgram anunció el desmantelamiento de una red de narcotráfico del CJNG establecida en Houston (Texas), después de una investigación de cinco años que concluyó con el arresto de 23 personas y el decomiso de cientos de kilos de diversos narcóticos.
De acuerdo con un anuncio del Departamento de Justicia de EE.UU., la red del cártel estaba presuntamente bajo el mando de Roque Zamudio Mendoza, quien se cree sigue fugitivo en México, y distribuía drogas traficadas de México a los Estados de Texas, Luisiana, Colorado, Washington, Illinois, Florida y Tennessee. Zamudio sería uno de los operadores clave de El Mecho en EE.UU.
López Obrador suele acusar a la DEA de ser una agencia «injerencista» y de querer influir en la política de México. El último enfrentamiento fue cuando acusó a la DEA de estar detrás de una serie de artículos periodísticos publicados en EE.UU. en los que se le vinculaba a él y a sus familiares con el narcotráfico. El presidente dijo que la agencia quería desestabilizar a su Gobierno de cara a las elecciones presidenciales del 2 de junio.
El conflicto comenzó en 2021, cuando López Obrador aprobó una ley de seguridad que limitaba fuertemente la presencia de la DEA en México. Fue una petición de los generales mexicanos que estaban resentidos con la agencia después de que desde allí se acusara de supuesto narcotráfico al exsecretario de la Defensa Salvador Cienfuegos, quien estuvo un mes preso en California en 2020. Cienfuegos tiene una gran influencia sobre el actual líder del Ejército, Luis Crescencio Sandoval.
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