Estados Unidos y Europa escenifican su alianza contra Putin en el 80 aniversario del Día D
El Rey Carlos III, Joe Biden, Macron, Zelenski y hasta un total de 25 jefes de Estado y de Gobierno participan desde hoy en la conmemoración
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Francia no repara en gastos y moviliza a 43.000 efectivos entre policías, gendarmes, antidisturbios, soldados y bomberos para defender la seguridad de los veinticinco jefes de Estado y de Gobierno que, con la presencia destacada del Rey Carlos III de Inglaterra, el ... presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el de Francia, Emmanuel Macron, y el de Ucrania, Volodímir Zelenski, participan desde hoy y hasta el próximo viernes en las solemnes ceremonias del 80 aniversario del Día D en las playas de Normandía, cuando comenzó la liberación de Europa de las tropas de la Alemania nazi. Vladímir Putin, presidente de Rusia, una de las grandes potencias que tomaron parte en la guerra contra Hitler, no ha sido invitado a una larga conmemoración de tres días convertida en una auténtica manifestación de solidaridad internacional contra las ambiciones imperialistas de Moscú en Ucrania.
Hace diez años, la por entonces canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande incluyeron a Putin en la nómina de invitados del 70 aniversario del desembarco de Normandía. Rusia ya había formalizado la anexión de Crimea unos meses antes y los aliados trasatlánticos fueron incapaces de dar una respuesta más enérgica. La pareja Hollande-Merkel negoció con Putin el inicio de unas negociaciones que pretendían «evitar» la «expansión» rusa hacia Ucrania. Tal y como se ha visto, aquel fue un propósito fallido, con dimensiones trágicas y ensangrentadas desde que en febrero de 2022 estallara el primer conflicto bélico de dimensiones supranacionales desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Apoyo a Ucrania
Ausente Putin, Zelenski desea confirmar el apoyo de los aliados trasatlánticos, comenzando por Joe Biden, Emmanuel Macron, Olaf Scholz, Rishi Sunak y Justin Trudeau en varios terrenos capitales: apoyo del ingreso de Ucrania en la Unión Europea y en la OTAN, aumento del envío de armas, misiles en particular; confirmación creciente del apoyo al uso de armas occidentales en territorio ruso… Ante esas peticiones ucranianas, la respuesta de los aliados trasatlánticos es relativamente dispersa.
El presidente de Francia, el país que organiza la conmemoración en sus playas del canal de La Mancha y los departamentos de Calvados y Morbihan, ha comenzado por subrayar personalmente, en dos ocasiones, el paralelismo con las ambiciones militares e imperiales de Putin: «Cuando celebramos los ochenta años de la liberación de Europa, la guerra ha vuelto a nuestro continente. El presidente Biden y el resto de los aliados confirmaremos nuestro apoyo sin tacha a Ucrania, durante todo el tiempo que sea necesario. Está en juego el futuro de la libertad de Europa, que puede morir si no tomamos las medidas necesarias».
Lección de heroísmo
Durante el Día D, en las playas de Normandía murieron más de 10.000 soldados, muy mayoritariamente norteamericanos, que dieron su sangre por la liberación de Europa. Desde entonces, los grandes cementerios de la región, cuidados primorosamente, recuerdan y son un homenaje permanente. Los últimos doscientos veteranos de aquella histórica batalla estarán presentes, en primera línea, durante los tres días de ceremonias. Son motivo de un cuidado, atención y homenaje particulares.
Joe Biden pronunciará el jueves, en la playa de Omaha, 'La ensangrentada', el más importante, quizá, de los arenales del Día D, su primer gran discurso de recuerdo a los 73.000 soldados norteamericanos que participaron en aquella jornada, para evocar, sin duda, la gran lección de heroísmo y solidaridad de las democracias libres, ayer y hoy, cuando la Rusia de Putin se ha convertido en una amenaza para la libertad y seguridad del corazón de Europa.
El presidente de Estados Unidos ha deseado que la conmemoración del desembarco coincida con su primera visita de Estado a un país europeo, Francia. Presididas las ceremonias de la celebración, en Normandía, Biden viajará a París, donde será recibido por Emmanuel Macron en el palacio del Elíseo. Un portavoz de la presidencia norteamericana ha comentado de este modo la doble dimensión de la visita de Biden: «De entrada, el presidente enviará un saludo de recuerdo y homenaje a los veteranos presentes en las playas de Normandía. Nuestros héroes. En París, analizará con el presidente francés la evolución de la guerra en Ucrania. Ambos mandatarios insistirán en su amistad y solidaridad con el pueblo ucraniano, hoy, mañana y siempre».
Sobre las celebraciones en Normandía y la visita de Estado en París planean varias amenazas potenciales: la guerra de la desinformación rusa, denunciada en París y Berlín; y el riesgo de atentados terroristas. El Ministerio del Interior ha vuelto a declarar el estado alerta máxima del Plan Vigipirate (antiterrorista), con un despliegue impresionante de soldados armados patrullando por edificios oficiales y monumentos. La región de Normandía, en particular, se ha convertido en un búnker peinado a toda hora por las fuerzas de seguridad del Estado.
Con motivo de los Juegos Olímpicos, a finales de julio, la Dirección General de la Seguridad Interior detectó un rosario de amenazas potenciales. En apenas cuatro semanas han sido detenidos un centenar de sospechosos de complicidad con organizaciones terroristas islámicas.
Según la Fondation pour l'innovation politique (Fondapol), Francia es, desde hace años, el primer blanco del terrorismo islámico en Europa. Cerca de 500 ciudadanos han sido víctimas de crímenes yihadistas en París y varias capitales de provincias, desde los legendarios atentados de 2015 contra el semanario satírico 'Charlie Hebdo' y la sala de conciertos Bataclán.
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