Alemania propone la externalización de los procesos de asilo en países fuera de la UE
El canciller Olaf Scholz se reúne con el líder de la oposición, Friedrich Merz, para buscar un pacto migratorio
Los liberales ponen en cuestión la continuidad del Gobierno alemán
El canciller Olaf Scholz, durante el gabinete semanal del Gobierno alemán
Por segunda vez ha acudido a la Cancillería de Berlín Friedrich Merz, el líder de la conservadora CDU, para hablar de inmigración y asilo. El pasado 13 de octubre ya se celebró una primera cumbre en la que Olaf Scholz buscó el consenso con la oposición para un paquete de medidas destinadas a agilizar las «deportaciones a gran escala» de solicitantes de asilo y para dar acceso más rápido a los refugiados al mercado laboral. Merz, por su parte, aportó una lista de 26 puntos que han sido atendidos hasta ahora sólo en parte, lo que ha llevado al conservador a quejarse de que esas medidas no lograrán contrarrestar «el gran nivel de afluencia» y calificarlas de «pequeños retoques».
Lo siguiente que Scholz desea abordar es una posible externalización de los procesos de asilo que ya están proponiendo en el Bundestag varios diputados socialdemócratas en un «documento de impulso». En un texto titulado 'Poner fin a la fosa común en el Mediterráneo mediante una gestión del asilo humana y controlada', Lars Castellucci, Frank Schwabe y Fabian Funke están promoviendo la «creación de 'centros de migración' en terceros países seguros como punto de anclaje y punto de contacto para quienes buscan protección», según ha filtrado el semanario 'Der Spiegel'. Proponen que a los inmigrantes con derecho a asilo sólo se les debería permitir ingresar a los países de la UE después de que sus solicitudes hayan sido procesadas en estos centros externos.
El canciller Scholz se reunirá el lunes con los Bundesländer, a los que deberá asignar nuevos miles de millones para la gestión de la avalancha migratoria, y desea presentarse a esa reunión con el respaldo de la oposición. Scholz y Merz ya alumbraron un gran pacto nacional para reaccionar a la invasión rusa de Ucrania, con el consenso para un paquete presupuestario extraordinario de 100.000 millones de euros destinados a rearmar la Bundeswehr, y requiere ahora el mismo grado de acuerdo compromiso para afrontar el reto migratorio.
Recuperar el control
Merz, por su parte, ha puesto sobre la mesa la reivindicación de un tope al número anual de refugiados que Alemania acepte, cuestión que Scholz no ha abrazado hasta el momento y que la CDU cifra en 200.000. Si bien Merz se muestra comedido en sus declaraciones para preservar el consenso, otros miembros de su partido son más explícitos. El presidente regional de Baja Sajonia, Michael Kretschmer, ha declarado que «necesitamos un control más fuerte, no podemos dejar entrar a toda la gente en el país y luego quejarnos de que aquí se queman banderas israelíes: tenemos que recuperar el control».
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