Una manifestación a favor de los presos de ETA politiza las fiestas de Bilbao
La Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo ya ha pedido a la Audiencia Nacional que prohíba la convocatoria
Ni el traspaso de las competencias penitenciarias al Gobierno Vasco, ni los más de 20 terceros grados concedidos en menos de un año a presos de ETA han sido suficiente para evitar que se repita la manifestación a favor de los presos de la banda que desde hace años se convoca durante la celebración de la Semana Grande bilbaína. «Todavía queda mucho camino por hacer», insistían este miércoles los portavoces del colectivo a favor de los presos de ETA, Sare, y de la agrupación de comparsas de Bilbao, encargadas de la organización de gran parte de los actos festivos.
Lo cierto es que esta convocatoria no resulta novedosa para los bilbaínos. Hace años que la izquierda abertzale utiliza el día grande de las fiestas de Bilbao para sus reivindicaciones independentistas. Durante años a la jornada se la apodaba como 'el día de las banderas', en referencia a la quema de enseñas que se producía año tras año frente a la fachada del Ayuntamiento. Los actos vandálicos cesaron cuando el Consistorio decidió colocar los mástiles sobre el tejado del Consistorio, aunque sí se ha continuado celebrando una manifestación a favor de los presos de ETA.
Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría hace dos años, cuando se celebró la última Semana Grande antes de la pandemia, ya no quedan presos de ETA en cárceles más al sur de Madrid y cada vez son más habituales los terceros grados concedidos a presos de ETA, los últimos esta misma semana. Tanto es así, que Iratxe Ugalde e Iñigo Sáez de Lafuente, portavoces de los colectivos convocantes, no han tenido más remedio que reconocer que parte de sus reivindicaciones históricas han perdido «fuerza». «Todavía quedan 58 presas y presos en cárceles de España y Francia», han tratado de justificar.
Bajo el lema 'Etxera bidea gertu' (el camino de casa cerca), la marcha recorrerá el próximo viernes 26 de agosto, a mediodía, las calles del centro de Bilbao, coincidiendo con el Día Grande de la ciudad. Dado que las peticiones de acercamiento de presos han perdido fuerza, la manifestación este año también pedirá que a los terroristas se les apliquen «las mismas condiciones» que al resto de reclusos y que se dé «una solución» a los etarras que permanecen huidos de la justicia. «A muchos se les niegan a pesar de cumplir todos los requisitos», han insistido los dos portavoces en la comparecencia.
Petición de ilegalización
Las reacciones en contra de esta convocatoria no se han hecho esperar. La Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo considera que el objetivo de la macha es «ensalzar a quienes han sido condenados por pertenecer o colaborar con ETA» y por ello han pedido a la Audiencia Nacional que prohíba la manifestación. En el escrito que recoge su petición argumentan que la marcha coincide «en lo esencial» con las que hasta hace poco realizaban organizaciones como Herrira o Askatasuna, las dos ilegalizadas por los tribunales.
«Aunque la reivindicación puede entenderse como una reclamación de los derechos de los presos, en el fondo subyace una reivindicación de excarcelación de los reclusos», añaden. Sin embargo, es muy poco probable que esta petición prospere. En situaciones similares los jueces han declinado prohibirla por considerar que estas manifestaciones están amparadas por la libertad de expresión y que sólo se podría actuar a posteriori, si durante la celebración de la misma se produjera algún episodio de enaltecimiento del terrorismo.
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