Carabanchel, el 'village' madrileño
BAJO CIELO
Este barrio podría ser una ciudad entera, con su parte alta y baja, su vida en la calle y las mil y una formas que tiene de vivir la tradición en sus siete pueblos
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Carabanchel está de moda. El barrio que nace en el río Manzanares, allí, en el Matadero de la Chopera, sube cuestas hacia el oeste y está considerado como el nuevo 'village' madrileño, un distrito que reúne las condiciones perfectas para que artistas y gatos, ... de toda índole y condición, hayan puesto sus ojos sobre esta zona de Madrid. Pero que la Revista 'Time Out' lo haya incluido en el top tres de los barrios más vanguardistas del mundo no es una casualidad. Se lleva tiempo gestando y, como en todas las guías, se moja de más pues para los suyos siempre ha sido así de igual.
La raíz del entorno son las personas que lo hicieron posible. Aquí fueron siempre trabajadores de sueño y esfuerzo, esencia de cómo están hechos. Gente de toda España que llegó a Madrid en busca de un porvenir y que poco a poco fueron dejando lo mejor de sus sitios de origen en una población que es, en parte, la España entera. Desde San Isidro a Buenavista, todas las calles que conforman Carabanchel tienen materia de los barrios de viejo: comercios de siempre, tiendas donde se fía, bares de Paco, restaurantes con la mejor gastronomía y, sobre todo, la peculiaridad que poco a poco se ha ido perdiendo en otras zonas de Madrid: todo el mundo se conoce.
Carabanchel tiene, además, un legado histórico y cultural imbatible: La ermita de Nuestra Señora de la Antigua, a donde San Isidro, patrón de Madrid, iba de rezos; la Plaza de Vista Alegre, el coso de conciertos en el que han tocado desde Los Ramones a Pink Floyd; la Colonia de la Prensa, donde los hermanos Machado escribían sus versos recién llegados a la capital de las dos Castillas; el duelo por la corona de España que enfrentó al duque de Montpensier, Antonio de Orleans con el duque de Sevilla, en la Dehesa; la Quinta del Sordo, casa de descanso de Francisco de Goya.
Se dice también que, en Carabanchel, Prosper Mérimeé se inspiró en la madre de la Emperatriz para escribir su novela Carmen. Es el barrio del Manolito Gafotas de Elvira Lindo, y donde Rosendo paseaba sus «maneras vivir». Y podríamos seguir con decenas de referencias históricas más.
Por todo ello, es lógico que los 'chelis' alberguen ahora la vanguardia del arte en la ciudad de Madrid con galerías de tripas afuera, se abra alguna nueva librería como Derivas, y hasta lo miren de reojo los que buscan desde el centro, un modo de vida menos acelerado del que se respira al otro lado del río.
Dicen que Madrid centro era lo que estaba dentro de la M30. Son muchas las voces que ahora afirman que es todo lo de fuera. La gentrificación y los altos precios de la vivienda han ido sacando a las nuevas generaciones del anillo porque no pueden competir con los que llegan de lejos.
Ellos, las nuevas generaciones de madrileños, han elegido Carabanchel, entre otros distritos, para echar raíces y formar sus familias, crecer como profesionales y, al toque, llenar de alegría las calles de esta zona que mira de arriba abajo a la ciudad de Madrid, como sacando pecho. Parques, colegios, galerías, comercios, empresas; son elementos fundamentales para conseguir calidad de vida en una ciudad, en un barrio, y Carabanchel va sobrado de todos ellos porque lo han hecho así los suyos.
Las ciudades se forman por los distintos barrios que reúnen las características y peculiaridades de sus vecinos. Sin duda alguna Carabanchel podría ser en sí mismo una ciudad entera, con su parte alta y baja, su vida en la calle, y las mil y una formas que tiene de seguir la tradición en sus siete pueblos: Comillas, Opañel, San Isidro, Vista Alegre, Puerta Bonita, Buenavista y Abrantes.
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