Atropello mortal en un colegio de Madrid: «Hay dos madres rotas. María y su familia son muy queridas aquí»
La progenitora de la niña arrollada a las puertas del colegio de Mirasierra trabaja en la secretaría y su tía es profesora
El Ayuntamiento ultima un plan para reforzar la seguridad vial en 190 entornos escolares y 6,7 millones extra

Ramos de flores blancas, lágrimas, gestos serios en los padres y muchas oraciones. El día después del atropello mortal en el colegio Montealto , en el barrio de Mirasierra (Fuencarral-El Pardo) fue duro. Muy duro. Padres y alumnos acudían desde las ocho de ... la mañana para dejar a sus hijas en clase, aún machacados por la muerte de María R. C., que estaba por cumplir los 6 años.
Era alumna de primer curso de Primaria de este centro escolar donde ayer se celebró la misa diaria en recuerdo a la pequeña y a sus dos compañeras , también arrolladas de manera accidental y que quedaron gravemente heridas. Se trata de I. A. y B. P. L., ambas de 12 años. Tras los hechos, el padre de una de ellas se acercó a la conductora y se interesó por su estado. Según indican fuentes de la investigación, hasta la semana que viene no tomarán declaración a la piloto, que está destrozada. La secuencia de los hechos está grabada por las cámaras del centro. Los agentes tienen el coche en su poder para analizar si hubo algún fallo mecánico y se han tomado fotos de la zona. Los padres de María la velaron ayer en el tanatorio y recibieron el apoyo del alcalde: «Agradecemos la colaboración y el servicio prestado por los bomberos, el Samur y la Policía Municipal».
Uno de los padres narraba así a ABC la escena vivida a las cinco y media de la tarde, a la salida de las clases vespertinas: «Había muchas niñas en la puerta. De pronto, se escuchó un estruendo y gritar a las crías . Rápidamente, las metieron en el interior del colegio, para que no vieran la escena. Y cerraron. Salieron la directora y profesoras, que atendieron a las heridas». «María quedó debajo del coche», recuerdan con estupor otros testigos consultados. Fue uno de los progenitores que acudió a recoger a su hija el que hizo los primeros auxilios a la chiquilla, aún con un hilo de vida. Pero ni él ni el Samur ni los bomberos, que acudieron al lugar rápidamente, pudieron hacer nada por salvarla.
La madre de la menor, también llamada María, de 43 años, trabaja en la secretaría del Montealto. Salió rápidamente al enterarse de lo ocurrido y, según algunos presentes, llegó a abrazarse a su pequeña para despedirse de ella. También lo hizo con la mujer que conducía el coche que provocó el atropello. «Al final, son dos madres rotas . Por no hablar de las de las heridas. Además, María fue antigua alumna del Montealto y su hermana es profesora de Primaria. Su padre también es muy querido aquí, son conocidos en Mirasierra», decían sus allegados. Una docente afirmaba que «están todos muy consternados»: «Pero tenemos que pasar esto juntos. Explicárselo a las niñas, que están muy afectadas, rezar. Somos un colegio muy unido y fuerte. No es sencillo, pero lo debemos asumir». «Mis nietas se libraron porque la madre las recogió cinco minutos antes del accidente», expresaba el abuelo de otras alumnas del centro.
La conductora del coche accidentado había acudido a recoger a sus dos hijas al colegio. Según los datos policiales que se manejan, la mujer, M., había subido a las niñas al vehículo, aparcado en línea. Para poder sacar el coche, debía sortear el bordillo delantero, con lo que se dispuso a dar marcha atrás, con tan mala suerte que no activó correctamente la palanca de cambios del Volvo XC90, tipo SUV, y aceleró hacia adelante. Subió a la acera a una velocidad importante y, tras recorrer unos 30 metros, se llevó a las tres niñas en apenas unos segundos.

Entró en estado de ‘shock', de ahí que aún no haya declarado ante la Unidad de Atestados de Tráfico de la Policía Municipal. Las numerosas fuentes del caso consultadas coinciden que todo fue «un accidente fruto de la impericia o mala praxis », algo fortuito y no intencionado. «Bastante tragedia tiene también la pobre mujer», afirman, recordando también el caso de la conductora del coche donde murió un niño al golpearse cuando entraban en el aparcamiento de la plaza de Santa Ana la noche que el Atlético de Madrid ganó la Liga.
Más aceras y menos coches
Aunque el suceso no tiene nada que ver con el tráfico de esa zona (ayer la mayoría de los padres llevó a sus hijas a pie hasta la puerta), el Ayuntamiento tiene un plan de seguridad en 190 entornos escolares. El Montealto no se encuentra entre ellos porque «el colegio no había pedido al Ayuntamiento medidas adicionales a las que tiene: paso de cebra elevado y zona de aparcamiento restringida a vehículos».
La Ordenanza de Movilidad Sostenible incluye la reducción de la velocidad a 20 kilómetros por hora en entornos escolares, una medida que ha quedado implantada desde el 21 de septiembre. Se van a llevar a cabo proyectos piloto en ocho centros de Hortaleza, Arganzuela, Carabanchel, San Blas, Puente de Vallecas, Villaverde, Centro y Latina, que darán lugar a una guía, sostienen en Cibeles. Entre las 108 peticiones «para pacificar el tráfico» contemplan ensanchar aceras y elevar pasos de cebra. El plan cuenta con un presupuesto de 6 millones en 2021 y de 6,7 el año que viene.
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