El juez da por terminada la investigación de Pit, uno de los proyectos más lucrativos de Villarejo
Facturó 7,4 millones de euros a los navieros Pérez-Maura por parar una extradición
El encargo se desgaja de la investigación sobre la corrupción en Guatemala, que se amplía seis meses
El juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional ha dado por finalizada la investigación de uno de los encargos más lucrativos del comisario retirado José Manuel Villarejo, el proyecto 'Pit', por el que habría facturado más de siete millones de euros ... a los navieros Pérez-Maura para evitar que uno de ellos fuese extraditado a Guatemala por una causa de corrupción.
En una resolución a la que tuvo acceso ABC, el magistrado de refuerzo Joaquín Gadea da por finalizada esa investigación al tiempo que acuerda desgajarla del resto de hechos que se estaban analizando en relación a aquel encargo: la causa en sí guatemalteca de corrupción por la que se habrían pagado cantidades millonarias en sobornos a altos cargos de su gobierno para conseguir la adjudicación de una infraestructura en un puerto y la presunta estafa a la empresa que después, la compraría sin saber cómo se había adjudicado.
Pit, así, se parte en tres. Mientras la supuesta corrupción de funcionarios públicos en Guatemala -cohecho internacional- y la presunta estafa seguirán en instrucción al menos, seis meses más; el encargo y los delitos fiscales que se pudieran derivar de él están listos para pasar a la siguiente fase: el camino hacia juicio por delitos de cohecho, tráfico de influencias, falsedad, revelación de secretos y organización criminal, de acuerdo a la calificación provisional que recoge el auto.
Esta es la cuarta pieza separada de la macrocausa sobre Villarejo, que ya cuenta con cerca de medio centenar. A lo largo de la instrucción han comparecido como imputados además del comisario y los navieros Ángel y Álvaro Pérez Maura junto a su empresa, Pérez y Cía, el que fue director Adjunto Operativo de la Policía, Eugenio Pino, y los empresarios Adrián de la Joya, Enrique Maestre, entre otros, incluido el exembajador de Guatemala en EEUU Julio Ligorría.
El proyecto se iba a desarrollar en diversas fases y la investigación arrojó luz sobre la forma en que Villarejo se relacionaba con sus «clientes». A estos se refería despectivamente como «los ratones» y a su costa se realizaron viajes a lugares como Nueva York, donde llegaron a reunirse con el que fue jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, condenado tiempo después por delitos fiscales.
Entre sus planes, conseguir fondos suficientes como para apoyar a Ligorría en una candidatura a la presidencia de Guatemala que acabase con la causa de corrupción y así, con la reclamación de sus autoridades, que habían pedido a la Audiencia Nacional la entrega de Ángel Pérez Maura por el presunto pago de hasta 30 millones de dólares a altos funcionarios de aquel país, incluyendo el presidente Otto Pérez Medina y su número dos, Roxana Baldetti. Ligorría también fue reclamado.
Por el camino, referencias a una posible manipulación del proceso de extradición a golpe de contactos del comisario en los Juzgados Centrales que pusieron bajo sospecha la actuación como fiscal de Dolores Delgado cuando trascendió siendo ella ya ministra de Justicia, y un pago de un millón de euros de los navieros a cambio de unas influencias que habría de desplegar Baltasar Garzón en Guatemala que tampoco se acreditó. Los navieros, de hecho, siempre han sostenido que fueron estafados.
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