El Gobierno, de veraneo, permanece escondido y no da explicaciones sobre la fuga de Puigdemont
Ni Sánchez ni sus ministros reaccionan, salvo Puente, que aparece para atacar a Feijóo en la red X
Directo | Última hora sobre la fuga de Puigdemont
Las fuerzas de seguridad blindan Cataluña ante la posible fuga

La investidura de Salvador Illa (PSC) ha quedado este jueves eclipsada por un hecho insólito. Casi siete años después de su huida de España, en un maletero, el 'expresident' Carles Puigdemont ha reaparecido en Barcelona y ha protagonizado un mitin en el Arco del ... Triunfo de la Ciudad Condal, a plena vista de los Mossos d'Esquadra. Accedió a España sin ser detectado y ha desaparecido con un aura de misterio propia del género novelesco. Pero al Gobierno nada de esto le parece digno de mención. Nadie, ni Pedro Sánchez ni ninguno de sus ministros, se ha molestado siquiera en escribir un mensaje en redes sociales con el que condenar el juego de trilero del prófugo, cuyo partido ha intentado después la suspensión del debate para hacer 'president' a Illa.
Nada queda ya de aquel socialista líder de la oposición que definía el 'procés' como un claro ejemplo de «rebelión». Tampoco del presidente y candidato a la reelección que, en noviembre del 2019, prometía «traer» a Puigdemont para que rindiese cuentas ante la Justicia. «¿La Fiscalía de quién depende? Pues ya está». Las vacaciones veraniegas sirven de coartada al presidente para no pronunciarse, si bien el líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo, la ha desmontado rápidamente con unos pocos caracteres en X, días después de haber sido intervenido de un leve desprendimiento de retina.
El silencio del Gobierno es tan sepulcral como atronador. El mismo día que se ha consumado la investidura de Illa –tras el pacto entre el PSC y ERC para romper la igualdad fiscal entre los territorios españoles y conceder un sistema propio a Cataluña–, el Ejecutivo no podía permitirse dar ningún paso en falso que hiciese peligrar la sesión para hacer 'president' a Illa ni, más a medio plazo, los complicados equilibrios en el Congreso con el independentismo, donde los votos de Junts siguen siendo imprescindibles para Sánchez.
Con un fugado de la Justicia dando un mitin público –y anunciado a bombo y platillo con anterioridad–, no han dicho nada hasta ahora ni el presidente del Gobierno; ni el ministro de Justicia, Félix Bolaños, que está en París viendo los Juegos Olímpicos –el único que tenía agenda este jueves–; ni el titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de quien dependen las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado; ni la responsable de Defensa, Margarita Robles, en cuyo departamento se enmarca el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
El único amago
El único miembro del Gobierno que ha amagado con pronunciarse sobre el esperpento protagonizado por Puigdemont ha sido el titular de Transportes, Óscar Puente, pero lo ha hecho en un mensaje en X en el que se ha limitado a responder a las palabras de Núñez Feijóo. «Tápate un poco, Alberto. Y cuando te preguntes por qué la gente no te toma en serio, haz un pequeño repaso de las tonterías que has dicho desde que eres el líder del PP», ha escrito en el antiguo Twitter, pero después ha borrado el texto.
A pesar de estar en vigor la ley de amnistía –con la que Sánchez se garantizó los siete votos de Junts para su investidura tras haber prometido en campaña que no iba a tragar con el olvido legal del 'procés'–, la orden de detención nacional contra Puigdemont sigue vigente porque el Tribunal Supremo determinó que no se puede amnistiar el delito de malversación.
El mutismo del Ejecutivo ha sido selectivo: Sánchez y varios ministros sí han felicitado a Illa por su elección como 'president'
La Fiscalía General del Estado, que en el juicio del 'procés' pedía que los líderes independentistas fuesen condenados por rebelión –delito superior a la sedición, que después Sánchez borró del Código Penal–, pide ahora al Supremo que reconsidere su postura y sí aplique la amnistía a la malversación. Al frente de ella está Álvaro García Ortiz, que es el único fiscal general del Estado que ha sido considerado no idóneo para el cargo por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y que ha recibido varios varapalos por tratar de promocionar a su antecesora y amiga, Dolores Delgado, sin acreditar suficiente mérito.
Este periódico ha intentado insistentemente ponerse en contacto con distintos responsables de prensa del Gobierno, de Presidencia y de la Secretaría de Estado de Comunicación para recabar una posición oficial del Ejecutivo ante la reaparición y fuga de Puigdemont, pero nadie ha respondido a las múltiples solicitudes. El parón veraniego, eso sí, no ha impedido a Sánchez ni a varios ministros felicitar a Illa en X al ser elegido 'president'. Silencio sobre Puigdemont, loas a Illa.
El mutismo selectivo del Gobierno, no obstante, no ha evitado constatar cierto malestar en el PSOE, hecho explícito por Emiliano García-Page. El presidente de Castilla-La Mancha, tras aplaudir a su compañero catalán, ha escrito: «Siento una profunda vergüenza y profundo sonrojo por que la gobernabilidad de España dependa de alguien como Puigdemont. Espero que ya nadie le incluya cuando se hable de mayoría progresista».
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