Presidente de la Diputación de Pontevedra
Luis López: «Bajo ningún concepto apoyaría una quita de deuda a los concellos»
Se muestra tan optimista con la reválida del ente provincial, donde puso fin a ochos años de mandato socialista, como crítico con la quita de la deuda anunciada esta semana por el Gobierno
Miguel Corgos: «La quita de la deuda no otorgará más capacidad de gasto a las CC. AA.»

La Diputación de Pontevedra fue el gran triunfo electoral del PPdeG en las últimas municipales, con permiso de la alcaldía de Ferrol. Luis López (Rodeiro, 1978) puso fin a ocho años de mandatos socialista para cambiar «el fondo y las formas», y recuperar la hegemonía ... en la provincia de Alfonso Rueda, que no es poca cosa. Preside también el PP en Pontevedra, y es tan optimista con la reválida del ente provincial como crítico con la quita de la deuda anunciada esta semana por el Gobierno.
-Se acerca el ecuador del mandato. ¿En qué ha cambiado la Diputación en estos casi dos años?
-Cuando tomamos posesión en junio de 2023 teníamos claro que lo primero a cambiar no era tanto el fondo, que también, sino las formas. Cualquiera que viniera en los mandatos anteriores se encontraba un muro, y ahora tiene las puertas abiertas. La colaboración se entendía con cláusulas anti-Xunta y ahora tenemos fondos que se reparten a concellos con independencia de su color político. Y luego cambió el fondo: somos el gobierno más municipalista de la historia de la institución. Un ejemplo: en estos dos primeros meses del año movilizamos 94,2 millones de euros en planes. Nunca hubo tal desembolso. Y por último, una clara apuesta por el movimiento vecinal, olvidado por el gobierno anterior.
-Hablando de fondos, el reproche general, gobierne quien gobierne, es que se reparten de manera clientelar.
-Hablan los hechos. Plan + Provincia, reparto objetivo a todos los concellos. Eran 48,2 millones, repartidos en función de superficie, núcleos rurales, extensión, pérdida de población y envejecimiento. Todo datos objetivos. En el plan extraordinario de infraestructuras deportivas, para concellos de menos de 50.000 habitantes, 8 millones repartidos en base a la población. Es un dato objetivo. Esto es como cuando hablaba antes de las formas. La anterior presidenta, en ocho años, no tuvo ningún encuentro institucional con algunos alcaldes. Nosotros, en los primeros seis meses, mantuvimos reuniones con todos.
-La oposición les reprocha falta de autocrítica y exceso de triunfalismo.
-Primero deberían escuchar a sus alcaldes. Porque en privado dicen que la diputación funciona mejor que nunca, y la hemeroteca está ahí. Alcaldes de todo signo político reconocen la labor que está haciendo la institución, el enfoque que se está dando a todas las medidas que aprobamos. Aquí los socialistas cogieron el manual de confrontación del PSOE de Vigo; no les funcionó cuando estaban gobernando y ahora en la oposición, tampoco.
-¿El Cine Fraga es poner una pica en Vigo?
-Era algo que había que hacer en Vigo. El Concello no fue quien, porque no tiene ningún interés por la cultura. Tuvo el Fraga ahí 20 años para recuperar un emblema de Vigo. La Xunta y la Diputación hicimos algo que estaba demandando la ciudad, y pusimos la cultura en el centro de las políticas.
-Por seguir con cultura, ¿qué va a suponer para la provincia la Bienal de Arte?
-La Bienal es la más antigua de España. Se creó en 1965 y llevaba 15 años sin celebrarse. El vicepresidente Rafa Domínguez tenía claro desde que tomó posesión que había que recuperarlo, y el grupo de gobierno lo apoyamos. Va a convertir a Pontevedra en la capital del arte a nivel mundial. Pensábamos que por llevar varios años sin celebrarse estaría olvidada, pero ha despertado un interés enorme. Y la vamos a descentralizar, para que no se celebre solo en la ciudad sino por toda la provincia. Va a tener presencia en Vigo, Ponteareas, O Grove y Sanxenxo.
-¿Qué otras líneas prioritarias va a desarrollar hasta el final del presente mandato?
-Dos: deporte y turismo. Somos la provincia del deporte e impulsamos muchísimo las ayudas a deportistas, clubes y federaciones, haciendo además una apuesta por eventos deportivos de carácter internacional, ayudando también a los concellos en la mejora de sus infraestructuras. Y en turismo, desestacionalización y descentralización. Somos el destino líder del norte de España. Las Rías Baixas no se conciben solo como la parte bañada por el Atlántico, sino que son los 61 concellos. Y con esa idea acudimos a Fitur este año, con una campaña pensada en el interior.
-Estamos en la semana de la quita de la deuda autonómica. ¿Cómo vería usted una para los concellos?
-Está de moda el concepto de quita. Pues yo no lo vería bien. Yo, que fui alcalde de Rodeiro, no entendería que si yo hago los deberes, si soy responsable en la gestión económica, que después tenga que participar poniendo fondos para arreglar a aquellos que cometieron despilfarros. Por tanto, bajo ningún concepto estaría de acuerdo con una quita, porque es una medida discriminatoria para mis vecinos. ¿Por qué tienen que pagar mis ciudadanos la deuda de otro que hizo las cosas mal?
-¿Le salen las cuentas para revalidar la diputación?
-En eso soy muy prudente. Cuando llegamos teníamos que lograr una subida de tres diputados provinciales. Parecía difícil pero hicimos las cuentas y lo conseguimos. Ahora vamos a hacerlas para tratar de mantener e incrementar los diputados que tenemos.
-¿El PP tiene margen para crecer en la provincia?
-Estamos en un momento en el que nuestros alcaldes tienen una consideración muy buena. Son auténticas potencias, pero también se está vislumbrando que somos alternativa real en muchos concellos. Eso nos va a proporcionar subidas. Y luego está Vigo. La pasada semana tuvimos el congreso en el que resultó elegida Luisa Sánchez como presidenta local, que es también vicepresidenta de la Diputación, y ese nuevo proyecto sin duda nos va a reportar un importante incremento de apoyos.
-¿Cuál es el horizonte realista del PP en Vigo?
-Lo realista es que el proyecto del PSOE está caduco. Y ahora toca el del PP. Ese Vigo por venir está a las puertas. Luisa es todo lo contrario que el PSOE: cordialidad, colaboración, talante, gestión y futuro, y con esas claves el proyecto de Vigo va a dejar de ser unipersonal para representar a los 300.000 vigueses.
-¿Qué les ha fallado en Vigo todos estos años? ¿Sólo las personas?
-No sé si hablar de fallar o de no acertar. Esto, en política, pasa en Vigo y en tantos otros sitios. Pero yo ahora sí que veo una conexión con la calle, una escucha permanente. La calle es la casa del político. Y esa conexión es la que nos puede hacer alcanzar cotas de confianza y más apoyos. ¿Que pudo faltar eso en el pasado? Puede ser.
-¿Augura cambios en alcaldías de la provincia antes de que finalice el mandato mediante mociones de censura?
-A veces no son mociones de censura. Hay cuestiones evidentes. Los gobiernos bipartitos, tripartitos o cuatripartitos que tenemos en la provincia son un desastre. No hay estabilidad, ni política, ni buena gestión. Eso provoca hartazgo en los vecinos, pero también de los socios de gobierno. Ahí está el caso de Mondariz, donde hubo un cambio de gobierno sin moción de censura. El alcalde tiró las llaves del concello porque no era quién de hacer nada y le dio la oportunidad al PP con tres concejales de once. Y ahora Pablo, el alcalde, está demostrando todo de lo que es capaz. En otros muchos concellos hay inestabilidad. En Cangas van a escándalo por semana. Pero también hablamos de Cambados. Y ahí pueden producirse situaciones que pueden conllevar un cambio de gobierno. Dicho esto, los que están solo buscan mantener el sillón.
-Vigo pinta difícil, pero en Pontevedra y Vilagarcía se quedaron muy cerca del gobierno. ¿Van a repetir los candidatos?
-Rafa Domínguez va a ser el próximo alcalde de Pontevedra. Tuvo una subida importante en 2023, y el proyecto del actual alcalde está agotado. Los pontevedreses están viendo ahora a Rafa como vicepresidente de la Diputación y todo de lo que es capaz de hacer dentro de sus competencias. En Vilagarcía, gracias a la unidad interna y al consenso para elegir a la candidata, pasamos de cinco a nueve concejales y le quitamos la absoluta al PSOE. Fuimos la lista más votada. La experiencia me dice que en Vilagarcía las decisiones deben tomarse de abajo para arriba, y será la agrupación local la que decida quien debe encabezar el proyecto.
-¿Dónde está usted en el debate de la fusión de concellos?
-Los concellos están atravesando dificultades estructurales, y las administraciones debemos articular fórmulas para ponerle remedio a esos reos que están afrontando. Deben buscar fórmulas de cooperación y colaboración. Hago un llamamiento para que lo hagan. ¿Fusiones? En Pontevedra tenemos el ejemplo de Cerdedo-Cotobade, y ahí está para ver los resultados. Eso sí, las fórmulas no deben ser de confrontación entre concellos. Ahí está Vigo y algún otro municipio socialista. Con ese modelo siempre pierden los vecinos.
-Acaba de cumplirse un año de la victoria electoral de Alfonso Rueda en las autonómicas. ¿Usted era de los que dudaba o de los que tenía claro el triunfo?
-Los procesos electorales a veces deparan grandes sorpresas. Suelo ser prudente, pero también escuchaba mucho por todo lo que ando en la provincia. Y tenía buenos inputs. Al final fuimos la única provincia que subió en apoyo, y era un poco la consecuencia de todo lo que venía escuchando.
-El 18-F hubo resultados muy llamativos. Por ejemplo, el BNG ganó en Vigo. ¿Esa subida del nacionalismo tendrá traducción en las próximas municipales?
-No. En ningún caso. Los datos de autonómicas no son extrapolables a ningún otro proceso electoral. En Vigo lo significativo fue que llegamos a los 54.000 votos, algo que no pasaba desde hacía muchísimos años. Otro síntoma más del agotamiento de Abel Caballero. Recordemos que en la campaña, por primera vez, Caballero puso su foto junto a la del candidato. En otras elecciones se puso de perfil.
-¿Y cómo ve este primer año de Rueda desde las elecciones?
-Lo que la gente más destaca, y no hablo por mí, es la cercanía que tiene con Galicia, lo que le permite conocer los problemas reales de los gallegos, y en base a eso aplicar medidas. Eso conlleva que haya estabilidad, gobernabilidad y políticas reales en un escenario en el que, en el otro lado, no hay nadie con el que contar. El PSOE ni está ni se le espera. Y el BNG es el de a todo que sí, pero no. Eólica sí, pero así no; industria sí, pero Altri no; riqueza sí, pero turismo no; lengua sí, pero consenso no. No se puede contar con ellos para nada.
-Si ofrecieran el proyecto de Altri para su provincia, ¿qué diría?
-El proyecto de Altri nació de un consenso en el Parlamento. Qué casualidad que después de las autonómicas hay una fuerza política que cambió por completo de opinión. Si estuviesen en la Xunta, habrían hecho suyo el proyecto y andarían presumiendo de Altri por España y Europa. Y sí, yo apoyaría la instalación de Altri en la provincia de Pontevedra.
-¿Todo el ruido que hay alrededor de Altri le recuerda al generado con Ence en Pontevedra?
-Ence es una industria que está ahí. ¿Alguien duda de los técnicos y del rigor en la aplicación de la normativa ambiental, con la imposición de medidas a las industrias con garantías máximas? Lo que pasa es que en esto es cierto que falta la explicación de la realidad y no la demagogia y la tergiversación de datos que se escucha. Yo recuerdo cuando se quería poner una planta en O Irixo, llegaron a decir que lloverían heces y que los prados dejarían de ser verdes. La planta marchó para otro punto de Galicia y allí no pasó nada de aquello que decían que iba a pasar. Mucha demagogia.
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