Artes&Letras
La resurrección de Celama
TEATRO
Teatro Corsario inicia periplo por Castilla y León con 'Retorno a Celama', la nueva versión que recrea el territorio literario de Luis Mateo Díez
Teatro Corsario se alía con el Calderón de la Barca más «moderno» para reflexionar sobre la «dignidad» del ser humano

Sobre el escenario se presenta el doctor Ismael Cuende (Carlos Pinedo), «un inquilino que forma parte del patrimonio genérico del cementerio de Celama». Se dispone a pasar las páginas del memorial de muertos de un territorio convertido en «reino de la nada», en la metáfora ... de la ruina del cielo. Y el territorio literario creado por Luis Mateo Díez cobra vida, aunque todos sus pobladores no sean ya más que fantasmas contados por el médico de un lugar del páramo «pedregoso y desabrigado». «Nadie vuelve del pasado a pedir cuentas», dice.
Jesús Peña, Clara Parada (o Blanca Izquierdo), Teresa Lázaro y Pinedo recrean el «mal sueño» de Celama multiplicándose en los personajes del pastor Rapano Perdo y su madre, Fulvio Llama, Sucinta Huera, la tabernera Tamarila, el cura don Selmo, el sargento de la marina Liviano Ariga, Telurio, doña Viña, Burlona, la Muerte... El universo creado por Luis Mateo Díez en las novelas 'El espíritu del páramo', 'La ruina del cielo' y 'El oscurecer' fue llevado a escena hace casi veinte años en 'Celama', adaptación del histórico director de Teatro Corsario, Fernando Urdiales, y el propio autor.
'Retorno a Celama' resucita ahora el territorio fantasmal, con dramaturgia y dirección de Jesús Peña a partir de ese trabajo inicial, con algún cambio en la escenografía, nueva iluminación de Xiqui Rodríguez y la música original de Juan Carlos Martín. Los primeros aplausos a la renovada propuesta los recibió Corsario el pasado mes de agosto en Ciudad Rodrigo, en la inauguración de la Feria de Teatro de Castilla y León. Hasta final de año, habrá nuevas representaciones en Soria, Ponferrada, León, Miranda de Ebro, Benavente y Aranda de Duero.
En 2024 ya tiene nuevas paradas previstas en distintos lugares de Castilla y León, el territorio por el que más se movió también la primera 'Celama', que llegó a representarse en la Sorbona de París.La idea de recuperar una obra por la que Urdiales y Luis Mateo Díez recibieron el premio de la Asociación de Directores de Escena de España (ADE) a la mejor adaptación teatral surgió «casi por azar, como tantas cosas en la vida», tras la representación de unas escenas de la obra en el homenaje al escritor leonés en el Instituto Cervantes hace ahora un año.
La invitación de la catedrática de Literatura Española Ángeles Encinar -y su buen recibimiento en un auditorio de académicos, escritores y buenos conocedores de la obra del escritor de Villablino- animó a los corsarios a darle una nueva oportunidad en el escenario. Parece que a Jesús Peña no le resultó complicado hacer una nueva versión del texto. Enseguida contó con las bendiciones de Luis Mateo Díez, quien acudió al ensayo general de este verano en Laguna de Duero. «De alguna manera me estoy especializando en recuperar lo esencial, en ir al grano, tratando de evitar lo que creo que no va a añadir gran cosa y de dejar solo lo que importa», señala el director, que ya ha buscado esa misma esencia en algunos de los clásicos de la compañía vallisoletana.
Con un elenco más reducido -aquellos repartos de papeles entre más de una docena de actores de hace dos décadas son hoy casi impensables-, también la escenografía presenta diferencias a la búsqueda de la sencillez respecto al origen. Tras prescindir de determinados elementos, permanece la tapia del cementerio con un resultado «más sencillo y más eficaz», a juicio de Peña.
Las comparaciones iban a ser inevitables y ha habido un poco de todo, entre la «sensación extraña» de los actores que participaron en aquella primera versión y quienes destacan la «frescura» de la nueva. Pero casi dos décadas después, Corsario se encontrará también con nuevos públicos, además de espectadores que han tenido la oportunidad de ver la primera y la segunda incursión en el celebrado territorio de Luis Mateo Díez -'La ruina del cielo' recibió el Premio de la Crítica y el Nacional de Narrativa-.Ese territorio mítico y fantástico identificado con la provincia de León, y que a la vez representa todo un mundo que se extingue, vuelve a los escenarios con su historia coral en la que Ismael Cuende pone «las palabras al servicio de los recuerdos». Se cumple así sobre las tablas el propósito del personaje de Luis Mateo Díez al escribir su memorial de muertos «para que el olvido no se hiciera dueño y señor del reino de la nada en que se convertiría Celama».
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