La bajada a los infiernos de Errejón deja a Sumar con al menos cuatro frentes

De hecho, Movimiento Sumar (expartido matriz de la coalición) ya baraja posponer su segunda asamblea estatal, prevista para los próximos 14 y 15 de diciembre, en la que el fundador de Podemos y Más Madrid era el encargado del rediseño de la tesis política, documento clave junto a la ponencia orgánica -que corre a cargo de la secretaria de Organización y una de las cuatro dirigentes interinas del partido, Lara Hernández- en un intento de recobrar algo de oxígeno.

El cónclave también se presuponía una fecha clave para la elección de un nuevo coordinador general que ocupe el puesto de Díaz o, por el contrario, la adopción de un modelo bicéfalo al estilo del PNV o Ciudadanos ya en su última etapa. Otra opción sería dotar de carácter permanente a la actual coordinadora interina compuesta, además de Hernández, por Txema Guijarro, Elízabeth Duval y Rosa Martínez.

Todas estas cuestiones está previsto se diluciden en la reunión del Grupo Coordinador, máximo órgano entre asambleas, que se celebrará hoy a partir de las 11.00 horas en el Círculo de Bellas Artes de la capital.

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Patricia Romero

La crisis abierta tras el escándalo de Errejón alcanza también el seno del grupo plurinacional. La portavocía parlamentaria es un puesto que se le atraganta a Sumar. El miércoles, la dirección oficializó lo que llevaba días siendo un secreto a voces: la elección de la exdirectora general de Trabajo Verónica Martínez Barbero, afín a Díaz, como sustituta del político dimitido. Se trata de la tercera persona que ocupa el cargo en poco más de un año. La primera en hacerlo fue Marta Lois, que lo abandona para presentarse a las elecciones autonómicas gallegas de febrero. Después, le llegó el turno a Errejón.

La elección de Barbero va aparejada de cambios tanto en las comisiones en la Cámara Baja, ya que la diputada gallega (aunque asturiana de nacimiento) presidía, por ejemplo, la de Derechos Sociales y era portavoz de la de Trabajo, como en las portavocías adjuntas. Estas últimas son precisamente las que más quebraderos de cabeza traen a la dirección de Sumar.

La única que no está en juego es la de Aina Vidal. La diputada de los comunes figuraba también en las quinielas para portavoz del grupo, si bien finalmente se optó por no darle un tercer puesto de máxima visibilidad a los catalanes, que ya ostentan la portavocía del partido y un ministerio (Urtasun) y la Secretaría Segunda de la Mesa del Congreso (Gerardo Pisarello), dada la división interna latente entre los partidos por el reparto de poder. Habrá que ver qué ocurre con las otras dos, actualmente en manos de Águeda Micó (Compromís) y Jorge Pueyo (Chunta), ya que conseguir una portavocía adjunta lleva tiempo siendo una de las aspiraciones de Izquierda Unida (IU). Y todo apunta a que los de Antonio Maíllo no volverán ahora a conformarse con una portavocía supletoria para Enrique Santiago como ya hicieron en enero tras la marcha de Lois.

IU, que lleva todo este tiempo detrás de un replanteamiento total de los términos de la coalición, exige junto a otras formaciones como Compromís o Más Madrid cambios aún más profundos que aún están por negociar y anunciar. Las dos reuniones de la dirección del grupo parlamentario de esta semana, además de una tercera de la llamada mesa de partidos (órgano de diálogo entre partidos de la coalición constituido tras la aparente dimisión de Díaz), se quedaron en nada aparte del anuncio de la nueva portavoz y el compromiso de «la constitución, con método y calendario de trabajo, de un espacio de coordinación en el que todas las fuerzas participen en igualdad de condiciones», según trasladaron fuentes internas.

Más allá del rechazo a las cuotas de poder y la lógica vertical que Yolanda Díaz fracasó al tratar de imponer con Movimiento Sumar como paraguas de todos los partidos del proyecto, IU aboga por «dar la vuelta al calcetín· de Sumar, desechando incluso el nombre de la marca de cara a las próximas generales del año 2027: «El nombre del grupo parlamentario y el de la organización Movimiento Sumar no pueden ser el mismo, pues en la confusión del todo con la parte tenemos un problema político», explicó la dirección de la formación en un comunicado propio con el que trataron de desligarse de Sumar (partido) en el que también reconocieron lo mucho que falta por avanzar. En Sumar, por el momento, no se pronuncian acerca de este debate.

De la sombra de Podemos tampoco se libra Yolanda Díaz, entre otros motivos, porque ya se encarga IU de traerlo a la memoria. Los de Maíllo, que hablan siempre en términos de «no exluir a nadie», lanzaron además un recado indirecto a los morados: «La fragmentación de la unidad en la izquierda es un problema de primer orden» y la solución, según ellos, pasa porreconstruir «un bloque histórico».