Reportaje
El testimonio de una madre: «Existen muchos prejuicios con la maternidad después de los 40»
María del Mar, una cordobesa que roza los 50 años, acaba de dar a luz a su primer hijo, Karim; reprueba el estigma social hacia las progenitoras que, como ella, han quedado embarazadas a una edad avanzada
Se multiplican por cuatro las mujeres que dan a luz con más de 40 años
Existe un estigma social hacia la maternidad tardía, a pesar del notorio incremento de mujeres que optan por retrasar el momento de quedarse embarazadas. Son vistas como sujetos de riesgo y hasta se les llega a atribuir el calificativo de 'irresponsables' por considerar que van contra natura, amenazando el asentado modelo heteropatriarcal de cuidadoras intensivas.
María del Mar Franco Ramos lo ha vivido en primera persona. Esta cordobesa de 49 años acaba de ser madre de su primer hijo, Karim, y desde que se quedó encinta (y mucho antes) pudo comprobar los prejuicios que existen «de profesionales sanitarios, de la gente que te rodea... Comentarios, miradas. Si eres madre con mi edad, malo; y si lo tienes muy joven, también. Hagas lo que hagas, parece que nunca aciertas», señala con ironía.
La decisión de postergar la maternidad fue, en el caso de María del Mar, voluntaria, por una parte, y obligada, por otra. «Me puse a estudiar la carrera muy tarde. Vivía en Barcelona y mi pareja de entonces no quería hijos. Pasó el tiempo y cuando decidí que era el momento, con el padre de mi hijo, no me quedaba embarazada», relata.
Después de intentarlo con tratamientos naturales durante mucho tiempo, «decidimos acudir a la reproducción asistida. Y más de lo mismo, no lo lográbamos. Y ello a pesar de que todo estaba en orden; quizá fue por la ansiedad que conlleva un proceso como este. Después, llegó la pandemia y tuvimos que paralizarlo todo hasta dos años después», recuerda.
Tras un intento fallido, en la segunda ocasión, María del Mar quedó embarazada. Durante los primeros meses, tuvo dos amenazas de aborto y, después, todo se estabilizó. «Mi proceso de gestación ha sido muy bueno, salvo por los ardores, que los he tenido hasta el último segundo», explica, entre risas.
Se puso de parto en la semana 41. «Mi padre, que tiene 80 años, se empeñó en llevarnos en el coche a mi casa, hasta que sobre las 0.00 horas rompí la bolsa y ya fuimos al hospital». Quería que su hijo naciera de manera natural, pero, finalmente, tuvo que ser por cesárea, «y el trabajo realizado por los profesionales del Reina Sofía fue magnífico», explica, agradecida.
Ahora, con Karim en brazos, esta madre asegura que «a pesar de que siento vértigo por todo lo que está por venir, tengo que decir que me siento más preparada para afrontarlo que cuando tenía 20 años; y mi pareja, de 40, también lo está. Nuestro deseo, nuestro sueño de tener a nuestro hijo ya es una realidad y nos sentimos plenos de felicidad».
Una tendencia
Durante su embarazo, María del Mar ha podido comprobar que cada vez son más las madres que, como ella, tienen una edad avanzada. «En mis primeras clases de preparación al parto [realizó dos presenciales y otras dos online], la media estaba en más de treinta años. Luego también asistí a otras en las que la chica de más edad tenía 38 años», manifiesta.
«Está claro que priorizamos la estabilidad en nuestras vidas, lograr una independencia económica para, a partir de ahí, plantearnos formar una familia. El ritmo laboral, de superación, y esa búsqueda de seguridad requiere un tiempo que no casa con el de la fertilidad», reflexiona María del Mar.
En este sentido, critica que «los gobiernos vengan a decirnos que hay que aumentar la natalidad, cuando, por ejemplo, para que la Seguridad Social te cubra un tratamiento de reproducción asistida no puedes tener más de 38 años. Y por lo privado el coste es elevadísimo».
En este sentido, señala que «nosotros hemos invertido unos 20.000 euros en lograr que me quedara embarazada;hemos tenido que pedir un préstamo que todavía no hemos pagado. Y tengo amigas que se han quedado sin nada. Otras, ni siquiera pueden plantearse ese gasto».
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