EL NORTE DEL SUR
Nihil obstat
El autor del libro de Bretón tendrá que demostrar línea a línea que remover la memoria de Ruth y José no ha sido un ejercicio en balde. Innecesario
La Fiscalía recurre el auto del juez que da vía libre al libro de Bretón y advierte que el «daño será irreversible»
La familia Bretón responde con silencio a la autoconfesión de José 14 años después del doble crimen
La vida de cada uno de nosotros es privada hasta que sucede algo que le confiere el estatuto de interés público. El domingo pasado murió un joven en un accidente de tráfico en la A-4 a la altura de Écija y hasta un segundo ... antes de que su coche se saliera de la vía se trataba de un muchacho más entre tantos: ahora sabemos su nombre y sus apellidos, que era un futbolista meritorio del Montemayor Atlético al que los suyos le van a rendir un homenaje; como también era alguien normal y corriente, otro deportista más que prometedor, el chico que se fue una tarde a pasarlo bien a Sevilla en tren y al que se le cruzó el infortunio y acabó saliendo en la primera página de los diarios. En La Fuensanta hay decenas de bares y solo aparecen en la televisión si un vecino en apariencia del montón apuñala a otro con un cuchillo de cocina en una noche de agosto mientras el dueño sale a tirar la basura. Si vendes un premio gordo de la Lotería del sorteo de Navidad no habrá de extrañarte que los reporteros merodeen por la administración en la que has colgado el cartel con el número afortunado, ni tampoco que a una desgracia causada por una maldad ciega y reconcentrada se le sume el padecimiento inevitable de ver la historia retratada en la Prensa.
Si el juez hubiera aceptado la paralización del libro sobre Bretón la conclusión sería que tampoco los periódicos hubieran podido publicar en su día los avances de la investigación sobre el crimen de esos dos pobres niños ni las crónicas del juicio, porque tanto la novela —'non fiction novel', aprendimos los estudiantes de Periodismo que fuimos— como las noticias sobre lo que ocurrió le provocan un daño añadido a la familia de las víctimas. Y ciertamente es así: a nadie le gusta que se airee su sufrimiento, pero el mal mayor lo inflige el asesino, no quien hace su trabajo para contar qué, cómo y por qué pasó lo que pasó.
He leído el capítulo que ha trascendido de 'El odio' y no me ha gustado, pero correré a las librerías a comprarlo en cuanto pueda por más que el extracto que ya se conoce me haya parecido falto de profundidad y de un pulso narrativo más bien plano teniendo en cuenta el hecho monstruoso que el escritor ha elegido como trama. Si el autor ha querido emular a Truman Capote se ha puesto el listón alto y ahora es él quien se enfrenta al escrutinio milimétrico de quienes se echen el relato a los ojos: Luisgé Martín tendrá que demostrar línea a línea y página a página que ha valido la pena tratar a ese padre desalmado como a una persona normal, si su decisión de dejar a la desdichada madre al margen de su trabajo literario está fundamentada y si, al cabo, remover la memoria de Ruth y José y someter a sus parientes al vapuleo de las tertulias sin corazón ni cabeza no ha sido un ejercicio en balde, gratuito. Innecesario.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete