Religión
El obispo arropa en Picota (Perú) la misión de la diócesis de Córdoba
Demetrio Fernández conoce el trabajo que hacen los sacerdotes en la Amazonía peruana
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Hace años que Picota, en Perú, es de forma simbólica un territorio más de la diócesis de Córdoba, porque allí se desarrolla una importante misión y allí hay sacerdotes desplazados trabajando en la predicación del Evangelio y en la ayuda.
Allí está esta semana el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que ha celebrado la misa en el poblado de Nuevo Bagua, en el distrito de Buenos Aires, y se ha reunido con los grupos parroquiales, según ha explicado la página web de la Diócesis de Córdoba.
En el encuentro dio las gracias a los fieles por la ayuda dispensada a Antonio Javier Reyes y Nicolás Rivero, sacerdotes de Córdoba, «que han tenido que dejar muchas cosas porque Dios les ha enviado a predicar el Evangelio».
Monseñor Fernández animó a los padres de familia a enviar a algunos de sus hijos al seminario, si sienten la llamada, y a los jóvenes a escucharla. «Dios lleva a término aquello que nos promete», afirmó en su homilía, en que insistió en el amor al prójimo por encima de las normas.

Los fieles de Nuevo Bagua no siempre pueden celebrar la misa, porque el acceso a este lugar, en plena Amazonía, se hace por caminos de tierra. La llegada del obispo ha sido motivo de júbilo. Antes, también en Picota, había visitado el distrito de San Hilarión, donde también celebró la misa y rezó el rosario con los fieles.
Pudo además conocer el agradecimiento que los habitantes de Picota tienen a la misión que los sacerdotes y la diócesis entera realiza en esta tierra de Perú.
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