LIBRE DIRECTO
La democracia amenazada
Nicolás de Bari Millán Cruz ingresó en la Real Academia y propuso fortalecer la educación mediática
Primo Jurado: 'La historia se repite'
La pasada semana Nicolás de Bari Millán Cruz ingresó en la Real Academia de Córdoba. Con un brillante y amplio historial militar, culminado como coronel subdelegado de Defensa en Córdoba, resulta ampliamente conocido en nuestra ciudad, donde es vicepresidente de una institución ... tan prestigiosa como el Real Círculo de la Amistad. En su discurso de ingreso, 'Democracia en tiempos binarios', unió su visión estratégica castrense, Diplomado en Estado Mayor, su sólida formación civil, Licenciado en Derecho, y su innato sentido común. Habló de democracia, de lo que es, su estado actual y sus amenazas. Defendida como la forma de gobierno deseable ('El peor de los sistemas, exceptuando los demás', ironizaba Churchill), contribuye a la estabilidad política, a la prosperidad económica, a la paz, la seguridad, los derechos humanos y las libertades fundamentales. Pero, en palabras de Nicolás: «Las democracias contemporáneas pueden colapsar, no tanto por golpes de estado o revoluciones, sino en un proceso más gradual y menos visible, erosionadas desde dentro por líderes electos que aprovechan su posición para debilitar los frenos y contrapesos del sistema, atacar a los medios de comunicación y a la oposición y concentrar poder en el ejecutivo».
El aumento de la desigualdad económica y la percepción de ineficacia de los gobiernos han llevado a una desilusión creciente con la democracia, Millán Cruz señaló la manipulación y polarización como las dos grandes amenazas, potenciadas por el mal uso de las poderosas nuevas tecnologías de información: «La desinformación es la herramienta principal de la manipulación, difundiendo información falsa o engañosa. La democracia se basa en la participación de la ciudadanía en la toma decisiones y para ello es necesario que su información no resulte viciada. A ella como peligro real para la democracia se une la polarización, verdadero riesgo que nos lleva a ver al otro como un enemigo al que hay demonizar y batir y que provoca una lucha encarnizada para evitar la alternancia, llegando, si es necesario, a alterar el marco jurídico e incluso los resultados electorales».
Propuso fortalecer la educación mediática, aumentar la transparencia de las plataformas digitales y promover un periodismo independiente y riguroso que contrarreste las campañas de desinformación, pero reconoció que «la principal dificultad residirá en el hecho de que algunos gobiernos y poderes pueden estar interesados en el uso de la desinformación y polarización». No fue casual que Nicolás comenzase y acabase su discurso con la teoría del filósofo Spengler, según la cual todas las civilizaciones crecen, florecen y decaen. «En la última fase los principios y valores fundamentales comienzan a desintegrarse, la sociedad se fragmenta en un individualismo egoísta y una moralidad fluida». Advertidos estamos.
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