REPORTAJE
El cómic cordobés con sello de autor
novela gráfica
Autores como Andrés G. Leiva, Fernando González Viñas o Raulo Cáceres han logrado trascender fronteras y tópicos
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Alguna vez se ha definido la novela gráfica como el intento definitivo del cómic por ganar respetabilidad en el mundo cultural. Sujeta siempre a tópicos asociados a su origen popular, la disciplina ha encontrado en este formato, mezcla de narrativa y artes plásticas, un vehículo perfecto para experimentar y alejarse de las temáticas convencionales. Desde finales del siglo XX, autores de todo el mundo, aunque especialmente norteamericanos y franceses, han protagonizado un movimiento de vanguardia y larga expansión, que ha permitido que los cómics entren al fin en los grandes suplementos culturales.
Aunque España siempre ha ido algo a rebufo en este movimiento, también se ha sumado poco a poco. Esto se demuestra en el éxito que los autores nacionales tienen fuera, en el aumento del número de lectores y de la repercusión mediática o en el crecimiento de sellos editoriales, cuyos productos se pueden encontrar no sólo en tiendas especializadas sino también en las librerías generalistas.
Matices autobiográficos
Córdoba, en la que el cómic ha generado artistas interesantes desde hace décadas, tampoco ha sido ajena a este proceso y hoy cuenta con varios creadores que se van abriendo camino. Algunos con historias realistas e incluso con matices autobiográficos, pero también con adaptaciones literarias o con 'biopic' en viñetas de personajes poco conocidos. Nombres como el de Fernando González Viñas, Andrés G. Leiva o Raulo Cáceres son algunos de los varios que se pueden citar como ejemplo.
El primero de ellos va ya por la segunda edición en España, Francia y Alemania de su novela gráfica 'El Ángel Dadá', en la que, como guionista, relataba la vida de la artista vanguardista alemana Emmy Hennings. El segundo, Leiva, ganó el Premio Ciudad de Palma con 'UnO de esos días' en 2017 y ahora triunfa con '15', una novela gráfica ambientada en la guerra civil y de la que es autor de los dibujos. Raulo Cáceres, que junto a su hermano Miguel Ángel es un histórico del cómic cordobés, ha adaptado obras del marqués de Sade y ha trabajado con editoriales norteamericanas y francesas. Su línea más personal, en la que sexo y muerte se funden, ha permitido que la editorial francesa Tabou le haya publicado un libro de artista bilingüe en francés e inglés.
Lecturas de adolescencia
La formación de estos creadores es variada, así como sus intereses, aunque coinciden en hábitos generacionales y en muchas lecturas de adolescencia y juventud. Les influyeron en los inicios las exitosas ediciones de Bruguera o las de superhéroes, pero también más adelante revistas míticas como 'Cimoc' o 'Totem', que comenzaban a abrir el abanico temático y plástico. Andrés G. Leiva explica que en su extensa biblioteca no llega ni a un tercio lo que está relacionado con superhéroes. Recuerda que comenzó como tantos niños leyendo los tebeos de Mortadeloy Filemón y, mientras estudiaba Bellas Artes, tuvo una etapa de pintor al óleo.
Tras lograr las oposiciones como profesor, regresó al cómic en sus ratos libres y desde entonces ha construido una sólida carrera con novelas gráficas como 'Historia de Iván', 'Evelyn' o 'Serie B'. Se le incluye en lo que se conoce como Generación Injuve, un grupo de creadores que se dieron a conocer en los certámenes que organiza el Instituto de la Juventud del Ministerio de Asuntos Sociales desde finales de los años 90.

La consagración definitiva le llegó a Leiva con 'Uno de esos días', una novela gráfica ambientada en el Sector Sur, su barrio. «Mi padre estaba enfermo de cáncer y salía con él de paseo, lo que me despertó cierta morriña al verlo todo tan cambiado», explica. La novela gráfica, construida sobre esa base pero con elementos de ficción, ganó el premio internacional Ciudad de Palma 2017. Tras ello, su último trabajo es '15', una de las novelas gráficas más importantes de cuantas se han publicado este año en España. Editada por el sello vasco Astiberri, cuenta con guión del madrileño David Muñoz, uno de los autores más conocidos del país. Narra la historia de un chico de 15 años que busca venganza en 1938 tras la muerte de su hermano. «Es un tebeo con mucha fuerza, con diálogos muy ágiles», explica Leiva.

El autor cordobés añade que el hecho de vivir en su ciudad natal no le ha impedido desenvolverse y publicar en sellos nacionales. «No sería capaz de vivir en una ciudad como Madrid, me viene grande», explica, aunque reconoce que en Córdoba es más complicado poder charlar con personas aficionadas al cómic y con otros autores.
Un caso distinto es el de otro de los creadores de novelas gráficas más exitosos de Córdoba, Fernando González Viñas. Formado en la Facultad de Filosofía y Letras, antes de llegar al cómic se dio a conocer como novelista, traductor, artista plástico, comisario de exposiciones, ensayista y biógrafo de Manolete, entre otros desempeños. Al cómic, que le había interesado desde niño, saltó con una historia familiar titulada 'El último yeyé', en la que relataba anécdotas de su tío Ruperto durante los años de emigración en Alemania. «Me di cuenta de que era un lenguaje que me gustaba», explica.

De unir eso a su conocimiento e interés por las vanguardias del siglo XX nació la idea de realizar un cómic biográfico de Emmy Hennings, una artista expresionista alemana de vida singularísima. Titulado 'El Ángel Dadá' y editado por la editorial sevillana El Paseo, se ha publicado con gran éxito en Francia y Alemania y ha sido reseñado en importantes suplementos culturales. Lo último de González Viñas es 'Los artistas del hambre', una mezcla de cómic y ensayo en la que se acerca a la historia de esas personas que, entre el XIX y el XX, realizaban largos ayunos y que a su modo inventaron el 'performance'. Sobre el éxito de su trabajo en Francia, González Viñas señala que allí se publica mucho más que en España. A ello se une que la novela gráfica se entiende desde hace años como un producto cultural de primera magnitud.
Un nuevo 'biopic'
La próxima novela gráfica de Viñas será un nuevo 'biopic', en este caso sobre la bailarina expresionista alemana Mary Wigman. Ahí se encarga del guión, mientras que en el dibujo colabora para este proyecto con otro cordobés, Joaquín Santiago, que con este trabajo debutará en la novela gráfica. Físico de profesión, explica que los cómics le gustan desde niño. Como gran aficionado al género, señala que su avance ha sido algo natural, una consecuencia «de la gran libertad que te da y que te permite enfocar una historia de una manera muy personal». Santiago argumenta que la novela gráfica ofrece infinitos enfoques y que por eso mismo es un territorio perfecto «para la experimentación tanto plástica como narrativa».
Ilusionado con la novela sobre Wigman, en la que llevan más de un año trabajando, Joaquín es el ejemplo de que este movimiento sigue creciendo. También de que la ciudad y la provincia de Córdoba no son ajenas a todo ello e incluso puede tener mucho que decir en los próximos años con creadores que van llegando al cómic en busca de la creatividad experimental. Persiguiendo al cabo la libertad.
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