Elecciones Andalucía 2022
Los Palacios, el pueblo sevillano que fue bastión socialista y hoy coquetea con Vox
Las encuestas locales otorgan serias opciones a Vox de convertirse este domingo en el partido más votado en este tradicional bastión de la izquierda situado a pocos kilómetros de Sevilla. También aquí, los hijos de los votantes del PSOE parecen haber perdido el complejo a decantarse por la derecha

En la madrugada del 5 de septiembre de 2013, el archivo municipal de Los Palacios y Villafranca, a veinte kilómetros de Sevilla , ardió como una tea. En el incendio, se perdieron la mayor parte de la series continuadas de actas capitulares de los ... plenos, el fondo de secretaría municipal, expedientes locales, documentación económica del momento, asientos contables, legajos de los libros del cementerio y del catastro, y numerosos informes de parcelación urbanística.
Mucha de la información destruida hubiera sido de utilidad para esclarecer algunos procesos por los que se investigaba al anterior equipo de gobierno, presidido por el socialista Antonio Maestre, quien en cualquier caso acabó inhabilitado tras la quiebra de la sociedad municipal Iniciativas de Desarrollo de Los Palacios (Idelpa). Tiempo después, regresó a la Diputación de Sevilla en calidad de asesor, puesto en el que hoy sigue.
Tras quedar el archivo reducido a cenizas, el alcalde, Juan Manuel Valle, de Izquierda Unida, insinuó que el incendio pudo haber sido provocado por alguien cercano al PSOE para hacer desaparecer pruebas por la vía expeditiva. Pero la investigación de la Guardia Civil concluyó que el siniestro se había originado por un chispazo fortuito. Aquello quedó entre los palaciegos como «l a leyenda comunista del archivo », que resume de forma bastante eficaz el reparto del poder político desde la restauración democrática en este bastión andaluz de una izquierda canónica cuya égida, no obstante, se ha visto cada vez más cuestionada por los vecinos.
Poca renta y paro
Los conductores de Los Palacios se colocan por costumbre una toalla de mano sobre el salpicadero del coche. El sol retuerce el plástico por el calor, y muchos de los vehículos de la zona, sobre todo los agrícolas, carecen de aire acondicionado. Casi como un resorte mental, algunos llevan el trapo todo el año puesto junto al volante. Con una población de 38.000 habitantes, Los Palacios vive mayoritariamente del campo –tomate, fruta de invernadero, algodón, remolacha–, y algo de la construcción y del sector servicios. Es uno de los municipios con menor renta de Andalucía –por debajo de 7.000 euros anuales– y una tasa de desempleo, normalmente alta, sometida a constantes vaivenes por la temporalidad de la agricultura.

Es, también, cuna de futbolistas como Jesús Navas y Gavi, tradicional fortín felipista –de esos en los que, como dejó sentado Alfonso Guerra, se podía presentar una cabra como candidata del PSOE y ganaba –. Y, de un tiempo a esta parte, uno de los núcleos sevillanos en que los vecinos se han sacudido el complejo de votar a la derecha: en 2018, Vox fue la segunda lista más votada, como ocurrió también en otras localidades andaluzas azotadas por el paro. El trasvase de papeletas detectado entonces venía a confirmar que los votantes del partido de Santiago Abascal eran los hijos de quienes han votado socialista hasta donde les alcanza la memoria. De hecho, las encuestas locales de los últimos días apuntan a que Vox podría dar el campanazo e imponerse al resto de las candidaturas. «No se engañe, aquí hay mucha inmigración irregular vinculada a los cultivos y estamos hartos de que las autoridades miren a otro lado». El vecino merodea en torno a la plaza de Andalucía, donde se sitúa el ayuntamiento. Dirige una mirada al edificio. «Sinvergüenzas todos», masculla.
La campaña en los bares
La avenida de Sevilla es la vía principal de Los Palacios y Villafranca. En ella se sitúan los establecimientos más reputados de un pueblo con una restauración muy apreciada en toda la provincia cuyo desarrollo está ligado a su proximidad con la antigua N-IV.
En Casa Manolo Mayo, el restaurante de mayor solera del municipio, los clientes comentan el debate electoral de la noche anterior. A tres mujeres que comen juntas, el tono de Macarena Olona , la candidata de Vox, les pareció «demasiado duro. No nos disgusta el fondo de lo que dice, pero sí cómo lo dice». La campaña se dirime en los bares, como mucho en terrazas acondicionadas: en la calle, la temperatura, disparada, supera los 40 grados. «Pues aquí parece que va a ganar Vox», tercia otro de los comensales. «O el PP», replica una de las tres que almuerzan en la misma mesa. Un cuarto dice que si solo votaran las mujeres, «Juanma ganaría por mayoría absoluta».
En la conversación, sí, asoma el nombre de algún candidato a la Junta, que se entremezcla con las críticas a gobernantes locales que han dejado mal recuerdo, la chanza ante «la escasa pegada» de los nuevos dirigentes municipales del PSOE, «siempre peleando entre ellos», y las puyas dirigidas al actual munícipe, que «se empeña en justificar su escasa capacidad de gestión» en la herencia recibida de dos décadas años de gobiernos socialistas.
Los Palacios y Villafranca es un pueblo angustiosamente endeudado. El actual Gobierno local asumió un agujero de 70 millones de euros y tuvo que refinanciarse a base de préstamos para poder cumplir con los proveedores. Resultado: la deuda se convirtió en bancaria, un lastre que para algunos explica el escaso margen de maniobra de Valle y que para otros no es más que «una excusa. Han pasado once años desde que el PSOE dejó la alcaldía. Yo creo que ha habido tiempo para ir arreglando el roto que dejaron los socialistas». Los menos partidarios lo tildan de «sectario»: dicen que para él, los del centro, la zona más acomodada del pueblo, «somos unos fachas. Solo privilegia a la periferia, donde tiene a sus votantes».
Padre e hijo
Juan Manuel Valle es hijo de Juan Valle, alcalde por el PCE en 1987. A partir de 1991, el Consistorio cayó en manos socialistas, hasta 2011. Este pueblo está regido por dos dinastías, cuando escoró, de nuevo, más a la izquierda. «Parece una monarquía hereditaria», dice un repartidor de bebidas mientras apila la mercancía a pleno sol.

Antonio Ruiz, funcionario de Justicia en Sevilla, es hermano del portavoz local del PP. E íntimo del exalcalde Maestre. «Cuando nos juntamos, tenemos prohibido hablar de política» . Tampoco es que la cartelería del 19-J menudee especialmente en las calles, lo que contribuye a consolidar ese ambiente de escasa pulsión electoral que viene definiendo la recta final que desembocará en la jornada del próximo domingo. Como si el calor lo hubiera aletargado.
Caída la tarde, en la Peña Bética Cultural, los mayores se sientan al fresco cuando la temperatura se hace más llevadera. Casi todos los reunidos han votado siempre «al PSOE de verdad». ¿Y esta vez? «Esta vez ya veremos. El muchacho del PP tiene buena entrada. Ya veremos». Uno de los integrantes de la tertulia discrepa: «Aquí muchos quieren seguir con la paguita y el subsidio. Eso sigue pesando mucho. Ganará el PSOE aunque Juan Espadas no tenga tirón». Inevitablemente, los palaciegos asocian al candidato socialista con el presidente del Gobierno. « Y Sánchez resta en un pueblo como este, en el que no reconocemos al PSOE desde que él lo lidera ». Los del pueblo pueden perdonar muchas cosas, incluso que se haya metido la mano en la caja durante los años de gobierno socialistas. «Pero no soportamos oír a Espadas decir que él quiere hacer con Andalucía lo que Sánchez está haciendo con España. Eso no».
Trasvases extremos
Rafael Ruiz Guzmán es el líder local del PP. Estos días cruza los dedos para que se cumplan las encuestas que atribuyen hasta ocho diputados al PP de los 18 que se reparten por la circunscripción sevillana: él ocupa el octavo puesto en la lista.
El dirigente popular no tiene dudas sobre que Vox no compite con el PP, sino con el PSOE y con el resto de «una izquierda fragmentada que, al menos aquí, creo que tiene poco recorrido». Recuerda cómo en las elecciones fallidas de diciembre de 2015, los «cinco mil votos que obtuvo Vox en Los Palacios procedían de la izquierda. Al PP no le arrebataron ni uno».
Pero trasladar los resultados que arrojen las urnas el domingo a lo que pueda ocurrir en clave local el año que viene resulta osado incluso para quien está subido ahora a la ola ganadora. «En un pueblo como este hay múltiples factores que decantan un voto al margen de la ideología ».
Superados 37 años como feudo sevillano del PSOE, el mapa político de este y otros municipios sevillanos está en vías de transformación, y en las calles de la localidad se da por hecho que los socialistas serán los grandes damnificados el lunes 20 de junio. Ese día, es posible que la cabra invocada por Alfonso Guerra ya no cuele . Ni siquiera en Los Palacios y Villafranca.
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