La receta nuclear de Macron bajaría un 75 por ciento el precio de la luz en España
Francia volverá a construir centrales nucleares y apostará por los pequeños reactores modulares (SMR), unas plantas de rápida instalación que compensarán el déficit de las renovables. Se trata de una solución viable en España, pero el principal obstáculo es la oposición de la izquierda

Si el expresidente Felipe González no hubiera aprobado la moratoria nuclear en 1994, España apenas tendría que comprar gas a otros países y el recibo de la electricidad no se habría disparado en los últimos meses. Nuestro país se aproximaría a un 30-40 ... por ciento de energía nuclear y un 60-70 por ciento de renovables, un mix energético razonable para un país rico en viento, sol y pantanos, según los expertos consultados por ABC. ¿Y por qué no abastecernos solo de energías renovables? Pues porque no siempre hay sol ni viento ni agua ni suficientes sistemas de almacenamiento para suministrar la cantidad de electricidad que se demanda.
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Curiosamente, España deshizo hace 27 años el camino que ahora ha retomado el presidente de Francia, Emmanuel Macron , quien ha apostado por la nuclear para avanzar en la transición hacia la energía verde . Los españoles siguen pagando hoy, y a un precio muy caro, aquella decisión política de González, que supuso la paralización de cinco centrales (Lemóniz I y II, Valdecaballeros I y II y Trillo II), cuatro de las cuales ya habían empezado a construirse. «Si no hubiéramos cerrado esos cinco reactores, estos últimos meses prácticamente no habríamos tenido que quemar gas para producir electricidad», explica Alfredo García, supervisor de la central nuclear de Ascó (Tarragona) y divulgador científico. Y es que «la cantidad de gas que estamos quemando equivale aproximadamente a la energía que producirían esos cinco rectores».

Origen de la energía
consumida en España
Noviembre 2020-noviembre 2021
Energía
importada
Energía
producida
77,94%
20,98%
Otros
1,08%
Gasolina
y petróleo
48%
Consumo
por tipo
de energía
18%
Gas
9%
Energías
renovables
25%
Electricidad
Consumo por sectores
Transporte
Otros servicios
Industria
Hogares, sector servicios, agricultura,
pesca, ganadería...
22,99%
37,92%
32,93%
Fuente: Eurostat 2019

Origen de la energía
consumida en España
Noviembre 2020-noviembre 2021
Energía
importada
Energía
producida
77,94%
20,98%
Otros
1,08%
Gasolina
y petróleo
48%
Consumo
por tipo
de energía
18%
Gas
9%
25%
Energías
renovables
Electricidad
Consumo por sectores
22,99%
37,92%
32,93%
Industria
Transporte
Otros
servicios
Hogares, sector servicios, agricultura, pesca, ganadería...
Fuente: Eurostat 2019
Al revés que Francia
Las siete centrales que aún funcionan (Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Vandellós II, y Trillo), y que hoy generan más del 20 por ciento de la energía consumida en España, también tienen los días contados y se cerrarán entre 2027 y 2035. El desmantelamiento será costoso (unos 4.200 millones de euros) y provocará una orfandad energética que nadie sabe cómo se va a solucionar, porque la nuclear es, desde hace más de una década, la tecnología que más electricidad produce en España.
En plena transición hacia las energías verdes , España sigue dependiendo del gas, un combustible fósil que emite CO2 , que tiene que importar (99 por ciento) y que, en estos momentos, está pagando a precio de oro. El gas ha pasado de costar 13,42 euros el megavatio hora hace un año a superar los 76 euros esta semana. Según el Banco de España, su cotización es la responsable de la mitad de la subida del precio de la luz.
El encarecimiento desorbitado de los precios de la energía se debe al desajuste que se ha producido cuando el planeta ha acelerado su carrera hacia las energías verdes para tratar de contener el cambio climático. Presionados por el ecologismo, los países han dejado de producir energía contaminante -con combustibles fósiles como el carbón- cuando no disponen de suficiente producción de energía renovable. Y ese hueco lo están llenando el gas y el gasoil , también contaminantes.
En medio de este desajuste, que está lastrando la recuperación económica de los países tras la pandemia, la apuesta por la energía nuclear, que es barata y no produce emisiones de dióxido de carbono, aunque sí deja residuos, ha resucitado con más interés que nunca. Su principal defensor en Europa es el presidente de Francia, país que cuenta con 56 centrales nucleares -hay otra en construcción- que generan el 70 por ciento de la energía. En un discurso transmitido por televisión, Macron anunció el pasado martes que Francia va a volver a construir centrales nucleares por primera vez en décadas (la última entró en servicio en 2002). «Si queremos seguir pagando nuestra energía a precios razonables y no depender del extranjero, tenemos que seguir ahorrando energía e invertir en energías descarbonizadas», argumentó.

La electricidad ‘atómica’
en Francia y España
Esta es la radiografía de la producción eléctrica nuclear de ambas naciones antes de que el país galo comience a contruir los pequeños reactores para consolidar su independencia energética.
2
6
4
4
Francia tiene un total de 56 reactores en funcionamiento
2
2
2
4
2
4
2
900 MW
1.300 MW
2
1.450 MW
4
2
En construcción
1.650 MW
4
2
4
4
2
Lugo
Trillo
Guadalajara
1.003 MW
Zamora
Vandellós II
Tarragona
1.045 MW
Almaraz I y II
Cáceres
1.004 y 1.006 MW
Ascó I y II
Tarragona
1.033 y 1.027 MW
Badajoz (2)
Cofrentes
Valencia
1.064 MW
España tiene un total de 7 reactores en funcionamiento.
La moratoria nuclear paralizó
cinco centrales.
Los reactores nucleares pequeños
Una central nuclear necesita un gran espacio para, a veces, enormes elementos como son las torres de refrigeración (la torre de Ascó mide 160m de altura y 120 de diámetro).
Un pequeño reactor, sin embargo, tiene de 2,5 a 28 metros de altura con un diámetro que oscila entre 1,25 a 4,15 metros y no necesita de estas grandes estructuras.
En cuestiones de superficie pasa lo mismo: mientras una central -española- ronda entre las 70 y las 125 hectáreas una con un reactor pequeño oscila entre una a 20 (en algún caso no llega ni a una hectárea).
Central
nuclear clásica
Reactor
pequeño
Las ventajas
de los pequeños reactores
Cuesta menos
Más fácil de financiar y con menor riesgo económico
Flexibilidad en la potencia
Existen de muy diferentes potencias que puede ajustar a la demanda y así controlar los costes superfluos. Ademas de ser estructuras modulares (se pueden ir sumando más reactores para aumentar la potencia)
Necesitan menos agua en su funcionamiento
Las piscinas de contención son muy pequeñas con un menor riesgo de contaminación
No hace falta construirlos in situ
Se pueden montar en serie dentro de fábricas, que es un entorno controlado (puede favorecer a algunas industrias nacionales tanto en componentes como I+D)
Instalación en lugares remotos
Autosuficiencia en lugares con un acceso complicado a la red o dependientes de otras energías
A escala
En la imagen se compara un pequeño reactor de 28 metros de altura y 3,7 de diámetro con una torre de refrigeracción de 100m y un hombre de 1,75
Energía eléctrica de origen nuclear sobre el total de la energía eléctrica producida
En porcentaje (%)
Potencia total de los reactores
útiles de cada país
14,67%
4,98 GWh
España
66,51%
42,80 GWh
Francia
Fuente
Enresa / Foro Nuclear Agencia Internacional de la Energía Atómica / electricitymap.org
ABC / JdeVelasco

La electricidad ‘atómica’
en Francia y España
Esta es la radiografía de la producción eléctrica nuclear de ambas naciones antes de que el país galo comience a contruir los pequeños reactores para consolidar su independencia energética.
Francia tiene un total de 56 reactores en funcionamiento
900 MW
1.300 MW
1.450 MW
En construcción
1.650 MW
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España tiene un total de 7 reactores en funcionamiento. La moratoria nuclear paralizó cinco centrales.
Vandellós II
Tarragona
1.045 MW
Lugo
Trillo
Guadalajara
1.003 MW
Zamora
Almaraz I y II
Cáceres
1.004 y
1.006 MW
Cofrentes
Valencia
1.064 MW
Badajoz (2)
Ascó I y II
Tarragona
1.033 y
1.027 MW
Energía eléctrica de origen nuclear sobre el total de la energía eléctrica producida
En porcentaje (%)
Potencia total
de los reactores
de cada país
14,67%
4,98 GWh
España
66,51%
42,80 GWh
Francia
Los reactores nucleares
pequeños
Una central nuclear necesita un gran espacio para, a veces, enormes elementos como son las torres de refrigeración (la torre de Ascó mide 160 metros de altura y 120 de diámetro).
Un pequeño reactor, sin embargo, tiene de 2,5 a 28 metros de altura con un diámetro que oscila entre 1,25 a 4,15 metros y no necesita de estas grandes estructuras.
En cuestiones de superficie pasa lo mismo: mientras una central -española- ronda entre las 70 y las 125 hectáreas una con un reactor pequeño oscila entre una a 20 (en algún caso no llega ni a una hectárea).
Central
nuclear clásica
Reactor
pequeño
A escala
En la imagen se compara un pequeño reactor de 28 metros de altura y 3,7 de diámetro con una torre de refrigeracción de 100m y un hombre de 1,75
Más ventajas
de los pequeños reactores
Cuesta menos
Más fácil de financiar y con menor riesgo económico
Flexibilidad en la potencia
Existen de muy diferentes potencias que puede ajustar a la demanda y así controlar los costes superfluos. Ademas de ser estructuras modulares (se pueden ir sumando más reactores para aumentar la potencia)
Necesitan menos agua
en su funcionamiento
Las piscinas de contención son muy pequeñas con un menor riesgo de contaminación
No hace falta construirlos in situ
Se pueden montar en serie dentro de fábricas, que es un entorno controlado (puede favorecer a algunas industrias nacionales tanto en componentes como I+D)
Instalación en lugares remotos
Autosuficiencia en lugares con un acceso complicado a la red o dependientes de otras energías
Fuente
Enresa / Foro Nuclear Agencia Internacional
de la Energía Atómica / electricitymap.org
ABC / JdeVelasco
Los pequeños reactores
Este anuncio se sumó al que Macron hizo tres semanas antes: Francia destinará 1.000 millones de euros a la construcción de pequeños reactores nucleares dentro de su Plan 2030 para reindustrializar el país en el marco de la transición verde. Estos pequeños reactores, conocidos como Small Modular Reactors (SMR) y que han llamado la atención de la opinión pública por su novedad, ofrecen muchas posibilidades, como suministrar electricidad a pequeños mercados y zonas aisladas, o complementar el déficit de las energías renovables.
Los SMR se caracterizan por tener menos potencia (hasta 470 megavatios, aunque lo habitual son 200 o 300) en comparación con las grandes centrales (que suelen producir entre 1.000 y 1.600 megavatios); por su diseño modular (que permite ir ampliando su potencia, en función de las necesidades), por su mayor rapidez de instalación y porque se pueden trasladar -caben en un camión- a lugares remotos.
Además de Francia, otros muchos países han apostado por los SMR, como Canadá, Estados Unidos, Finlandia, China, Rusia y el Reino Unido, según datos facilitados por el Foro Nuclear. En este último país, la empresa Rolls-Royce está desarrollando cinco reactores modulares de 470 megavatios que podrían empezar a operar en los próximos diez años. Cada planta ocupará el espacio de dos campos de fútbol -mucho menos que una gran central- y suministrará energía a un millón de hogares, según la propia compañía.
Abaratamiento del recibo
«La apuesta de Macron es una gran noticia para el sector nuclear», comenta a ABC el vicepresidente de la Sociedad Nuclear Española, Emilio Mínguez, quien considera que «los países deberían tomar nota» porque esta apuesta supone «la independencia energética de otros combustibles, porque se trata de una fuente de energía que está disponible 365 días al año y 24 horas al día y porque, además, es una fuente que no emite CO2».
Asimismo, Mínguez asegura que la apuesta por la energía nuclear se traduciría en un abaratamiento del recibo de la luz : «Sin lugar a dudas, podríamos estar hablando de 50 euros el megavatio hora , y ahora mismo estamos en valores por encima, cuatro veces más altos. Hay que tener en cuenta que, en el caso de España, el precio se incrementa por los impuestos, pero podíamos estar hablando de 50 o 60 euros, independientemente de que cada país ponga los impuestos que quiera».
En cuanto a los SMR, el vicepresidente de la Sociedad Nuclear Española añade que «esta solución es muy viable desde el punto de vista costes y de disponibilidad a corto plazo. Antes de que finalice esta década estarán en funcionamiento». Según explica, el tiempo de construcción de estos pequeños reactores «es mucho más corto, tres años o menos, que el de las grandes centrales, que pueden tardar cinco o seis, y también son mucho más baratos».
La apuesta de Macron es una gran noticia para el sector nuclear y permite la independencia energética de otros combustibles, porque se trata de una fuente de energía que está disponible 365 días al año y 24 horas al día, y porque, además, es una fuente que no emite CO2
Emilio Mínguez
Vicepresidente de la Sociedad Nuclear Española
De momento, el precio de estos pequeños reactores seguirá siendo una incógnita hasta que empiecen a comercializarse, aunque también Foro Nuclear asegura que los costes de inversión serán menores que los de las grandes centrales. Además, sostienen que, al ser instalaciones modulares y al estar estandarizada su producción, se reducirán los costes y la duración de la construcción.
En estos momentos hay 72 modelos distintos de SMR en el mundo, explica García a ABC, y solo una tercera parte de ellos está en uso; el resto está en pruebas o en desarrollo y se espera que los más avanzados empiecen a funcionar a partir de 2025. «Estos reactores llevan la misma tecnología que las centrales nucleares, pero son de tamaño más pequeño. Su gran ventaja es su capacidad de producir mucha energía durante mucho tiempo, ya que algunos diseños serán capaces de funcionar hasta 40 años sin recargar ». Además de la citada Rolls-Royce, hay otras empresas muy potentes, como Westinghouse, Framatome, General Electric-Hitachi, Holtec y NuScale Rosatom, que están apostando por este tipo de reactores.
Uno de los SMR que ya se están utilizando es el reactor que propulsa el portaaviones nuclear francés Charles de Gaulle. «Rusia también tiene cuatro rompehielos con reactores nucleares, y una central nuclear flotante, la Akademik Lomonosov , que remolcada por barcazas se puede llevar a cualquier puerto», añade García.

«Un tercio de los SMR que se están desarrollando son de cuarta generación , capaces de reciclar el combustible (uranio enriquecido) utilizado» y sin necesidad de extraerlo del reactor. La posibilidad de reciclar el uranio es de enorme importancia, ya que los residuos son el principal motivo de crítica de las asociaciones ecologistas.
De hecho, Soledad Montero, activista en energía de Ecologistas en Acción , argumenta que a la energía nuclear «no se la pueda denominar energía limpia por muchos motivos y el primero de ellos es que genera residuos radiactivos que duran entre cuarenta y miles de años y todavía no se ha encontrado una solución para ellos en ninguna parte del mundo». Por ello, esta organización prefiere las energías alternativas, como la solar o eólica. Además, Ecologistas en Acción pone en duda que la energía nuclear sea más barata que las renovables. «Si está a 60 euros el megavatio hora de energía nuclear, y la fotovoltaica se subasta a entre 30 y 36 euros, no le encuentro la ventaja económica».
Sin embargo, García matiza este argumento de los ecologistas: «No se puede comparar el precio de la energía nuclear, que está funcionando el 90 por ciento del tiempo (se para por el mantenimiento), con los de la energía eólica, que funciona el 30 por ciento porque no siempre hay viento, o la solar, que funciona el 20 por ciento. Si la diferencia entre el 20-30 por ciento de las renovables y el 90 por ciento de la nuclear lo complementamos con gas, al precio de la eólica o de la solar habría que sumarle ese 60-70 por ciento de gas. Los precios hay que compararlos en función de lo que aporta cada una», insiste.
El gran debate sobre qué energías se pueden considerar limpias se está viviendo en la Comisión Europea . Francia reclama que la nuclear sea incluida en la taxonomía como energía verde, lo que permitiría que fuera financiada con fondos europeos. A Francia la respaldan nueve países: Bulgaria, Croacia, República Checa, Finlandia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y Rumanía. Frente a ellos, Alemania se ha manifestado en contra de la energía nuclear y a favor de que se considere al gas (un combustible fósil) energía verde. A Alemania la respaldan otros cuatro países: Dinamarca, Luxemburgo, Portugal y Austria. En este debate, España no está ni con el gas ni con la nuclear.
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