¿Qué pasó con... Diego Cabeza?
Hablar de hockey en Sevilla es hacerlo de este abogado de profesión que impulsó el deporte en la Universidad como director del SADUS y ha ejercido como entrenador más de cuarenta años
Siente y ama el hockey, al que se ha entregado con pasión jugando, entrenando incontables horas y viajando a donde hiciera falta para seguir aprendiendo. Proyectó el SADUS e impulsó la creación del Complejo Deportivo Los Bermejales en una fecunda trayectoria como gestor que en ... 2021 fue reconocida por el Ayuntamiento. Ya desligado de la Universidad, aún pertenece al comité ejecutivo de la Federación Española de Hockey. Diego Cabeza Ramos (Sevilla, 1952) se licenció en Derecho y ejerció como abogado durante doce años hasta que priorizó su pasión por el deporte.
¿Cuándo se produjo su flechazo con el hockey?
No tenía ni idea de su existencia hasta que llegué a la Facultad de Derecho, en 1972. El deporte que hacía entonces era campo a través. En primero de carrera, vi que había un grupo con una especie de bastón invertido y pregunté. A partir del segundo curso, ya me metí. Me empapé de todo, me encantó y terminé llevando los deportes en Derecho, por supuesto el hockey. Era defensa, pero no un gran jugador. Empecé como entrenador relativamente pronto porque en el 77 ya estaba entrenando a chicas y ganamos varios campeonatos de España universitarios.
Cuarenta años como entrenador.
He tenido dos vertientes: la organizadora y la de entrenador. Hice una especie de mini SADUS en la Facultad de Derecho. En 1979 sigo ligado a la Facultad de Derecho, ya ejerciendo como abogado, organizando todo el tema deportivo. Javier Pérez Royo, el rector en 1988, me llamó y me dijo que si eso que había hecho para la Facultad podría hacerlo para toda la Universidad. Me otorga esa confianza, acepto y cojo el guante.
¿Cuándo se inicia el hockey femenino en la Universidad?
A finales de los setenta. Había hockey en Sevilla antes gracias a una profesora en el Colegio Irlandesas, Carmen Rivero, y a María Antonia Bujalance en San José Obrero. Dos pioneras. En los ochenta se jugaba en Piscinas Sevilla, en los aparcamientos de la Feria, en el Claret y en la barriada Elcano. Luego se quedaron la Facultad de Derecho y Amate. A partir del 2000 se hace el campo en Los Bermejales.
No deja de ser curioso que en una ciudad tan futbolera, el impulsor del SADUS sea un hombre de hockey.
Soy amante de todos los deportes, aunque el hockey lo tengo inyectado en vena. En el SADUS había más de 40 modalidades. Fuimos creciendo. Siempre digo que después del Sevilla y Betis, el Sevilla y el Betis, el tercer club de Sevilla es el SADUS. Tenía una entidad propia dentro de la propia Universidad. Logramos tener una marca propia. Estaban todos los deportes. Siempre quise apoyar a deportes minoritarios y el deporte femenino.
¿Cómo se forma como entrenador? ¿De qué fuentes bebe?
A través de Antonio Vázquez, Carmen Rivero y María Antonia Bujalance. También mantuve contacto con el malagueño Antonio Guerra y con el gallego José Brasa. He ido poco a poco. Creé una asignatura de fundamentos del hockey, lo que para mí ha sido una gran satisfacción. A Holanda he viajado una vez al año. Me he pateado el país de arriba abajo porque era el modelo. El hockey es muy atractivo. Ha sido mi vida. Yo entrenaba todos los días.
¿Su mayor locura por el hockey?
Es difícil decirlo porque he hecho muchas. La mayor, la del campo de césped artificial con Francisco Mena y Pedro Rodríguez de la Borbolla. Porque si no, se moría el hockey en la ciudad. Nos liamos la manta a la cabeza, nos fuimos a Madrid a hablar con el CSD y conseguimos que el Ayuntamiento nos cediera una parte en Amate. Pusimos mucha ilusión. Le he dado mucho al hockey pero él también me ha dado mucho a mí.
La gran pasión de su vida junto a su familia.
Por supuesto. Lo dije en el Lope de Vega, que si no fuera por mi mujer, no habría podido hacer nada de esto. Vio que era mi ilusión y me ha apoyado. Ella tiene muchísima parte de culpa de lo que haya podido hacer. He pasado mucho tiempo fuera de casa por el hockey. La comprensión de mi familia ha sido fundamental.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete