Betis y Sevilla acuerdan el fin de su 'ruptura' para darle normalidad al derbi
El presidente sevillista se sentará el próximo domingo en el palco después de la invitación de su homólogo bético

Betis y Sevilla han aparcado sus diferencias y abren un nuevo marco institucional para que las relaciones entre las dos entidades más importantes y representativas de la ciudad dejen atrás sus batallas fatricidas, centrándose en buscar un estado de concordia y respeto entre los ... clubes y sus respectivas aficiones, quienes son los destinatarios finales de todo lo que hacen los máximos representantes de sus equipos. Ángel Haro, como presidente del Betis, y José María del Nido Carrasco, como máximo representante del Sevilla, lanzaron a través de sus medios oficiales sendos discursos donde acordaban el fin de las hostilidades, comenzando por la invitación aceptada por parte del presidente sevillista para acudir este próximo domingo al palco de autoridades para la disputa de una nueva edición del derbi.
«En el día de ayer (por el lunes) cursamos la pertinente comunicación desde protocolo, pero al margen de esto, conversamos el presidente del Sevilla, José María y yo, sobre la necesidad de fomentar un marco institucional estable y conveniente para las dos instituciones», comenzaba el mandatario verdiblanco, desvelando esa conversación telefónica que ha servido como punto de partida para que las relaciones se hayan reconstruido, pese a la lejanía de las partes no hace tanto, con ruptura oficial de relaciones activada por el Sevilla, con unas declaraciones duras por parte de su presidente, después de que el comité de disciplina castigase a tres jugadores del equipo antes de medirse al Celta.
«El Sevilla ha aceptado la invitación del Real Betis Balompié y acudirá el domingo al palco del Benito Villamarín. Ha habido contactos entre ambos presidentes y hemos entendido la necesidad de establecer un marco que debe regir la relación entre ambas instituciones y ese marco debe ser con comunicación fluida, de relación honesta y que los derbis se jueguen en el terreno de juego, evitando ambas instituciones la realización de conductas improcedentes», explicaba Del Nido Carrasco, quien insistía en esos derbis que se juegan en el terreno de juego, donde no debería tener cabida los que se tratan de jugar en los despachos, en clara alusión a la mencionada sanción, la cual desencadenó toda la guerra posterior que se ha vivido hasta esta paz apalabrada.
Porque en el Betis escoció muchísimo que su mayor símbolo -su escudo- apareciese tachado en manos de algunos jugadores del Sevilla durante la celebración de la victoria contra el Betis a principios del mes de octubre. Unos hechos, tras más de medio año, que siguen provocando una encendida discusión entre ambas aficiones. «Yo creo que al margen de la rivalidad que tenemos que tener y que existirá siempre en el terreno de juego, fuera del terreno de juego tenemos que tener un clima de concordia, de honestidad, de sinceridad, y para ello es muy importante la comunicación y el diálogo en aras a solventar cualquier conflicto que pueda surgir entre las instituciones, el Betis y el Sevilla», insistía Haro, quien en este caso ha atendido a su homólogo sevillista, quien ha debido dar un paso al lado en cuanto a esa ruptura de relaciones que se comunicó a bombo y platillo.
«Este marco es para el presente y para el futuro, incluso en aquellos asuntos que beneficien tanto al Real Betis como al Sevilla FC, o en cualquier tipo de institución o cualquier tipo de lucha por situaciones que puedan beneficiar a ambos e incluso trabajar de la mano», insistía Del Nido Carrasco, quien deslizaba uno de los puntos importantes del acuerdo primero que han alcanzado ambas entidades, en un primer borrador de lo que pretenden hacer de cara al futuro. La primera piedra es la de no asestarse puñaladas por la espalda. Que antes de tomar cualquier medida de alto voltaje, se vuelve a coger el teléfono y a intercambiar impresiones mediante una llamada fluida, donde se deje bien claro qué ha molestado de la parte contraria.
Una vez solventado este primer escollo, relevante para las partes, también ha salido a la luz la posibilidad de coordinar iniciativas, actividades o actuaciones conjuntas que beneficien a las partes, así como acudir de la mano a organismos de peso como LaLiga o la RFEF. Ahora mismo, por ejemplo, Betis y Sevilla son parte principal de ese grupo de clubes que está tratando de ordenar todo lo relacionado con el estamento arbitral. Su unión en determinados fuerza duplica su fuerza o poder, al tratarse de dos entidades representativas en el panorama nacional e internacional del mundo del fútbol, dentro del marco de una ciudad con una afición a este deporte tremenda y con llegada fuera de la propia provincia. «Rivalidad tiene que haber, pero fuera de esa rivalidad, hay ámbitos donde podemos tener intereses comunes, como LaLiga y la federación, y en ese sentido tiene que prevalecer la educación y el respeto que venían siendo habitual en nuestras relaciones», zanjó Ángel Haro.
Los ánimos del derbi
También fueron cuestionados ambos gestores por la disputa de un encuentro que paraliza la ciudad y que suele marcar, para bien o para mal, el devenir de los contendientes en lo que queda de temporada. «Es una semana que se vive con mucha intensidad, estoy deseando que llegue el domingo y podamos disfrutar de este derbi», comenzaba el dirigente bético. «Es un partido vibrante, veo al equipo en mucha confianza en lo que hace. Sabéis que soy muy prudente, pero este partido lo vamos a ganar», se aventuraba a vaticinar el presidente del Betis, quien conoce a la perfección la buena dinámica que atraviesa su equipo, en la que puede convertirse en una temporada para la historia.
«Llegamos al derbi con un rival en un buen momento con cinco victorias seguidas, pero desde el máximo respeto llegamos con muchísima ilusión, ambición y con ganas de ir allí, pelear el partido, ganarlo y, con el máximo respeto dedicarle, la victoria a nuestra afición», respondía el presidente del Sevilla, quien remarcaba la palabra respeto, que es finalmente la base de todas las relaciones sociales y la que debe prevalecer entre dos clubes que comparten una ciudad y dos aficiones donde se mezcla el verde y el rojo entre familias, amigos o compañeros de trabajo. Betis y Sevilla han puesto fin a sus hostilidades, deteniendo así una hemorragia sentimental en la ciudad. Alcalde de la ciudad, presidente de la RFEF y otras autoridades se han ofrecido como interlocutores para mediar, pero han sido los presidentes de los clubes sevillanos los que han dado este definitivo y crucial paso al frente.
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